Seguros: tipos y claves para contratar 321b1s

María José hace ocho años se fue de Luna de Miel al Caribe. Lo que parecía un viaje idílico junto a su marido, podía haberse estropeado por un problema médico. Un día comenzó a encontrarse mal. Como tenía un seguro de salud decidió llamar a la compañía para tratarlo. En pocas horas tenía un médico en su propia habitación. Mi marido llamó por teléfono a la compañía, llamó al seguro y vino el médico a la misma habitación a atenderme.

Entonces allí me atendió, me dio una medicación y gracias a ello pude salvar no solo el viaje sino el día. Lo único que se me fatigó un poco fue la tarde que estuve más molesta, pero que gracias a ello y sobre todo la facilidad que me dio la compañía, nada más que ya digo, llamar y al rato estaba allí el médico en la misma habitación atendiendome.

Y es que cuando estamos fuera de casa pueden pasar muchas cosas. Podemos sufrir un accidente o una cancelación de vuelo o incluso la pérdida del equipaje. Un gesto tan sencillo como contratar un seguro puede ahorrarnos muchas preocupaciones y gastos que en algunos países podrían ser millonarios. De esto, de los tipos de seguro que existen y de qué tenemos que tener en cuenta para contratarlos, vamos a hablar en este episodio de Finanzas con F, un podcast que quiere acercarte a la economía de forma sencilla para que puedas tomar decisiones basadas en una información fiable. Soy Marta Garijo. Y yo soy Raquel Zinca.

Finanzas con F, un podcast con el apoyo de CaixaBank.

Los seguros de salud son sólo uno de los tipos de seguros que pueden contratarse dentro de la gran variedad que existe. Y es que la industria del seguro, Raquel, es un negocio de gran tamaño y en crecimiento. Para poner en contexto el volumen, al acabar el primer semestre de este año, el sector asegurador tenía encomendados casi 271.000 millones de euros, un 4,8 por ciento más que en junio de 2023, según los datos de la patronal Unespa. En general hay dos grandes grupos que son los seguros de vida y los de no vida.

Vamos a empezar por el primero de ellos, los seguros de vida. Se trata de un producto financiero que proporciona una protección económica a la familia o a llegados de la persona que lo ha contratado en caso de fallecimiento o invalidez. Este tipo de seguro implica el pago de una prima, que puede ser mensual, trimestral, semestral o anual, a una aseguradora, que a cambio garantiza el pago de una suma de dinero a los beneficiarios designados cuando se cumplan las condiciones especificadas en la póliza.

Esta campana que hemos oído será familiar para quienes escucharon nuestros anteriores episodios. Ha sonado porque hemos utilizado un término que no hemos explicado bien y va a ser algo que se repita en este podcast, porque queremos que cualquier palabra que pueda generar dudas quede perfectamente explicada. Así que vamos a ello. Una póliza de seguro es básicamente un contrato de protección, es decir, un documento que se firma con la aseguradora y en el que encontramos los detalles de las coberturas que te amparan, así como tus derechos y obligaciones.

Este es el llamado seguro de vida riesgo, que a su vez cuenta con dos modalidades.

Una de ellas es el seguro de vida entera, que garantiza el capital fijado en el contrato de seguro justo después del fallecimiento del asegurado, independientemente de cuándo se produzca. Y la otra es el seguro de vida temporal, que cubre el riesgo de fallecimiento pero sólo durante un periodo de tiempo concreto establecido en la póliza. Esta modalidad es la que se contrata, por ejemplo, para garantizar la amortización de préstamos al suscribir una hipoteca.

Y dentro de los seguros de vida están estos que acabamos de contar, los seguros de vida riesgo, pero hay otra opción también, que son los llamados seguro de vida ahorro. ¿En qué se diferencian? Bueno, pues en este segundo caso el objetivo principal es el ahorro a largo plazo, es decir, son productos que gestionan e invierten el ahorro de los asegurados y en muchos casos están diseñados para complementar la jubilación. Su duración puede ser de medio o de largo plazo.

El otro gran grupo de seguros que existen son los conocidos como de no vida.

Aquí hay varios tipos, porque se pueden contratar para proteger los bienes del asegurado, como una vivienda o un coche, o para recibir asistencia, como en el caso de los seguros de salud o de viaje. Vamos a hablar ahora de cada uno de ellos, pero de forma breve. Empezamos por el seguro de decesos. Consiste en pagar una pequeña cantidad periódica para tener cubiertos todos los gastos generados y las gestiones vinculadas al sepelio del asegurado. Otro muy habitual es el seguro de salud. El asegurado paga una prima a cambio de que la compañía aseguradora ayude a hacer frente a los gastos médicos dentro de lo acordado en la poliza.

Nuestra protagonista tenía contratado uno de este tipo, que le sirvió para su estancia en el extranjero, donde tuvo que hacer un primer desembolso. Nosotros le pagamos la atención al médico, nos dio su factura y aparte por los medicamentos que nos recetó, que también lo pagamos. Recuerdo que eran 300 o 600 dólares y ya esas facturas se las presentamos a la compañía, ya una vez de vuelta, y nos pagamos.