Cuentos para ALMA 17v9

"Anahí y el silencio de la selva" Cuentos educativos de EDELVIVES. Mensajeros de Igui. Música: MADRE TIERRA - Isis Montemayor https://www.youtube.com/watch?v=Z_zN80-0adE

"Nicolás, el sabio mentirosillo" Editorial Edelvives. Autores: Rocío Antón y Lola Núñez Música: "DECIR LA VERDAD" - canción infantil https://www.youtube.com/watch?v=23NK4JaAx68

"Yupik y el espíritu maligno" Cuentos educativos de EDELVIVES. Mensajeros de Igui. Música: https://www.youtube.com/watch?v=iJvxJmgH8FY La canción de los inuit: Habla sobre el Ártico.

"Nirali y la gran nube" Cuentos educativos de EDELVIVES. Mensajeros de Igui. Música: https://www.youtube.com/watch?v=-0fLpugtpJI La Tierra sin contaminación

"Alinga y el feroz enemigo" Cuentos educativos de EDELVIVES. Mensajeros de Igui. Música: https://www.youtube.com/watch?v=6LpD8RHy_kE A CUIDAR EL PLANETA BONITO... (Canción eco-planeta) Versión: "Vida de rico"

"Fermín, el vampiro debilucho" Editorial Edelvives. Autores: Rocío Antón y Lola Núñez Música: "Aquí pintamos todos" - Pol Calvo & Natalia Barone https://www.youtube.com/watch?v=kVqTW7hCrlk

"Marimar, la sirena gruñona" Editorial Edelvives. Autores: Rocío Antón y Lola Núñez Música: "En el fondo del mar" - canción infantil https://www.youtube.com/watch?v=4zKf1MASiLo

Cuentos educativos de EDELVIVES. Mensajeros de Igui. Ling y los sueños. Música: "Ecoloxista" - Pablo Diaz https://www.youtube.com/watch?v=vFIWPpO3ZeQ

Cuentos educativos de EDELVIVES. Mensajeros de Igui. Aiyana y el águila mensajera. Música: https://www.youtube.com/watch?v=dU9nj7hAJU8

"Una momia muy responsable" Editorial Edelvives. Autores: Rocío Antón y Lola Núñez Música: Bruce Springsteen - Follow that dream.

