La Fabula del Ratón y la Trampa【Cuentos para 💖 aprender VALORES】 6h254q

Y la fábula del ratón y la trampa. Érase una vez, un ratón que vivía en una
hermosa granja llena de animales. Eran tiempos cálidos y todos vivían plácidamente bajo
el cariño y trabajo de los dueños, una pareja de jubilados que mimaban y cuidaban todas
las plantas y animales que allí convivían. Ovejas, cerdos, gallinas, vacas, todos parecían
formar una bella familia. Un día, el ratón que merodeaba siempre por
todos los rincones de la granja, se dio cuenta de que el granjero y su esposa colocaban una
trampa para ratones en una de las esquinas, así que fue corriendo a advertirle a todos
los demás animales. «¡Hay una ratonera en la casa!», dijo
exclamando el ratón a la gallina. Pero la gallina, algo impasible y sin perder
su andar altivo, respondió. «Disculpe, señor ratón, yo entiendo que
es un gran problema para usted, pero a mí no me perjudica en nada».
Entonces el ratón se fue acelerando el paso y fue hasta llegar a las ovejas para decirle
lo mismo. «Tenemos que tener cuidado, porque los dueños
están poniendo trampas para ratones». Una de ellas dijo «¿Una trampa para ratones?
No es problema nuestro, así que no creo poder hacer algo más que pedir por ti en mis oraciones».
El ratón, indignado, cayó su boca y se dirigió hacia la apacible vaca pensando que ella le
echaría una mano, pero ella dijo «¿Pero acaso estoy en peligro? Pienso que no, creo
que es mejor que te busques la vida. Tus problemas son tuyos, así que soluciónalos tú».
El ratón, casi con lágrimas de impotencia, volvió a la casa, preocupado y abatido, para
encarar a la ratonera del granjero. Aquella noche se oyó un gran crujido como el de
la ratonera atrapando a su víctima, así que la mujer corrió a ver qué había atrapado.
En la oscuridad ella no vio que la ratonera había atrapado la cola de una serpiente venenosa.
La serpiente veloz mordió a la mujer y el esposo granjero la tuvo que llevar inmediatamente
al hospital. Días después, ellos volvían a casa. La
mujer no se había recuperado totalmente, todavía mantenía la fiebre alta por la mordedura
de esta serpiente. El granjero, para reconfortarla, le preparó
una nutritiva sopa, así que agarró el cuchillo y fue a buscar al ingrediente principal,
la gallina, para echarla al caldo. Como la mujer no había mejorado, los amigos
y vecinos fueron a visitarlos, así que el granjero tuvo que matar a la oveja para darles
de comer. Aun así, las cosas no mejoraron, y la mujer
tras 5 días de alta fiebre, falleció, y así el esposo tuvo que vender la vaca al matadero
para poder cubrir los gastos del funeral. Los amigos del ratón no se percataron que
cuando uno está en peligro, toda la comunidad lo está, aunque no lo parezca.
Y así es amigos, la próxima vez que alguien te cuente sus problemas y creas que no te
afectan porque no son tuyos, piénsalo dos veces.
El mundo no anda mal por la maldad de los malos, sino por la apatía de los buenos, así
que cuando alguien necesite de ti por sus problemas, tiéndele la mano o dale una palabra
de aliento. Dicen por ahí, que el que no vive para servir, no sirve para vivir.
Pronto muchos más. Gracias y hasta la próxima. Adiós.