Pan Quemado 【Cuentos para 💖 aprender VALORES】 3v5e4s

Pan quemado Aquella noche, después de un largo y agotador día de trabajo, una madre sirvió la cena para su familia. Sobre la mesa colocaba un plato con salchichas y unas rebanadas de pan, pero algo llamó la atención de su hija. El pan estaba visiblemente quemado. Mientras se acomodaban para cenar, la niña miraba al padre de reojo, esperando alguna señal de disgusto.

Sabía que a él le gustaba el pan dorado, pero no quemado, y se preguntaba si se quejaría. Pero para su sorpresa, su padre tomó tranquilamente una rebanada, sonrió a su esposa, y sin hacer ningún comentario sobre el pan, se volvió hacia su hija. —¡Cuéntame, querida, ¿cómo estuvo tu día en la escuela? —preguntó con genuino interés.

La niña, así, respondió con pocas palabras, distraída. Su mente seguía en otra parte, intrigada por la actitud de su padre. ¿Por qué no había dicho nada? Cuando terminaron de cenar, y se levantó de la mesa, la niña alcanzó a escuchar a su madre disculpándose en voz baja. —Lo siento, cariño, se me pasaron hoy un poco los panes, ¿verdad? El padre sonrió y le respondió con dulzura.

—Cariño, no tienes de qué preocuparte. Algunas veces cuando los he hecho yo también me ha pasado lo mismo. Además, hay días que me gustan los panes quemados.

La niña no dijo nada en ese momento, pero esas palabras quedaron dando vueltas en su cabeza. Más tarde, cuando fue a darles las buenas noches a su padre, no pudo evitar preguntar. —¿De verdad que te gustan los panes quemados? Él soltó una pequeña risa y la miró con ternura.

—No es que me encanten, hija, pero tu mamá tuvo un día complicado, y aún así se tomó el tiempo de prepararnos la cena a los dos. Se ha esforzado mucho y lo ha hecho con todo el cariño. Y además, ¿de qué serviría quejarme? Un pan quemado no le hace daño a nadie, pero unas palabras dichas sin pensar sí podrían herir a alguien que queremos.

La niña asintió suavemente, comprendiendo algo que nunca olvidaría.

—Porque en la vida, cariño, muchas veces no se trata de tener razón, sino de elegir ser amable. Y así es amigo, la empatía es la virtud de ponernos en el lugar de la otra persona, y la base de cualquier relación. Así que la próxima vez que veas a alguien cometer un pequeño error, ponte en su lugar, valora el esfuerzo, el trabajo y la dedicación que le ha puesto, y pregúntate si vale la pena hacer un feo comentario, o es mejor regalarle una grata comprensión.

Y eso es todo por hoy, espero que te haya gustado nuestro cuento y aprendas mucho de él. Suscríbete a nuestro canal, aquí en Ivox encontrarás todos los podcasts de Cuentoniño, pero si quieres más, también puedes visitar nuestra página web cuentoniño.com. Pronto muchos más. Gracias y hasta la próxima. Adiós.