LA CIUDAD DE LOS POZOS Musica: Kenny Chesney - No Shoes, No Shirt, No Problems Esta historia ocurrió en una ciudad muy especial. Una ciudad que no estaba habitada por personas, como todas las demás ciudades del planeta, sino que estaba habitada por pozos. Pozos vivientes… pero pozos al fin y al cabo. Los pozos se diferenciaban entre sí, no sólo por el lugar en el que estaban excavados sino también por el brocal. El brocal es la abertura que los conectaba con el exterior. Había pozos pudientes y ostentosos con brocales de mármol y de metales preciosos; pozos humildes de ladrillo y madera y algunos otros más pobres, con simples agujeros que se abrían en la tierra. La comunicación entre los habitantes de aquella ciudad era de boca en boca... o mejor dicho… de brocal en brocal y las noticias corrían rápidamente, de una punta a otra del poblado. Un día llegó a la ciudad una “moda” que seguramente había nacido en algún pueblito humano: La nueva idea señalaba que todo ser viviente que se preciara debería trabajar muy duro, no sólo para cubrir sus necesidades más básicas sino también para poseer y disfrutar las cosas más bonitas del planeta. Al fin y al cabo, ¿Por que conformarse con cosas sencillas y placeres mundanos?. Y así fue cómo los pozos, siguiendo esta moda, empezaron a llenarse de cosas. Algunos se llenaban de joyas, monedas de oro y piedras preciosas. Otros, más prácticos, se llenaron de electrodomésticos y aparatos mecánicos. Algunos más, optaron por el arte, y fueron llenándose de pinturas, pianos de cola y grandes esculturas. Finalmente, los intelectuales se llenaron de libros, de manifiestos ideológicos y de revistas especializadas. Todos en la ciudad estaban absortos con la idea de comprar cosas con las que deslumbrar a sus amigos y vecinos. Pasó el tiempo y la mayoría de los pozos se llenaron a tal punto que ya no pudieron incorporar nada más. Los pozos no eran todos iguales y algunos se conformaron con lo que ya poseían pero hubo otros que pensaron que debían hacer algo para seguir acumulando cosas en su interior. A muchos de ellos se les ocurrió que en lugar de apretar el contenido podrían aumentar su capacidad si se hacían más grandes y anchos. No pasó mucho tiempo antes de que la idea fuera imitada, todos los pozos gastaban gran parte de sus energías en ensancharse para poder hacer más espacio en su interior. Un pozo, pequeño y alejado del centro de la ciudad, empezó a ver a sus vecinos ensanchándose desmedidamente. Él pensó que, si seguían hinchándose de tal manera, pronto se confundirían los bordes y cada uno perdería su identidad.  Quizás a partir de esta idea se le ocurrió que otra manera de aumentar su capacidad era crecer, pero no hacia los lados sino hacia dentro. Hacerse más hondo en lugar de más ancho. Pronto se dio cuenta que las cosas que tenía dentro de él le imposibilitaba la tarea de profundizar. Si quería ser más profundo debía vaciarse de todo contenido. Al principio tuvo miedo a desprenderse se sus posesiones, pero luego, vio que no había otra posibilidad y lo hizo. Una vez se quedó solo con lo imprescindible, empezó a hacerse más profundo, mientras los demás se apoderaban de las cosas de las que él se había deshechado. Un día, por sorpresa este pozo encontró algo inesperado… Adentro, muy adentro, y muy en el fondo encontró agua….Nunca antes otro pozo había encontrado agua. El pozo superó la sorpresa y empezó a jugar con el agua, humedeciendo las paredes, salpicando los bordes y por último sacando agua hacia fuera. El resto de pozos lo miraban con cierta burla….¿Cómo podía alguien estar tan contento si no tenía nada? Bueno… tenía agua… pero el agua no era tan valiosa como todos los objetos caros que el resto de pozos acumulaban en su interior. Aquella ciudad nunca había sido regada más que por la lluvia, que de hecho era bastante escasa en aquel lugar, así que la tierra alrededor del pozo se vio revitalizada por el agua y empezó florecer. Alrededor de él empezó a brotar primero hierba, luego flores y finalmente crecieron árboles en los que anidaban pájaros cantarines. Y así, viendo como la vida se llenaba de colores a su alrededor se olvidó de las posesiones que antes le preocupaban…. Y cuando otros pozos le animaban a acumular monedas de oro, cuadros valiosos y artilugios sofisticados y caros … él siempre les preguntaba… ¿Qué otra cosa necesita un pozo además de agua?

Cuentos inventados 6 de septiembre del 2024. Son las 00:30h, Alma y su papá se inventan un cuento antes de dormir.

Título. "Rita, el hada desordenada" Autoras: Rocío Antón y Lola Núñez Editorial: Edelvives Colección: Buenos de cuentos MÚSICA: "A Spoonful of Sugar" (Mary Poppins) "With A Little Help From My Friends" de Joe Cocker "Happy" de Pharrell Williams

