La ContraRéplica - Caudillismo 6j4e10

Soy Fernando Díaz Villanueva, hoy es 30 de marzo de 2025 y esto es La Contracrónica.

Bienvenidos a La Contrarréplica, la contrarréplica del domingo, ya sabéis, nuestra contrarréplica de temas de fondo. La semana pasada hicimos una temática, pero ya sabéis que eso es lo poco habitual, lo menos habitual. A lo largo del último mes hemos hecho dos, pero es lo extraño. Hicimos una, recordadlo, a finales del mes de enero, de febrero, perdón, principios de marzo, sobre aquello que ocurrió en el despacho Oval de la Casa Blanca con J.D. Vance, Donald Trump y Volodymyr Zelensky. Y luego hicimos otra la semana pasada sobre el aborto temático, a modo de fin del debate, que ni mucho menos fue el fin, tal y como esperaba.

A lo largo de toda esta semana he tenido notas de voz sobre el tema del aborto, que estoy convencido que seguirán entrando y yo, por supuesto, la seguiré pasando. Luego volvemos a nuestros temas de fondo, que están muy bien. Algunos con, a ver si lo consigo meter, uno de Borja de Munich sobre el tema de las guerras yugoslavas, de una contrahistoria que dice que queda caballo entre la política y la historia. Podría haberme lo llevado al contrasello, pero es que el contrasello tarda un poco más en salir, así que me la quito, a ver si me la puedo quitar hoy.

Voy a ver si la meto al final del todo. Antes de eso tengo otras que también son muy interesantes. Bien, os dejo el número de whatsapp, es el 690 827909, ya sabéis, más 34 delante. Y respecto a la duración, en el caso de la contrarreplica, 1, 2, 3 minutos creo que debería bastar, y la mayor parte de los casos incluso sobrar. Es importante el tema de la duración, porque no me gusta cortaros los mensajes. Eso para empezar, ya sé que habéis hecho un esfuerzo cuando os ponéis con el teléfono para grabar un mensaje y que llegue yo y os lo parta por la mitad, pues entiendo que no os sienta bien.

Esa es la razón por la cual no tengo esa costumbre, a no ser que me encuentre con un mensaje un poco deslavazado, que vea que ya se está reiterando, y en ese caso pues sí le meto la cuchilla. Pero en circunstancias normales los dejo enteros, porque me gusta respetar vuestro trabajo. Pero para una pregunta, para una reflexión sencilla, yo creo que con eso, 1, 2, 3 minutos basta. Si necesitáis algo más, por supuesto, os lo podéis tomar porque queréis desarrollar un tema con más detalle. Bien, pues dado el número, la duración, importante que se escuche bien, importante también decirme vuestro nombre, pasamos ya a la contrarreplica.

Empezamos con Fernando, que es un contrascucha panameño, que ha visto una conferencia que di hace ya un tiempo, un par de años, en un instituto de Madrid, de San José de Valderas, exactamente, que está en el suroeste de Madrid. Me llamaron para hablar a chicos muy jovencitos, lo acepté de mil amores y me fui para allá. El tema era los totalitarismos, que eso fue lo que me pidieron.

Bueno, pues Fernando lo que tiene es una duda sobre los, enlazando el tema de los totalitarismos, sobre los caudillos hispanoamericanos del siglo XIX. Soy un fiel oyente tanto de la contrahistoria como de la contracrónica y escuché tu ponencia sobre los totalitarismos y hablabas de los totalitarismos del siglo XX y te iba a preguntar sobre los totalitarismos que vivimos en América Latina durante el siglo XIX, tipo el Garejo o Gabriel García Moreno o Gaspar Rodríguez de Francia, Santana o Rosas.

Tú, ¿cómo los catalogarías? Porque al final eran totalitarismos personalistas a los que le debemos gran parte de la leyenda negra porque fue esa generación la que empezó a decir que todo lo que había antes estaba malo y vaciaron las arcas de países ricos que en su momento estaban encaminados a ser potencias mundiales. Así que me gustaría escuchar tu opinión sobre esto. Si mal no recuerdas, el vídeo está disponible. Entiendo que no estuviste allí así que lo has tenido que ver por ese vídeo que subí a YouTube. En la charla, que duró bastante, por cierto, más de lo que yo pensaba, lo traté de pasada en esta conferencia que fue extremadamente agradable.

Yo no pensé que iba a ser tan... A ver, a mí me gusta hablar con... para gente muy joven, gente de 16 y 17 años porque, bueno, es gente que partes de que están... son como una pizarra sin escribir, ¿no? Y entonces pues eso siempre es mucho más atractivo porque tienen una inocencia virginal y sabes que no tienen agenda. Que cuando te preguntan algo, su pregunta es genuina. No van a ni a fastidiar ni te vienen ya envenenados ni retorcidos. La cuestión es que la charla yo pensé que iba a ser mucho más corta. Salí de mi habitación.