Isobel Gowdie, la más Excepcional Bruja Escocesa 5345a

Veo que tomaste la senda de la izquierda para llegar aquí te gusta el misterio y las leyendas las tradiciones y el folclore los seres elementales lo intangible y en definitiva todo aquello que es casi invisible al ojo humano se pues bienvenido al hogar de esta humilde bruja donde habitan trece hilos lifschitz uy aquí me encuentras me emociono pensando en volver sí de nuevo aquí así que bienvenido seas a esta tercera temporada de trece niños este pequeño descanso me iré imprescindible para animarme oxigenar me y centrarme en ese oasis pero entra y acomódate afuera la lluvia cae tan fina que te va a calar los huesos aquí siempre encontrarás una temperatura agradable y una tacita de té calentito y relajante que es el mejor compañero para escuchar todo tipo de historias ah y bollitos de canela que no falten estaba pensando e injusto esta mañana en las palabras de una de las brujas de asamblea verás en una ligera conversación sobre las señales que en unos presenta el universo ella comentaba que últimamente de liebres por doquier ilustraciones tallas cortados las liebres siempre me llevan a pensar en isobel howdy la bruja escocesa más famosa de todos los tiempos y sabes ahora te voy a contar su historia situémonos en los principios de la era moderna más exactamente en el año mil seiscientos sesenta y dos durante el siglo anterior y bajo el reinado de maría estuardo reina de escocia se aprobó la ley de la brujería en la cual se castigaba las condenadas con la pena capital y más tarde durante el reinado de su hijo jacobo sexto se perpetuó que dándose a cabo una de las grandes cacerías de brujas escocesas así pues tras un siglo de férrea opresión eran pocos los lugares en los que las gentes hablaban libremente sobre su creencia en las hadas y demás seres del folclore escocés sin embargo en el norte en una pequeña aldea habían de suceder los hechos que te voy a relatar a continuación era costumbre en gran parte de europa y los jornaleros labradores y pastores vivieran en las tierras de los condes marqueses o terratenientes de la zona ocupando una modesta vivienda con tejado de césped y un trozo de tierra que se les ofrecía como pago por los trabajos realizados