EL ELEFANTE Y EL CIRCO (Jorge Bucay) Había una vez una niña muy curiosa y sensible que un día fue al circo con su familia. Una de las cosas que más le maravilló fue la actuación de un gigantesco elefante. Durante la función, el majestuoso animal hizo gala de un tamaño y una fuerza descomunales… Al terminar el espectáculo, la niña se quedó todavía más sorprendida al ver que el enorme elefante permanecía atado a una pequeña estaca clavada en el suelo y con una minúscula cadena que aprisionaba una de sus patas. “¿Cómo puede ser que un elefante, capaz de arrancar un árbol de cuajo, se mantenga preso por un insignificante pedazo de madera?”, se preguntó la niña. “Si puede liberarse con facilidad de la cadena, ¿Por qué no huye de ahí?”. Finalmente, compartió esos pensamientos con su padre, a quién le preguntó: “¿Papá, por qué el elefante no se escapa?” Y el padre, sin darle demasiada importancia, le respondió: “Pues porque está amaestrado.” Aquella respuesta no fue suficiente para la niña que volvió a preguntar. “Y entonces, si está amaestrado ¿Por qué lo encadenan?”. El padre se encogió de hombros y también él empezó a sentir curiosidad. Un anciano muy sabio, que estaba junto a ellos y que había escuchado la conversación, respondió a su pregunta: “Mirad, el elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a esa misma estaca desde que era muy, muy, muy pequeño. Estoy seguro de que el pequeño elefante intentó con todas sus fuerzas liberar la pierna de aquella cadena. Sin embargo, a pesar de su esfuerzo, no lo consiguió porque aquella estaca era demasiado resistente para un elefante bebé.” Con aquellas palabras la niña se imaginaba al pequeño elefante durmiéndose cada noche triste y agotado de luchar con la estaca, imaginó que el animal se sentiría inseguro de su fuerza e impotente ante aquel reto. El anciano continuó su explicación “Después de que el elefante intentará un día tras otro liberarse de aquella cadena sin conseguirlo, llegó un momento terrible en su historia: el día que se resignó a su destino. El elefante no escapa porque cree que no puede. Con los años se convirtió en un animal físicamente poderoso, pero en su mente, todavía tiene grabada la impotencia que sintió en el pasado. El recuerdo de sus fracasos es tan fuerte que ahora ni siquiera intenta escapar. Este poderoso animal simplemente se resigna a lo que su mente le dice que no puede hacer” La niña miraba al gigantesco animal tumbado al lado de una estaca minúscula y no tenía la menor duda de lo fácil que sería para el elefante huir y ser libre si quisiera pero creer que no puedes es lo mismo que no poder. MÚSICA: “Hall of fame” de The Script

La ranita Cyntia 0:00 La cigarra y la hormiga 12:27 Un padre, su hijo y un burro 18:32 Un desastre de bruja 26:23 El cuento de la lechera 33:43 Pedro y el lobo 38:40 Buena suerte o mala suerte 45:00 El traje nuevo del emperador 50:45 El Viento y el Sol 1:01:00 La gallinita colorada 1:06:38

EL VIENTO DEL NORTE Y EL SOL Hace mucho tiempo, existía un lejano lugar donde el viento era muy presumido y fanfarrón. Le gustaba alardear de su fuerza frente a los habitantes del reino. Cada vez que le apetecía soplaba desde el norte con fuerza, provocando tormentas, huracanes y tornados. Los habitantes estaban muy molestos con esta actitud pero él presumía de ser el más fuerte de los elementos de la naturaleza. - Puedo derribar árboles, hacer volar casas por los aires y levantar tractores como si fueran briznas de paja. Nadie puede aguantar mi fuerza. Todos deben doblegarse cuando soplo con rabia. El Sol, era el rey de la naturaleza, y no le gustaba nada la actitud del viento. Siempre enfadado, siempre luchando con los habitantes del reino, siempre necesitado de demostrar su fuerza ante todos. Un día le dijo: - Viento del norte hay muchas maneras de ser fuerte. Te lo voy a demostrar, ¿Ves a ese hombre que se acerca por el camino? Hagamos una sencilla prueba. El que logre de los dos quitarle la capa que lleva puesta, será el más fuerte ¿Aceptas? - ¡Qué sencillo! ¡Una simple prenda de vestir!...¿Crees que vas a ganarme? ¡A mí, que puedo crear olas de 20 metros y hundir los barcos más grandes! jajajjajaja - y así fue como el viento aceptó el reto. - Te dejo empezar a tí, viento del Norte. Tú serás el primero en probar tu fuerza. - dijo el Sol - Pero recuerda que hay muchas formas de ser fuerte. El sol se escondió tras una nube y cedió al viento el honor de ser el primero en competir. El viento, muy seguro de sí mismo, comenzó a soplar enérgico desde el norte como hacía siempre que se enfadaba. Sopló alrededor del viajero que comenzó a tener problemas para caminar. Al segundo soplido, el sombrero del pobre hombre salió disparado por los aires. El viento siguió soplando y la capa se movía con fuerza en la espalda del viandante. Aquel hombre no tenía donde resguardarse y con las manos agarró los bordes de su capa y se arropó con ella mientras intentaba seguir su camino.. El viento soplaba tan fuerte que el hombre caía al suelo, se levantaba y volvía a caer. Intentaba buscar refugio tras los muros del castillo pero avanzaba muy despacio. Cuanto más soplaba el viento del norte, más fuerte agarraba el hombre su capa. El viento comprobó que si quería, podría elevar al hombre por el aire y llevarlo en volandas hasta el pueblo más lejano pero no podía quitarle su capa. Tras muchos intentos, el viento desistió y le cedió el turno al Sol. - Querido Viento, fíjate bien porque esto va a ser rápido, ¿quieres verlo? Dijo el sol confiado, y entonces salió de detrás de la nube y comenzó a brillar fuerte en el cielo. El hombre, se enderezó y en unos segundos, comenzó a sentir mucho calor, el Sol parecía estar justo encima de él luciendo con todo su esplendor y, en unos minutos, no soportó más el sofoco y se desprendió de la capa para no sudar tanto. El viento se marchó resoplando enfadado, y el rey Sol, feliz, siguió brillando en el cielo esperando que el viento comprendiese que la persuasión y el razonamiento es mucho mejor que la fuerza y la violencia. MÚSICA: “Imagine” de John Lennon - Piano Cover by Riyandi Kusuma “Imagine” de John Lennon - Cover harmonica by David Jacomino Patrick Borg “The war song” de Culture Club

