164. Cuando no es bueno escuchar 2r564u

Y un dijous més, van a estar aquí a la ciudad.

Hoy con nuestro coach de capçalera, Julio Rosales.

Julio, ¿qué tal? Buenos días.

Buenos días, ¿qué tal? A ver, en estas fechas, lo habitual es hablar de tener cuidado con lo que comemos, ya sabéis, el tema de intoxicaciones, la maldita operación bikini...

Pero hoy tú, Julio, quieres hablar de tener cuidado con lo que escuchamos.

La pregunta es, ¿son ganas de llevar la contraria? Principalmente.

Como siempre.

Pero es que, además, he descubierto, que igual esto es Vox Populi, pero yo he descubierto que hoy es el Día Mundial de la Escucha.

Ah, muy bien.

Que se celebra desde 2010, por eso tampoco hace tanto, me disculpo a mí mismo por no saberlo, y que trata de concienciarnos sobre la importancia de la salud auditiva.

Esto es curioso, ¿eh? Porque la verdad es que no solemos, a no ser que sea un ruido muy ensordado, a no ser que sea un ruido muy ensordecedor, no le damos mucha importancia a lo que entra por nuestros oídos.

Claro, es que estamos todo el día recibiendo millones de estímulos auditivos, y además nos perjudican en muchos, muchos sentidos, físico, psicológico, emocional...

Es decir, que es importante el volumen de lo que escuchamos, es importante el tipo de sonido, según el tipo de sonido nos afectan de una manera u otra, y también es importante, y lo añado yo, el mensaje que escuchamos.

En los informativos se nos suele advertir de que...

Vamos a mostrar imágenes que pueden dar sensibilidad, pero nunca se nos advierte de tan en celos oídos que vamos a hablar de no sé cuántos niños muertos en no sé qué guerra.

Y, bueno, a lo mejor es más impactante verlo, pero desde luego escucharlo a veces, dices, sí, preferirían haber tenido esta información, ¿no? O sea, que no solemos tener cuidado y...

Sí, es muy interesante esto que explicas, ¿eh? Dentro de esto de los sonidos que dices, Julio, a mí me pasa que es que...

Y la gente que me conoce y que me llama habitualmente o me escribe mensajes, le digo...

Perdona, no te he cogido la llamada, porque tengo el teléfono siempre en silencio porque me molesta sobremanera el sonido de la llamada.

El del mensaje igual no tanto, pero el de la llamada, sí.

A mí me pasa igual, yo hace...

O sea, no...

Pero es verdad que se escuchan cada vez menos pímpetes de teléfono.

Creo que nos ha llegado a saturar a todos.

A mí me estresa tremendamente.

Odio.

Salvo cuando es con vosotros, odio hablar por teléfono.

Venga, Julio, empecemos por saber cómo nos está perjudicando la contaminación auditiva.

Bueno, no me quiero poner muy pesado en esto, pero vamos a hacer un breve resumen.

El estrés.

Sonido estresante, tacatacataca, al frente de tu casa la obra, vale.

Aumento de cortisol.

Insomnio.

Que ya sabemos que es, yo diría yo, yo diría yo en mi experiencia personal, sin ningún dato científico, que es lo que más perjudica a la salud, la falta de sueño.

Exactamente.

Problemas cardiovasculares, ¿no? Mayor riesgo de hipertensión y enfermedades cardíacas.

Este yo no lo sabía, me ha quedado un poco de piedra con esto de los problemas cardiovasculares.

Pérdida de audición, claro, esto no lo notas.

Y a mí ya me tienen que empezar a repetir las cosas, pero yo no me doy cuenta de que...

Sí.

Sí, sí, yo soy muy de...

Y mi madre me dice, ya dices muchas veces, eh, eh.

Y decimos, es que no hablas alto.

Sí, sí, eso, eso.

Me estoy quedando tapia, vale.

Dificultad para concentrarnos, ¿no? Dolores de cabeza, problemas digestivos, este también me ha sorprendido, pues oye, también está muy relacionado con el sonido, ¿qué te parece? Me parece impactante, la verdad es que sí, me parece impactante.

Pero claro, como decías, estos son los...

Lo más puramente físico, pero lo realmente importante, que no es por quitar la importancia de estos problemas, es los problemas psicológicos que nos genera.

Claro, una ansiedad, depresión, irritabilidad, quizá estamos muy convencidos de que estamos pasando por una depresión porque tenemos un trauma psicológico y a lo mejor no damos con él un trauma, ¿sabes? Y a lo mejor es porque tenemos unos vecinos ruidosos.

Quiero decir que es que no prestamos atención...

Me ha sorprendido, eh, cuando me di cuenta de que era el Día Mundial de la Escucha, yo mismo me he dado cuenta de lo poco que le presto atención a proteger mis oídos.

Me pongo gafas de sol, me pongo crema solar, pero lo poco que...

Entonces, bueno, pues igual estás pasando un cuadro de ansiedad y estás buscando motivos y el motivo es auditivo.

Es que... Es muy fuerte.

Por eso digo que...

Hay dos sonidos vecinales, digamos, que a mí me estresan sobremanera también, que es el del perro que no para de ladrar o el del niño que no para de llorar.

Ya sé que el del niño es muy difícil de parar, porque al final los niños lloran, pero el perro no debería estar ladrando todo el día.

Y yo tengo una vecina que su perro ladra todo el tiempo.

Sí, es irritante y además es verdad que puede...

Bueno, de hecho, hay un tipo de toro.