Desmontando mitos de la alimentación durante el embarazo 212s71

Hay pocas etapas en la vida de una mujer en las que se reciba tanta información y tanta desinformación como durante el embarazo. Familiares, amigas, vecinas, internet, redes sociales, incluso personas que no conoces pero que te ven en la calle, todos parecen tener algo que decirte. Un consejo, una advertencia, una receta milagrosa.

Y una de las áreas donde más proliferan los mitos, sin duda, es la alimentación. ¿Qué comer? ¿Qué no comer? ¿Cuánto comer? ¿Cuándo? El embarazo, en ese sentido, se convierte en terreno fértil para los malentendidos. Hoy queremos detenernos en esto, desenredar ese ovillo de medias verdades, creencias populares y recomendaciones desactualizadas.

Porque alimentarse bien durante el embarazo es fundamental, sí, pero no tiene por qué ser un rompecabezas. Así que, si te parece bien, vamos a desmontar juntos a algunos de los mitos más extendidos sobre la alimentación en el embarazo. Y lo haremos con calma, con argumentos y, sobre todo, con mucha empatía, porque entendemos que detrás de cada duda hay alguien queriendo hacer las cosas bien. Empecemos. Ahora tienes que comer por dos. Este es, sin duda, el mito más famoso y también uno de los más peligrosos. La idea de que una mujer embarazada debe duplicar su consumo de alimentos no tiene base científica.

Es cierto que durante el embarazo las necesidades energéticas aumentan, pero no de forma tan exagerada como se piensa. De hecho, durante el primer trimestre apenas se requiere un aumento de calorías. Es a partir del segundo cuando puede ser necesario añadir unas 300 a 500 calorías más al día, dependiendo del caso. Pero comer por dos no significa comer el doble, significa comer mejor, eligiendo alimentos que aporten nutrientes reales, proteínas, calcio, hierro, ácido fólico, vitaminas, fibra… No se trata de cantidad, sino de calidad.

Y, además, es importante tener en cuenta que un aumento excesivo de peso durante el embarazo puede acarrear riesgos tanto para la madre como para el bebé. Así que olvida esa frase de comer por dos, mejor cámbiala por comer con conciencia. Si tienes antojos es porque el cuerpo te lo pide. Los antojos son muy reales, claro que sí.

Muchas embarazadas experimentan deseos súbitos e intensos de comer ciertos alimentos, a veces incluso en combinaciones inusuales. Pero eso no significa necesariamente que el cuerpo sepa entre comillas lo que necesita. Los antojos pueden estar influenciados por factores hormonales, emocionales o incluso culturales. No siempre son señales nutricionales.

Hay quien dice, por ejemplo, que si tienes antojo de chocolate es porque te falta magnesio, o que si quieres carne es porque necesitas hierro. Pero no hay estudios serios que respalden estas teorías de forma consistente. Así que sí, puedes disfrutar de tus antojos de vez en cuando, pero no los tomes como una brújula infalible de tus necesidades. Escucha a tu cuerpo, pero también consulta con tu matrona o con tu nutricionista.

No puedes comer pescado Este es otro mito frecuente, y como muchos otros tiene una parte de verdad. Durante el embarazo se debe evitar el pescado crudo o poco cocinado, y también limitar el consumo de pescados grandes como el atún rojo, el pez espada o el tiburón, debido a su contenido en mercurio. Pero esto no significa que debas eliminar el pescado de tu dieta.

De hecho, el pescado es una fuente excelente de proteínas, omega 3, yodo y otros nutrientes esenciales para el desarrollo cerebral del bebé. Lo ideal es consumir pescados bajos en mercurio, como el salmón, la sardina, la trucha o el bacalao, siempre bien cocinados, por supuesto. Así que no, no es cierto que tengas que renunciar al pescado, solo hay que saber elegir bien.

No puedes tomar café Aquí también hay matices. La cafeína no está prohibida durante el embarazo, pero sí debe consumirse con moderación. La mayoría de las recomendaciones