EL NUEVO TRAJE DEL EMPERADOR En un lejano país vivía un emperador que se preocupaba mucho por su vestuario. No era un gobernante malo pero sí muy vanidoso y presumido. Siempre quería vestir a la moda y con la ropa más lujosa. Un día, aparecieron dos charlatanes que decían ser los mejores sastres del imperio. Afirmaban que eran capaces de elaborar los vestidos más suaves y delicados que nadie pudiese imaginar. El emperador, por supuesto, los invitó a su palacio para conocerlos y rápidamente se dejó embaucar. Tras una breve conversación el emperador se encaprichó con uno de aquellos vestidos que los sastres mentirosos describían como bellísimo, fantástico e incluso mágico. Si, mágico!! Estos pícaros advirtieron al emperador que la prenda tenía la especial capacidad de ser invisible para cualquier persona necia o incapaz para su cargo. Aquel vestido era carísimo pero único en todo el reino. Con la excusa de comprar las telas, los bordados, los hilos de oro y todo lo necesario para su confección…aquellos pícaros exigían el dinero por adelantado. El emperador, entusiasmado con aquel traje pagó la cantidad acordada y les pidió que trabajaran tan deprisa como fuese posible puesto que deseaba lucirlo en las grandes fiestas que estaban apunto de celebrarse. Aquella cualidad mágica de ser invisible para cualquier persona necia o incapaz para su cargo, no le preocupaba al emperador puesto que él se consideraba una persona inteligente y muy apta para su puesto, por lo que esto no le asustó. Y además, pensó que gracias a esa cualidad de su traje, podría descubrir que personas del imperio eran menos inteligentes y a las que no estuviesen preparadas para su cargo las destituiría inmediatamente. Los charlatanes cogieron el dinero del emperador y con la excusa de ponerse cuanto antes manos a la obra, se encerraron en una habitación del palacio. Desde el pasillo, los cortesanos escuchaban el ruido de los telares y todos daban por hecho que aquellos dos estaban trabajando sin descanso para terminar el encargo a tiempo para las fiestas. Pero todo era mentira, los dos embusteros simplemente fingían trabajar en un vestido que no existía. Pasados unos días, curioso el emperador de saber como iba su vestimenta, envió a dos nobles de su máxima confianza a comprobar como iban los trabajos; pero cual fue la sorpresa de aquellos hombres cuando a pesar de ver como los picaros movian los brazos y hacían como que trabajaban y se afanaban en su quehacer, los nobles no podían ver el traje ni las telas. Avergonzados de ello, ni el uno ni el otro comentaron nada al respecto. No querían que la gente les considerara necios y tenían miedo de que el emperador los relevara de su cargo. Cuando fueron a dar explicaciones al monarca ninguno dijo la verdad. Ambos se deshicieron en loas y parabienes con el trabajo de los pícaros. Mientras tanto, el emperador estaba cada vez más nervioso por ver aquel traje. Una semana después, aquellos farsantes mandaron un comunicado informando de que el traje estaba terminado. Cuando el emperador fue a probarlo le ocurrió lo mismo que a sus nobles… no conseguía ver traje alguno!!! Los pícaros fingían sostener el traje en una percha que realmente estaba vacía y el emperador lógicamente no veía absolutamente nada. Con la cara descompuesta se sintió inepto para su puesto de gobernante y por miedo a lo que pudieran pensar de él, fingió ver el traje e incluso fingió probárselo. Mirándose desnudo al espejo empezó a decir maravillas sobre la delicadeza y belleza del traje intentando que los demás no se diesen cuenta de que realmente no veía nada. Los cortesanos que acompañaban al emperador, presa de la misma alucinación, también se deshicieron en alabanzas con el vestido a pesar de que ninguno de ellos era capaz de verlo. Nadie quiso reconocer la verdad. Todos sintieron miedo de que sus compañeros los considerasen necios… En aquella sala todos callaron y todos afirmaron, desde el emperador hasta el último de los criados, que podían ver el maravilloso traje. Los pícaros sonreían satisfechos con el engaño. ¿Qué pasaría después? Lo que pasó después fueron los días y nadie decía la verdad sobre el traje del emperador. Hasta que por fin llegó el día de la fiesta. Los estafadores llevaron el traje a la habitación principal del palacio e hicieron como que ayudaban al monarca a ponerse la prenda inexistente. El emperador se sentía desnudo pero todos le decían que su ropa era la más bonita que jamás habían visto. Por lo tanto, mientras la música festiva sonaba por las calles, el emperador desfiló por la ciudad montado en su caballo intentando aparentar tranquilidad y seguridad en sí mismo ya que todos parecían ver el traje. Toda la ciudad había oído hablar del fabuloso traje. Conocedora de aquella rara cualidad, todos estaban deseando comprobar cuán necio era su vecino. Cuando vieron aparecer al emperador por las calles del pueblo. Todos notaron un pálpito en el corazón. No podían verlo, porque ya sabemos que realmente no existía tal vestimenta, pero no querían itirlo y todos los presentes alababan enfáticamente el traje cuando veían pasar al emperador, temerosos de ser considerados necios. Hasta que por fin alguien descubrió el engaño. Una linda niña, con la inocencia propia de la edad, dijo en voz alta y clara "el emperador va desnudo". Tal grito pareció remover las conciencias de todos aquellos que presenciaban el desfile, primero con murmullos y luego a voz en grito todos empezaron a chismorrear "el emperador va desnudo", ... "el emperador va desnudo"; la corte del emperador y el propio emperador se dieron pronto cuenta del engaño y es que realmente el emperador iba desnudo. MÚSICA: “Dime la verdad” de Marta Sánchez “Que barbaridad” de Jaime Urrutia

