SEMANA SANTA DE MEDICINA ROMANA, DE GUARDIA ROMANA Y DE UN CANTAUTOR/CÓMICO CASI ROMANO 2a6k4w

Hola, hola. Hoy, como hace 15 días, debo hablar de nuevo de los hackers que me hackearon incluso mi colonia de las grandes ocasiones.

Una del Lidl. No os creáis.

Pues bien, en plena vorágine de eliminarme Instagram, aparecer páginas que no son mías, vinculadas a páginas mías.

Y después de pedir dinero en mi nombre, me llama una persona por teléfono y me deja el siguiente mensaje en el contestador.

Charlie, ¿has visto a mi perro? Y yo, claro, pensando que le había inclunado la voz a alguien y me incordiaban los hackers, claro.

Pero cuatro días más tarde, caminando por mi población, alguien me dice que el que tiene al lado me llamó el domingo por teléfono, que se lo pasó él, que estaba buscando el perro que se le había perdido.

Por Dios, dije. Creía que era obra de los hackers.

En realidad, él vio o alguien de su entorno en el Facebook noticias de KBKN, cuidado con el perro, y alguien también le dijo que yo había visto el perro.

No te metas a mi Facebook, no te metas, por favor.

Ah, no te metas a mi Facebook, no te metas, por favor.

En fin, Pilarín, me pasé cinco minutos riendo solo por la calle, pero KBKN es un podcast que está muy vivo, se está demostrando.

Esta es la prueba real, como la vida misma, de una de las muchas llamadas que me hizo el que había perdido el perro.

Por cierto, lo ha encontrado.

En esta me llama, porque ya estaba cansado, que yo no me ponía el teléfono pensando que eran los hackers.

Me llama Charly Guillo.

Se cansó de llamarme Charly.

Hola, Charly Guillo.

¿Qué haces que no me coges el teléfono, coñón? Juan Melchor ha nacido en la muy hermosa Córdoba, ha vivido 20 años en Gijón y ahora reside en Valladolid.

Especialista en el tema de la medicina romana y en el de la belleza y la cosmética, empezó su amor por Roma a base de desfilar de romano.

Un dos, un dos.

Hola, muy buenas, Charly.

¿Qué tal, cómo estamos? Pues mira, muy bien, trabajando en nuevas cosas, en nuevos proyectos.

Y efectivamente, como has dicho, pues empezamos de romano.

Y luego, afortunadamente, pues fuimos evolucionando hasta llegar a lo que tenemos actualmente.

¿Ha sido una evolución brutal? Porque de ir andando por las calles exhibiéndose de romano, vestido de romano, a los pollos que usted está montando en sus exposiciones, en sus talleres, en fin, en fin.

Ha sido fuerte la evolución.

Bueno, es que también fue fuerte la última que nos pasó y es que luego nos pilló unos desfiles de dos, tres kilómetros a plena lluvia, resbalando por todos los sitios.

Entonces, al final decidimos hacer algo que fuera original, que no lo tuviera nadie, especializarnos en algo del mundo romano y lo mejor, pues la medicina, la cual pues estoy tratando con mucho cariño y me está dando muchas alegrías, cierto es.

Usted posee 300 réplicas de instrumental romano sanitario, ¿verdad que sí? Bueno, alguna más.

Lo que pasa es que realmente nunca las he contado, pero he llegado a tener dos exposiciones de más de 150 piezas cada una a la vez.

Sí, sí, puedo decir que más de 300.

Dígame un par de réplicas, don Juan, de las que se siente orgulloso.

Bueno, pues las más orgullosas son las de la mujer.

El tratamiento de las ostetris que hacían para seguir los partos e incluso cesáreas, extracción de los fetos y demás.

Esas son las que me llaman la atención.

Hay un especulum de tres valvas en Mérida, otro en Pompeya y otro está en Londres, en el British.

Y nosotros hicimos una réplica prácticamente idéntica en Mérida y como el que hay ahora mismo en Pompeya.

También lo tenemos de dos valvas, de cuatro valvas, es decir, todo lo que se utilizaba para la dilatación vaginal.

Ya son los que me siento más orgulloso porque son.