La edificación de la iglesia en amor (1ª Corintios 13:4-7) - David González x5e44

El domingo pasado teníamos la oportunidad de considerar algunas claves para el funcionamiento de la Iglesia, es decir, aspectos que necesitamos conocer en cuanto a cómo funciona la Iglesia.

Dios es quien ha diseñado la Iglesia, la Iglesia no es una institución humana, es Dios quien la ha establecido y por medio del Espíritu Santo Dios añade a cada miembro de su Iglesia y de esa manera somos parte del Cuerpo de Cristo.

Dios provee a cada uno de sus hijos dones espirituales para el ejercicio, para el servicio mutuo y de esa manera edificar el Cuerpo de Cristo.

Una diversidad de pero una unidad en Cristo, un solo Cuerpo.

Y claramente vimos el domingo pasado cómo la Iglesia funciona y nosotros no necesitamos hacerle nada porque el diseño está perfecto, Dios lo ha hecho y Él lo hace funcionar.

Su crecimiento, el crecimiento de la Iglesia está garantizado por el creador de la Iglesia.

Ahora bien, este funcionamiento diseñado por Dios de una manera soberana solamente es posible por medio del amor.

El amor es algo esencial, el amor es algo crucial para poder usar adecuadamente los dones.

Dios por medio del Espíritu Santo añade a su Iglesia, da dones, los dones al servicio de la Iglesia, proveen crecimiento, edificación, pero el ejercicio de esos dones ha de llevarse a cabo por medio del amor y sin amor es imposible la edificación de la Iglesia.

Esto mismo dice Pablo también en Efesios capítulo 4.

Allí habla de la Iglesia, de todo el Cuerpo y dice que según la actividad propia de cada miembro, la Iglesia, el Cuerpo recibe su crecimiento edificándose en amor.

Y por eso Pablo escribe después del capítulo 12 el capítulo 13.

El capítulo 13 de primera Corintios es como el eje central sobre el cual los dones se mueven.

Si tú necesitas que algo ruede y le quitas su eje, perderás la rotación de eso que necesitas que se mueva.

Sucede de la misma manera con el capítulo 13, es ese eje central que es necesario para el ejercicio de los dones.

Pablo sabe que la Iglesia es edificada por medio del ejercicio de los dones en amor.

Por eso si vais conmigo a primera Corintios capítulo 13, justo antes de que Pablo inicie el capítulo 13, al final del capítulo 12, verso 31, Pablo dice, procurad pues los dones mejores.

Dice, yo os muestro un camino aún más excelente.

Y ahí Pablo inicia el capítulo 13 acerca del amor.

Y cuando este capítulo 13 termina e inicia el capítulo 14, donde Pablo sigue hablando acerca de los dones espirituales, lo primero que dice ahí en el versículo 1 del capítulo 14 es, seguid el amor y procurad los dones espirituales, porque el amor es esencial.

Y esto no es algo nuevo en las epístolas, fue Jesús mismo quien dijo en Juan 13, 34, un mandamiento nuevo os doy, que os améis unos a otros como yo os he amado, que también os améis unos a otros.

Aún también Romanos capítulo 12, verso 10, amaos los unos a los otros con amor fraternal.

Romanos capítulo 13, verso 8, no debáis a nadie nada sino el amaros unos a otros.

Primera Tesalonicenses 4, verso 9, habéis aprendido de Dios que os améis unos a otros.

Juan capítulo 4, verso 7, amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios y todo aquel que ama es nacido de Dios y conoce a Dios.

El amor es algo esencial.