NO ESPERES RECOMPENSA SIN COLABORAR CON EL TRABAJO LA GALLINA COLORADA Había una vez, una gallinita colorada que encontró un grano de trigo. -“Quién sembrará este grano?”, preguntó. -“Yo no”, dijo el cerdo. -“Yo no”, dijo el gato. -“Yo no”, dijo el perro. -“Yo no”, dijo el pavo. -“Pues entonces”, dijo la gallinita colorada,“lo haré yo”. Y ella sembró el grano de trigo y muy pronto empezó a crecer asomando sus hojas por encima de la tierra. Sobre él brilló el sol y cayó la lluvia. Y siguió creciendo y creciendo hasta que estuvo muy alto y maduro. -“¿Quién segará el trigo?”, preguntó la gallinita. -“Yo no”, dijo el cerdo. -“Yo no”, dijo el gato. -“Yo no”, dijo el perro. -“Yo no”, dijo el pavo. -“Pues entonces lo haré yo” dijo la gallinita colorada. Y ella segó el trigo. -“¿Quién va a separar el grano de la paja?”, preguntó la gallinita. -“Yo no”, dijo el cerdo. -“Yo no”, dijo el gato. -“Yo no”, dijo el perro. -“Yo no”, dijo el pavo. -“Pues entonces”, dijo la gallinita colorada, “lo haré yo. Clo-clo!”. Y ella, con mucha paciencia, separó el grano de la paja. -“¿Quién lo llevará al molino para que lo conviertan en harina?”, preguntó la gallinita. -“Yo no”, dijo el cerdo. -“Yo no”, dijo el gato. -“Yo no”, dijo el perro. -“Yo no”, dijo el pavo. -“Pues entonces”, dijo la gallinita colorada, “lo haré yo. Clo-clo!”. Y ella lo llevó al molino y muy pronto volvió con una bolsa de harina. -“¿Quién amasará esta harina?”, preguntó la gallinita. -“Yo no”, dijo el cerdo. -“Yo no”, dijo el gato. -“Yo no”,dijo el perro. -“Yo no”, dijo el pavo. -“Pues entonces”, dijo la gallinita colorada, “lo haré yo. Clo-clo!” Y ella amasó la harina y horneó un rico pan. -“¿Quién comerá este pan?”, preguntó la gallinita. -“Yo!”, dijo el cerdo. -“Yo!”, dijo el gato. -“Yo!”, dijo el perro. -“Yo!”, dijo el pavo. -“Pues no”, dijo la gallinita colorada. “Lo comeré YO. Clo- clo!”. Y se comió el pan con sus pollitos. MÍSICA: "You are the best" de Joe Esposito

