Talking with Elemental CAP. 10 - Charloteando sobre el Silencio 176459

Bienvenidos a Elemental Talking. Me acompaña mi querida Ainhoa Cascales.

Hola, ¿qué tal? Perfecto, maravilloso. Y mi amado Alberto Moreno. ¿Qué tal? Muy buenas, muchas gracias.

¿Y yo quién soy? ¿Quién me presenta a mí? Él es Javier Sánchez. Javi para los amigos.

¿Javi para los amigos? Perfecto. Y como estamos entre amigos, pues para adelante.

Hoy nos hemos juntado aquí nosotros tres para hablar de un tema que creo que puede ser interesante para la audiencia, que es el silencio.

Vamos a hablar un poco de sentirnos en silencio con nosotros mismos y también en su vertiente más social, estar en silencio con los demás.

¿Por dónde os gustaría empezar? Yo creo que por los demás. Por los demás.

Y dejar la parte más íntima para el final.

Vale. ¿Os cuesta estar en silencio cuando sois acompañados? Depende con quién, sí.

Depende del factor comodidad o incomodidad que hablábamos hace un ratito.

Porque yo la teoría que tengo es que si no hablamos en una situación social, pues lo que ocurre es la comunicación no verbal, las caras, los gestos, las miradas.

¿Y qué se hace con eso? Sobre todo si no conoce bien a la persona o no tiene mucha confianza.

En cierta manera, cuando tú estás acompañado es como incómodo quedarte en silencio.

Suele serlo, sobre todo si no hay mucha confianza. ¿Tú qué piensas? Yo pienso un poco lo mismo, que depende de con quién.

Pues el silencio llega a ser cómodo incluso.

Y creo que para mí es aún más incómodo romper el silencio con conversaciones muy absurdas.

La típica conversación de ascensor de...

¿Qué tiempo hace hoy? ¡Hostia! ¡Hace tiempo! ¡Cuánta lluvia últimamente! No para de llover. Sí, sí.

Y de hecho se rompe ese silencio por esa incomodidad exactamente.

Sí, porque cada uno se pone a mirar a un lado, como miro el móvil y la otra persona ahí delante.

Es como un espacio muy pequeño con los dos en silencio.

¿Y vosotros con qué persona o con qué tipo de persona no os importa estar en silencio? Con amigos. Con amigos no me importa.

O sea, puede pasar un rato de mirar a la nada y decir Uy, pues ha pasado un rato y no me he sentido nada incómodo.

No hace falta romperlo.

Sí, yo también, pero creo que hay personas, amigos, amigas que tengo con los que el silencio no es una opción.

A lo mejor es verdad, que lo tenemos claro.

Porque yo no soy tanto de cubrir los silencios contando cosas.

Me puedo quedar callado y no pasa nada, pero hay personas que no pueden y hablan y hablan y hablan y te lo dicen.

Es que yo me pongo muy nervioso y no hablo.

Pero va más por el rollo, porque claro, tanto el silencio que ocurre de manera individual y nos perturba como el que ocurre de manera colectiva tiene ese punto común cuando tú estás hablando con una persona, hay silencio y una de las dos necesita romperlo.

Es porque no puede estar tranquilo en su cabeza.

Al final, que haya un silencio en el entorno de algún modo te obliga a estar pensando, porque el cerebro no se calla.

Entonces el foco va para uno.

Y además nosotros creo que por deformación profesional, porque vemos mucha gente en consulta con niveles de ansiedad altísimos que nos cuentan de primera mano que no pueden estar con sus pensamientos y tienen que estar haciendo cosas o si es con personas pues charlando.

Todavía hay mucho de no escucharse y hacer, hacer, hacer, hablar o acción.

Y acá ha abierto todo el melón de terapia.

¿Vosotros utilizáis el silencio en consulta? Sí, yo cuando quiero que la gente piense en algo que acaba de ocurrir, que acaban de decir, me callo.

Pero te callas y pones alguna carita de...

Pongo carita...

¿Reflexionas? Sí, es como... Fíjate.

¿Y tú cómo sueles utilizarlo en consulta? ¿Alberto? Sí, yo creo que...

Yo creo que cuando dejas espacio para que hable la otra persona claramente a veces eso anima a que te cuente más pero es que incluso yo me recuerdo a mí mismo pidiéndole a la persona en cuestión espérate, para, piensa, date unos segundos esforzando a que tengan un silencio y que no vomiten lo primero que se le ocurra.

Entonces a veces incluso puede ser que obligar a la otra persona a quedarse en silencio pensando puede ser interesante.

O sea que hay como dos maneras de llevar el silencio.

Una manera de, oye, vamos a reflexionar sobre lo que está pasando y otra es, date tu tiempo para pensar en qué vas a decir.

Sí, señor.

Curioso.

¿Y tú cómo sueles usarlo en consulta? Yo creo que de los dos tipos.

Al final el sí y el no.