
Descripción de 1.7 El espolón indoloro 6i3b3g
¿Y si te digo que el espolón que todos conocemos, no duele? Te lo demuestro y te explico qué tiene que ver la fascitis en todo esto y qué tratamientos te recomiendo. 1u10w
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Hola, ¿qué tal? Muy buenas a todos y bienvenidos al episodio número 7 de Con buen pie. Hoy nos vamos a acordar de esa sensación de levantarte por la mañana y no poder ni apoyar el pie en el suelo. Y que luego, dando pasitos así a lo chiquito de la calzada, vamos recuperando el tono muscular. Ese dolor que lleva con nosotros tanto tiempo ya, que por cansancio pues acudimos al médico en cuestión, que después de hacer una radiografía confirma que tenemos un espolón. Y ya con este diagnóstico decimos, claro, ya decía yo que me dolía mucho.
Pues hoy voy a explicar y a demostrar que el espolón, el que todos conocemos, no duele. No, señores, no duele. Y para ello voy a explicar primero qué es eso de la fascia, la fascitis, el espolón... Son conceptos que creo que hemos oído mucho, pero igual no tenemos claro lo que es. Así que pues voy a empezar lo que viene siendo explicando la fascia plantar. La fascia es una banda de tejido que cubre los huesos de la planta del pie. Se extiende desde el talón hasta los dedos y crea esa tensión que mantiene el arco plantar en el sitio.
Esta fascia está muy unida a la musculatura de la planta del pie, pegada vaya, y tanto la fascia como el músculo pueden sufrir una inflamación. Y a esto es a lo que se le llama fascitis plantar. ¿Por qué se inflama la fascia? Pues porque, por ejemplo, hemos hecho una actividad nueva, o hemos aumentado la que ya estábamos haciendo, o nos hemos puesto un zapato nuevo y duro. Puede darse también por hacer una actividad repetitiva de alto impacto, como correr, o por la tipología del pie también puede ser un factor a tener en cuenta.
Por ejemplo, tener un pie cabo desencadena más el tener la fascitis que un pie plano, por ejemplo. Y bueno, hay otro sinfín de factores que favorecen que la fascia se inflame. Cuando esto pasa, cuando se inflama, la musculatura se contrae y la planta del pie sufre una tensión excesiva que puede ocasionar un dolor crónico, bien sea constante u oscilante, que vaya y que venga según. El tratamiento en este caso consiste en un tratamiento conservador, dependiendo del tiempo que llevemos con la fascitis plantar.
Cuando se trata de un dolor joven, podemos empezar con vendajes específicos o haciendo estiramientos y ejercicios que habréis oído hablar muchísimas veces. El famoso ejercicio de la pelota o de la botella de agua, que consiste en hacer como un pequeño masaje en la zona afectada, presionando justo donde más nos duele con la intención de descontracturar esa zona, a modo de nosotros somos nuestros propios masajistas.
Es cierto que los estiramientos son muy importantes, puesto que toda la musculatura posterior de la pierna es la primera en acortarse y es uno de los principales causantes de esta retracción muscular y por tanto también de la fascia. Por eso, sea cual sea la etapa en la que estemos, siempre es importante estirar pies y piernas.
En cambio, cuando se trata ya de un dolor más maduro, de más de 3 meses, se considera que este dolor ya empieza a ser crónico y por lo tanto hay que tratarlo de una manera más invasiva, como pueden ser las infiltraciones o utilizar aparatología como las ondas de choque, la magnetoterapia, la diatermia, etc. Independientemente de la fase en la que estés, también te recomiendo un estudio de pisada.
Y sí, puedo ser muy pesada en esto, pero con ello conseguimos ver si el problema lo tienes en la pisada o en tu caso ha sido, por ejemplo, por una zapatilla que no te conviene o que ha sido por un ejercicio concreto o cualquiera de los ejemplos que ya he comentado antes. Podemos ver si una plantilla nos solucionaría el problema y si la fascitis nos ha aparecido por una mala pisada. En este caso es bastante importante porque si le pones remedio a la fascitis pero seguimos pisando de manera inadecuada, en un tiempo volverás a sufrir el mismo problema.
¿El espolón, entonces, qué es? ¿Y por qué aparece? ¿Y por qué está relacionado con la fascitis? Bueno, pues sí está relacionado, y mucho, porque de toda esta tensión que está sufriendo la fascia y la musculatura de la planta del pie, cuando estamos hablando de casos muy exagerados puede llegar a ocasionar la calcificación en el hueso del talón a nivel de la inserción de la fascia. Y es verdad que espolones pueden haber muchos en diferentes localizaciones, pero hoy en día no.
Comentarios de 1.7 El espolón indoloro 5wyd