EL CUENTO DE LA LECHERA Había una vez una niña que vivía con sus padres en una granja. Era una buena chica que ayudaba en las tareas de casa y se ocupaba de colaborar en el cuidado de los animales. Un día, su madre le dijo: – Hija mía, esta mañana las vacas han dado mucha leche y yo no me encuentro muy bien. Tengo fiebre y no me apetece salir de casa. Ya eres mayorcita, así que hoy irás tú a vender la leche al mercado ¿Crees que podrás hacerlo? La niña, que era muy servicial y responsable, contestó a su mamá: – Claro, mama, yo iré para que tú descanses. La buena mujer, viendo que su hija era tan obediente, le dio un beso en la mejilla y le prometió que todo el dinero que recaudara sería para ella. ¡Qué contenta se puso! Cogió el cántaro lleno de leche recién ordeñada y salió de la granja tomando el camino más corto hacia el pueblo. Iba a paso ligero y su mente no dejaba de trabajar. No hacía más que darle vueltas y vueltas a cómo invertiría las monedas que iba a conseguir con la venta de la leche. – ¡Ya sé lo que haré! – se decía a sí misma – Con las monedas que me den por la leche, voy a comprar una docena de huevos; los llevaré a la granja, mis gallinas los incubarán, y cuando nazcan los doce pollitos, los cambiaré por un hermoso lechón. Una vez criado será un cerdo enorme. Entonces regresaré al mercado y lo cambiaré por una ternera que cuando crezca me dará mucha leche a diario que podré vender a cambio de un montón de dinero. La niña estaba absorta en sus pensamientos. Tal y como lo planeaba, la leche que llevaba en el cántaro le permitiría hacerse rica y vivir cómodamente toda la vida. Tan ensimismada iba que se despistó y no se dio cuenta que había una piedra en medio del camino. Tropezó y ¡zas! … La pobre niña cayó de bruces contra el suelo. Sólo se hizo unos rasguños en las rodillas pero su cántaro voló por el aire y se rompió en mil pedazos. La leche se desparramó por todas partes y sus sueños se esfumaron. Ya no había leche que vender y por tanto, todo había terminado. – ¡Qué desgracia! Adiós a mis huevos, mis pollitos, mi lechón y mi ternero – se lamentaba la niña entre lágrimas – Eso me pasa por ser ambiciosa. Con amargura, recogió los pedacitos del cántaro y regresó junto a su familia, reflexionando sobre lo que había sucedido. A veces la ambición nos hace olvidar que lo importante es vivir y disfrutar el presente. La vida es caprichosa y nuestros sueños nos apartan de la realidad. ESTA BIEN TENER SUEÑOS PERO PARA ALCANZARLOS DEBEMOS CENTRARNOS EN EL TRABAJO Y NO DEJARNOS LLEVAR POR LAS ENSOÑACIONES. FANTASEAR EN EXCESO CON EL EXITO, EN OCASIONES, NOS HACE MENOS PRODUCTIVOS EN EL TRABAJO. MÚSICA "Keep Dreaming" de Emma Stevens "Así es la vida" de Elefante

¿Qué es la suerte? Esta vieja historia china nos recuerda que no podemos catalogar como bueno o malo los acontecimientos fortuitos que llegan a nuestras vidas.