Se busca casa con fantasma 554m5s

Sueña cuentos.

Historias para niños que sueñan despiertos.

Se busca casa con fantasma.

¿Qué haces? ¿Qué escándalo es este? Estoy cambiando de sitio los muebles de la habitación.

¿Me ayudas a mover la cama? ¿Los muebles? Pero no, no, no, no. Oye, eso hay que pensarlo bien.

Lo tengo todo pensado.

Mira, ahí voy a poner el escritorio.

¿Cómo vas a poner ahí el escritorio? Tiene que estar cerca de la ventana, si no, no tienes luz.

Es que ahí no me gusta.

¿Pero por qué? Si ahí está perfecto.

Y además tienes espacio para mover la silla.

¿Y has cambiado de sitio la estantería? Mola más en esa pared, ¿no crees? Pero que se te puede caer encima.

Se ha quedado todo el cerco en la pintura.

¿Y la cama? Con el cabecero al lado del radiador.

Se te van a derretir las ideas.

Esto no es un buen plan, ¿eh? Vuelve a ponerlo todo como estaba.

¿Pero por qué? Estoy harta. Odio mi habitación.

¿Qué odias tu habitación? Pero si es fantástica, es la mejor de toda la casa.

No, es demasiado grande.

¿Demasiado grande? El caso es quejarse.

Tu padre y yo tiramos un tabique para que tuvieras espacio y no te chocaras contra los muebles.

Pero resulta que ahora a la señorita le parece demasiado grande.

Pues sí, y además tiene mucha luz.

Siempre tengo que echar las cortinas.

Vaya, qué pena. Que ella quisiera vivir en una cueva.

Que no te burles. Y además, no me gusta el color de las paredes.

¿Ahí va? Pues lo elegiste tú.

Sí, cuando tenía cinco años.

No me gusta el color.

No me gusta mi cuarto.

Y no me gusta esta casa.

Cuando sea mayor, voy a vivir en una mansión con piscina.

Buena suerte con eso.

Y por cierto, esta casa está genial.

No es muy grande, pero está bien distribuida.

Tu habitación es amplia y luminosa y tienes vistas al parque.

Deberías estar agradecida y valorar lo que tienes.

Hay personas que viven en casas muy incómodas o viejitas, oscuras, frías.

Hasta hay quien vive en casas con fantasmas.

Pues mira, ojalá esta casa tuviera un fantasma.

Por lo menos sería más divertida.

Ah, sí que te gustaría que hubiera un fantasma.

Que te asustara por las noches e hiciera estallar los vasos de repente.

Que viviera debajo de tu cama y te agarrara el pie cuando...

¡No me asustes! ¿Yo? ¿Pero si has sido tú? Hay que tener mucho cuidado con lo que se desea.

Y si no, escucha lo que le pasó a la protagonista de esta historia.

Escuchad vosotros también, Sueñacuentos.

Buenos días, soy la señora Alfonsa.

Vengo a visitar la casa.

¡Oh, bienvenida, doña Alfonsa! Soy Mari Conchi, su agente inmobiliaria.

Adelante, pase, pase, por favor.

Como puede ver, la casa cuenta con un amplio y luminoso recibidor.

Dispone de un pequeño armario empotrado con zapatero.

¡Mire, mire qué funcional! Este es el comedor, cuadrado y sin recovecos.

Espacioso, orientación sur, grandes ventanales.

Muy calentito en invierno.

Sí, y para cocerse como un pollo en verano.

En el verano puede usted hacer vida en la salita de estar.

Por esta puerta, por favor.

Orientación norte, de lo más fresquita en los meses de calor.

Es pequeña pero acogedora.

Imagine su sillón de orejas en ese rincón.

Yo no tengo sillón de orejas.

Eso es de viejas.

Por supuesto, doña Alfonsa.

Es cierto que está usted en la flor de la vida.

Me refería a cuando usted sea mayor y...

Y los dormitorios.

Espere, primero déjeme mostrarle la cocina.

Es por allí.

Observe qué maravilla.

Encimeras de granito negro noches de Bagdad.

Una auténtica fantasía.

Creerá que trocea usted el pollo sobre un cielo estrellado.

Muy sucia.

El color negro nunca se sabe cuando está limpio del todo.

Mejor, más sufrido.

Más bacterias.

Y suelos blancos muy sucios.

Cualquier gota de salsa que caiga formará una mancha muy visible.

Hay que estar todo el día basando la fregona.

Bueno, menos bacterias.

Horno pirolítico.

Placa de inducción.

Campana extractora multifuncional.

Ah, y nevera inteligente.

Mire qué amplia.

¿Ha dicho usted nevera inteligente? Sí.

¿Cómo de inteligente? ¿Qué? ¿Cómo de...? No la comprendo.

Sí, sí.