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Podcast del Buque Escuela de Maniobra Galatea
Capítulo 18. En Capitanía General

Capítulo 18. En Capitanía General 2m2c26

24/6/2021 · 11:25
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Podcast del Buque Escuela de Maniobra Galatea

Descripción de Capítulo 18. En Capitanía General 68b6i

El uniforme de faena se mimetizaba con el color gris de aquel transporte de cuatro ruedas, que junto al Galatea, nos aguardaba en el muelle para llevarnos a Ferrol. El ronroneo del motor al ralentí escupía un fuerte olor a combustible, y su monótono sonido avivaba los recuerdos a flor de piel de mi compañero Valladolid, que con cara pensativa fijaba sus ojos en la nada. Con un ligero codazo le hice volver en sí. . Mirándome con ojos vidriosos, y apenas sin poder articular palabra, me dijo que pensaba en su familia y en sus amigos...... q1i4o

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En capitanía general el uniforme de faena se mimetizado con el color gris de aquel transporte de cuatro ruedas que junto al galatea no se guardaba en el muelle para llevarnos a ferrol el ronroneo del motor al ralentí escupía un fuerte olor a combustible y su monótono sonido aviva los recuerdos a flor de piel de mi compañero valladolid que con cara pensativa fijaba sus ojos en la nada con un ligero codazo le hice volver en sí mirándome con ojos vidriosos y apenas sin poder articular palabra me dijo que pensaba en su familia y en sus amigos ya me había contado que minuto antes de partir de su ciudad natal a punto de subir al autobús su familia se despidió con un efusivo y desconsolada abrazo mientras el autobús de pasajeros con el motor en marcha estaba próximo a partir primero iría a madrid donde le esperaba el tren expreso con destino a cádiz formados y te había dos con correa age y colinas aguarda vamos la orden de embarcar en el camión cuya parte trasera cubierta con una lona nos daba la bienvenida de dos en dos fuimos subiendo al vehículo sentándonos sobre dos bancos metálicos que se extendían en paralelo a lo largo de la bitácora una vez a bordo se cerró la lona por la parte trasera dejando una pequeña apertura que iluminada débilmente el interior una veintena de especialistas alumnos sostenían entre la rodilla y con la culata en el suelo nuestro fusil m el camión se puso en marcha bordeando los montes de la ría ferrol ana por una estrecha y sin saque ante carretera que discurre por una frondosa vegetación plagada de el hechos y grandes eucaliptos que impedían que alrededor de su tronco se cobijas el haber de maraña de plantas que me graba en el paisaje alarmados no sujeta vamos como podíamos apoyando nuestros hombros con los del compañero para amortiguar de alguna manera los vaivenes producidos por las cerradas curvas que trazaba en su recorrido aquel endiablado conductor quizás sin pensar que la carga que llevaba era humana después de casi quince minutos de estar a merced del temerario y joven chofer de ganado tiempo en el que en alguna ocasión habíamos notado la falta de o sobre el asfalto de alguna de las ruedas del vehículo las primeras casas del estrés radio de la ciudad y la desaparición de la sentía habladas curva se anunciaban que nuestro destino estaba cerca el camión se detuvo junto a los jardines de capitanía general disipado sella por completo la sensación de mareo que no sabía acompañado durante todo el viaje era frustrante imaginar lo que habían conseguido unos minutos de carretera en unos futuros marinos que en teoría afrontaría con valentía la vida a bordo de un barco a merced de las olas junto a una garita nos esperaba información la guardia militar saliente frente a un suboficial y aún teniente de navío como comandante de la guardia los especialistas los que relevar íbamos con el izado de la bandera pertenecían a la escuela de máquinas y su compostura algo de esa línea de notaba que la jornada en esas dependencias les había dejado cansados y faltos de sueño fuimos colocando nos frente a ellos y el relevo se hizo nada más izar la bandera que sobresalía en el tope del máster blanco que se erigía en un lateral del recinto jardín ado junto al cuerpo de guardia rápidamente se relevo a los especialistas de máquinas que estaban en las garitas y en las puertas de la fachada del edificio el camión se hizo cargo del transporte del personal saliente que no sufriría como nosotros el arriesgado viaje ya que su destino la escuela de máquinas estaba en la misma ciudad junto a la bandera el edificio del cuerpo de guardia nos cobijaría hasta las ocho de la mañana del día siguiente a la entrada un pequeño recintos se amueblada con dos bancos de madera y unos soportes para los fusiles que debían de estar custodiados constantemente en el interior y a la derecha una puerta conducía una habitación habilitada para el oficial y enfrente otra para el suboficial de guardia al fondo un hábitat culo se llenaba con una mesa y varias literas que podríamos utilizar siempre que no estuviésemos de punto sea de vigilancia en alguna garita eso sí solo por la noche y durante las fiestas se podía hacer uso de las camas nada de marchar a ninguna parte por si hubiera que acudir ante cualquier emergencia el resto del tiempo se pasaba leyendo hablando o haciendo tiempo hasta que te correspondía uno de los puntos de dos horas que debíamos hacer a lo largo del día cada dos horas se formaba los entrantes y un chavo conducía la formación por todos los puestos se iba relevando a los salientes que pasando a la cola de la fila eran conducidos hasta las dependencias así durante todo el día y toda la noche en el turno de tarde me tocó

Comentarios de Capítulo 18. En Capitanía General p69q

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