¿Y si se lo dices sin tocar su ego? 1f1j23

Hola, bienvenido a un nuevo capítulo de cómo resolver tus problemas de pareja.

Si quieres comenzar una relación, mejorar las cosas con tu pareja actual o si lo que quieres es pasar página, aquí vas a encontrar los mejores consejos.

Estás escuchando en emocioteca.com a Mercedes Cobo.

A veces decirle a tu pareja aquello que no quiere ver no sirve para que lo cambie, solo sirve para levantar un muro, para que se encierre detrás de su ego.

Y no es porque no lo sepa, en el fondo lo sabe, pero le duele tanto que no puede aceptarlo sin sentirse atacado o atacada.

Recuerda que el ego es esa parte de nosotros que quiere tener razón, que necesita sentirse fuerte.

Cuando actuamos desde ahí no lo hacemos por maldad, sino por miedo.

¿Miedo a qué? Pues a no valer, a ser humillado, a ser humillada, a sentirnos de menos.

Cuando se siente amenazado, el ego no sabe dialogar, solo reacciona.

¿Y cómo lo hace? Bueno, un ego herido reacciona a la defensiva, con ataque o con negación.

Si esa persona supiera responder de otra forma, lo haría, pero no sabe, nadie le enseñó a hacerlo, solo aprendió a sobrevivir protegiéndose.

Todos tenemos nuestro ego y está muy bien, la cuestión es que no mande nuestras decisiones, que no gobierne nuestras relaciones.

Bueno, ya sabes que el otro lado del ego es la conciencia y también sabes que en el podcast Tú decides cómo quieres ser, hablo muchísimo de todas estas cuestiones.

Hoy quiero que reflexionemos juntos sobre algo que ocurre mucho en las relaciones de pareja, cuando tocamos el ego del otro sin darnos cuenta o sin medir las consecuencias, y lo único que conseguimos es que la conexión se rompa y la otra persona se ponga a la defensiva, en lugar de transmitirle eso que queríamos decirle.

Si te digo lo que no quieres ver y te duele, pues eso, te pondrás a la defensiva.

¿Y eso para qué me va a servir a mí? ¿Qué gano yo con ello? Nada.

Piensa conmigo, ¿para qué te sirve decirle a tu pareja lo que piensas tocando su ego? Para que te ataque, ¿a que sí? En cambio, si en lugar de decirte eso que te duele, por muy verdad que sea y por mucha razón que yo lleve, te cuento lo que a mí me hace daño, pues ya será otra cosa.

Si no te sientes atacado, pues podrás escucharme, y ahí podremos comenzar a hablar de eso que nos pasa.

¿Pero qué sucede? Que si tu pareja escucha cosas como, eres un celoso o una celosa, o eres un machista, o nunca reconoces que te has equivocado, pues claro, esas palabras duelen.

Le duelen tanto a tu pareja que no las puede sostener, no puede itirlas, aunque en el fondo sepa que algo de verdad llevan.

¿Y entonces qué ocurre? Pues lo más probable es que reaccione acusándote, gritándote, devolviéndote el golpe con otro reproche.

Esto le sucede a Marta, cuando su pareja le dice que nunca escucha.

En lugar de pararse a reflexionar, Marta le lanza un reproche aún mayor, y así se desentierran viejas discusiones, y comienza una guerra de egos, donde cada uno se defiende como puede, con tal de no sentirse vulnerable.

Pero, ¿y si su pareja le hubiera dicho, a veces siento que lo que te digo no te llega? ¿Podemos hablar de eso con calma? Bueno, tal vez Marta no habría necesitado ponerse a la defensiva.

¿Lo vemos? Dime, ¿qué es lo que realmente toca el ego de tu pareja? ¿Qué cosas vives como ataques cuando vienen de tu pareja? Ya lo ves, ¿eh? Muy importante, mirar no sólo lo que decimos, sino cómo lo decimos.

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Bueno, entender cómo funciona el ego de la pareja puede parecer muy difícil.