HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 14. GALICIA, LEÓN Y LA MARINA DE GUERRA 6s416c

Muy buenas, bienvenidos otra vez. Bienvenidos a la serie Historia de la Guerra Civil Española, capítulo decimocuarto.

Quédense hasta el final del vídeo porque seguro que la última parte les parecerá interesante.

El 20 de julio de 1936, el nuevo gobierno de José Giral ya podía hacer un dibujo de la situación grabando chinchetas en el mapa de España.

Todo era excesivamente incierto, sobre todo en algunas zonas, y una de ellas eran los territorios de la octava división orgánica, la que comprendía Galicia, León y Asturias, aunque esta región, que solo tenía la provincia de Oviedo, se había constituido como comandancia exenta, por lo que desde finales de 1934 ya no pertenecía de facto a la octava división.

Galicia era fundamental y la rápida reacción de la UNRRA en Madrid y el mensaje enviado a todos los buques de guerra a través de los telegrafistas había conseguido que muchas dotaciones se sublevaran contra sus oficiales, me estoy refiriendo por supuesto a las dotaciones embarcadas, por lo que la mayoría de los grandes buques había quedado del lado del gobierno.

Los puertos, de todo levante, parecían imposibles de alcanzar y solo se mantenía Cádiz y Algeciras, que habían quedado bajo la esfera del general Keipo de Llano, debido a la rápida actuación de los generales López Pinto y Varela y la llegada de algunas unidades de África que permitieron asegurar la base naval.

Sin embargo, Málaga y Huelva habían quedado, al menos de inicio, fieles al gobierno del Frente Popular.

Por eso, Galicia, con la que nadie había contado, que no se presentaba con un alto valor estratégico para los planes iniciales del general Emilio Vola, ahora cobraba una importancia vital.

Aquí creo que es necesario contextualizar, los planes iniciales, ya lo hemos repetido muchas veces en estos episodios, eran caer sobre Madrid desde las divisiones V, VI y VII, que eran las que tenían posibilidades de progresar hasta la capital.

Galicia es muy periférica y si caía Madrid, y por tanto los órganos de gobierno, el resto de España sería cuestión de tiempo.

De modo que, desde el principio, Galicia no estaba, si recuerdan ustedes, en las instrucciones particulares, cuando hablaba Mola de cómo había que converger sobre la capital de España.

Si el golpe no terminaba de cuajar y las divisiones que debían llegar a Madrid fracasaban, entonces se precisaba del litoral gallego para compensar, en parte, la ventaja estratégica naval del gobierno.

Esto fue lo que hizo cambiar completamente la visión estratégica de toda la región gallega.

En las elecciones de febrero de 1936, en las provincias de Pontevedra y Coruña, había triunfado el Frente Popular, aunque no con una victoria aplastante.

En Coruña, la más poblada en ese momento, se consiguieron 153.435 votos para toda la coalición que conformaba el Frente Popular, que se tradujeron en 6 escaños para Esquerda Republicana, 3 para el PSOE, 2 para Unión Republicana, 2 para el Partido Galleguista, el Partido Centro de Portavalladar estuvo 65.970 y las derechas consiguieron