De Arriesgar su vida en Senegal a Dominar el Negocio del Agua (Curro Rodríguez) 5z3h2a

Hoy nos visita en el espacio CUNE, uno de esos personajes con los que a uno le gusta conversar y que aportan, y aportan mucho y espero que lo hagan también en este diálogo.

Ha estado en la ruina varias veces y ahora controla uno de los holdings que según el Financial Times, el político británico Financial Times, ha crecido en los últimos años en Europa.

Vende agua embotellada a medio mundo pero hace muchas más cosas. Es malagueño como Antonio Banderas. Yo creo que es una estrella en lo suyo porque tiene mucha vida y espero que compartamos bastante de ella. Se define como aprendedor, se llama Curro Rodríguez y le agradezco mucho Curro estar con nosotros. ¿Qué tal? Bienvenido. Igualmente, un placer y un privilegio estar contigo.

¿Aprendedor? ¿Qué es eso de aprendedor? No vamos a hacer como con fragableta el libro y tal, pero ¿el aprendedor? Pues mira, el aprendedor, se me ocurrió ese título a mitad del libro, que estaba reviviéndolo todo y al final, bueno ahora contaré, una vida llena de fracaso y al final cuando uno está bajo abajo pues tiene mucho rencor, tiene envidia, está pelea con todo el mundo, todo desjode y llega un momento en el que cuando ya pagas tus deudas, te vas bien, empiezas a... se abre el mundo de una forma y empiezas a aprender de cualquiera, de cualquier chaval que se te pone, un camarero, un alguien que te cruza, un amigo y para mí fue una catarse, una apertura brutal y eso al final te hace un círculo virtuoso que te rodea de cosas que te empiezan a pasar y yo creo que estar abierto a aprender continuamente y a desaprender lo malo es brutal y de ahí viene el título. O sea que estás en una en una nube negra de ansiedad, de depresión, de desánimo y cuando las cosas empiezan a arreglar abres los ojos y empiezas a ver. Correcto. Básicamente.

Ahora diriges, presides desde hace no mucho un holding que tiene cuarenta y tantas empresas. No, no, no, tiene catorce, tiene catorce. Vale, vale. Catorce empresas. Bueno, ya está bien. Cuarenta y tantas son las que has creado. He creado treinta y cuatro ahora mismo. Me bailaban las cifras. Treinta y cuatro empresas he creado pero he arruinado un montón. Lee Holding, que así se llama, Lee Holding, son catorce empresas. Son catorce empresas. ¿A qué se dedican? Pues siete de ellas.

Lee Company, Water Group, que es la empresa que todo el mundo conoce por el agua en cartón. Bueno, no la conocen, pero han visto el agua en algún hotel, en alguna aerolínea, en alguna empresa de WTC. En cualquier sitio que veas un agua en cartón tenemos prácticamente el 85% de la cuota mundial. Y siete fábricas trabajando en el mundo, unas 3.000 marcas. Por eso ves las vestidas de mucha imagen y bueno y eso al final pues... O sea, el agua en tetrabril que encontramos en los sitios es tuya. Sí. Bueno, ella del cliente. Yo intento cobrarla. Eres malagueño.

Malagueño. Muy malagueño. ¿Por qué te dedicas al agua? Bueno, yo me he dedicado a múltiples cosas.

Porque tú sales de vender caracoles. Yo salgo, verás, yo quería ser inspector de policía. Estudiaste criminología. Estudié criminología y luego me especialicé en medicina legal y violencia de género y bueno, psicología criminal. ¿Has recorrido el medio mundo? Es que no lo he dicho y es importante.

Medio mundo colaborando con ONGs. El tema de la solidaridad internacional. Y eso va siempre conmigo.

Y luego entré a formar parte de los equipos 061, que es como el SAMURA en Madrid, 061 en Andalucía y en el año 95. Y claro, descansaba cinco días entre guardia y guardia. Y yo me aburría soberanamente esperando la siguiente guardia. Y ahí primero estudié esta carrera para conseguir el objetivo. Y con unos amigos pues abrí una empresita que era montar una granja de caracoles. Fue tu primera empresa. Tú trabajabas en el 061, habías estudiado criminología.

Esa era tu vocación, tu objetivo. Y en las horas libres montas una empresa de cría de caracoles.

Exactamente, con unos amigos. Y cuando fue salir a vender, a comerciar, yo lo defino siempre, digo esto fue como descubrir algo. Esto de tener una cosa muy pequeña, pero esta negociación, la primera venta, el primer contrato, el primer tal... Y luego de ahí pues me fui a Marruecos porque el caracol sobre todo se produce en Marruecos. Y ahí descubrí otro mundo, pero ahí tendría yo 21 años, 22 años. Y me fui sin tener ni idea, me engañaron por todos lados.