Zanahoria huevo o café 🥕🥚☕【Cuentos para 💖 aprender VALORES】 4x5546

Érase una vez en una localidad llena de sol y palmeras, donde las frutas subtropicales abundaban en su paisaje, y donde la calma era protagonista de sus días, donde vivía la hija de un viejo hortelano.

Esta se quejaba constantemente sobre su vida y sobre lo difícil que le resultaba salir adelante.

Estaba cansada de luchar y no tenía ganas de nada, cuando un problema se solucionaba otro nuevo aparecía y eso le hacía resignarse y darse por vencida fácilmente.

El hortelano, que era hombre sabio, le pidió a su hija que se acercara a su cabaña y a que tomara asiento.

Tras meditar el estado de impaciencia y de inconformismo de la niña, quiso llenar tres recipientes con agua y los colocó sobre fuego.

Cuando el agua comenzó a hervir, colocó en un recipiente una zanahoria, en otro un huevo y en el último vertió unos granos de café.

Los dejó hervir a las tres sin decir palabra mientras su hija esperaba impacientemente sentada sin comprender que era lo que su padre hacía.

Al poco tiempo el padre apagó el fuego, sacó las zanahorias y las colocó en un plato, sacó los huevos y los colocó en otro plato, finalmente coló el café y lo vertió en una taza.

En ese momento miró a su hija y le dijo ¿Qué ves? Y la niña dijo ¿Zanahorias, huevos y café? En ese instante su padre la hizo acercarse en primer lugar a las zanahorias.

Ella lo hizo y notó que estaban blandas, luego le pidió que tomara un huevo y que lo rompiera, y notó que este estaba duro, y luego le pidió que probara el café.

Ella sonrió mientras disfrutaba oliendo de su dulce aroma.

¿Qué significa esto, papi? Y así su padre le contestó.

Si te das cuenta hija, los tres elementos se han enfrentado a la misma adversidad, al agua hirviendo, pero han reaccionado en forma muy diferente.

La zanahoria llegó al agua fuerte, dura, pero después de pasar por el agua hirviendo se ha vuelto débil y fácil de deshacer.

De otro lado, el huevo ha llegado al agua frágil.

Su cáscara fina protegía su interior líquido, pero después de estar en agua hirviendo su interior se ha endurecido.

Y por último el café.

Sin embargo, fíjate que después de estar en agua hirviendo durante un rato, él mismo ha sido el que ha cambiado al agua, volviéndola negra y aromática.

Y fue entonces cuando le preguntó a su hija.

¿Cuál eres tú? Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte, pero cuando la adversidad y el dolor te tocan te vuelves débil y pierdes fortaleza? ¿Eres un huevo que comienza con un corazón maleable, noble, pero luego de enfrentarse a los problemas se vuelve duro y rígido? ¿Que por fuera eres igual pero se transforma por dentro? ¿O eres como el café? El café cambia el agua, el elemento que le causa el dolor.

Cuando el agua llega al punto de ebullición, el café alcanza su mejor sabor.

Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor, tú reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.

Y así es amigos, las dificultades forman parte de la vida y es natural que aparezcan.

Intenta encontrar el aprendizaje detrás de cada obstáculo que la vida te ponga delante, pues así te será más fácil poder abordarlo.

Convivir con las dificultades y confiar en ti mismo no es tarea fácil, pero se aprende con práctica y con experiencia de vida.

Cuando las cosas se pongan mal, intenta reaccionar de la mejor manera, solo así serás dueño de tus actos y de tus circunstancias.

Ya sabes aquel dicho de nuestra gente mayor que nos decía, a mal tiempo, buena cara.

¡Hazlo pronto y aprendas mucho de él!