Trending Misterio
iVoox
Descargar app Subir
iVoox Podcast & radio
Descargar app gratis
Palabra de Vida
Viernes 30 de mayo – Juan 16, 20-23a. Ese día no me preguntareis nada.

Viernes 30 de mayo – Juan 16, 20-23a. Ese día no me preguntareis nada. 3j217

30/5/2025 · 03:23
0
936
0
936
Palabra de Vida

Descripción de Viernes 30 de mayo – Juan 16, 20-23a. Ese día no me preguntareis nada. 2x5w3m

Meditación del día 30 de mayo de2025 Palabra de Vida 485430

Lee el podcast de Viernes 30 de mayo – Juan 16, 20-23a. Ese día no me preguntareis nada.

Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

Ese día no me preguntaréis nada. Mirad, todos tenemos que hacer muchas preguntas a Dios. Es verdad. Señor, ¿por qué existe la muerte? Señor, ¿por qué la enfermedad? ¿Por qué las guerras? ¿Por qué...? Tenemos muchísimas preguntas. Y efectivamente, yo creo que ahora mismo no tenemos capacidad para poder absorber y comprender las respuestas. Pero efectivamente, Jesús le dice a esos discípulos, llegará un día. Yo pienso que se estaba refiriendo cuando estemos en el cielo.

Dice ese día, ya no me preguntaréis nada. ¿Por qué? Porque tendréis ante vuestra vista, tendréis ante vosotros, un plan maravilloso de Dios, en el que Él, respetando nuestra libertad, que Dios es el gran respetador, y porque Dios respeta la libertad del hombre, el precio de habernos respetado es el misterio del sufrimiento, de la injusticia y del dolor, porque nos respeta al máximo, sufriendo con nosotros en la cruz, ha sido capaz de sacar un bien de todas las maldiciones humanas. ¿Sí? Y por tanto, en ese momento, cuando veamos todo el plan de Dios en su conjunto, cuando al final veamos que, efectivamente, mira, es que esto pasó, pero si no hubiera pasado, y porque pasó esto, vino después lo otro, entonces diríamos, Dios mío, qué grande eres.

Qué tonto era, pidiéndote explicaciones cuando estaba en la tierra y quería saber por qué y por qué y o para qué y para qué, y yo no era capaz. Y sin embargo, ahora entiendo que hay un plan, ahora entiendo que hay un motivo, que hay una razón, y que bueno, que en aquel momento me parecía terrible, pero bueno, tú me acompañaste en mi dolor y me sostuviste. Nosotros no tenemos que pedirle a Dios que nos dé explicaciones.

No somos Dios, aunque eso sea por definición, Él es el infinito, Él es el todo, nosotros la nada, Él es el océano, nosotros una mínima gota de agua, ¿desde cuándo una minúscula gota de agua puede comprender todo lo que sucede en el océano? Nunca, pero es verdad que Dios nos ha dado una inteligencia, es verdad que Dios nos ha dado una razón y que a veces queremos utilizarla. No somos tampoco tontos o necios que dicen, no, no, pues entonces como la fe es aceptarlo todo, pues yo voy a intentar, claro que profundizamos, nos gustaría y nos va a dar un grandísimo consuelo, pero sabiendo que hay unos límites. La fe, que es la confianza y la razón, que es el instrumento por el cual aprendemos parte de la verdad, se complementan y se necesitan.

La razón sin fe, una frialdad terrible. La fe sin la razón, un fedeísmo absurdo que tampoco lleva el amor ni lleva la plenitud. Pero todas esas preguntitas que a veces tenemos que hacerle al Señor, ten la seguridad que Él te las dirá, que Él cuando llegues a la vida eterna y seas acogido por su misericordia y demuestre el plan trazado desde antes de la creación del mundo, entonces dirá Señor, aunque yo me he quejado que bien haces las cosas, aunque no entendía nada y aunque incluso te he reprochado, me he podido enfadar contigo en algún momento, sé que hay un plan, ahora lo comprendo y te bendigo eternamente por ese plan tan maravilloso que has hecho.

Comentarios de Viernes 30 de mayo – Juan 16, 20-23a. Ese día no me preguntareis nada. 462h45

Este programa no acepta comentarios anónimos. ¡Regístrate para comentar!