El ContraPlano - Un hombre para la eternidad 81r1t

Soy Fernando Díaz Villanueva. Hoy es 29 de marzo de 2025 y esto es La Contracrónica.

Bienvenidos al contraplano, un contraplano que trae unas películas magníficas. Hoy os lo digo ya de antemano. Voy a ver si me entran como mínimo cuatro de ellas, en el caso de que no me entren, porque es que las de hoy tienen... además algunas de ellas ya las he visto y eso significa que es muy probable que me vaya a enrollar. De cualquier modo, antes de nada os voy a dar el número porque quiero aligerar todo lo posible la introducción para ponernos a hablar de cine. Es el 690827909.

Ya sabéis, es una nota de voz que tenéis que pasar haciendo vuestra crítica. Esa nota de voz debería durar en torno aproximadamente unos 3-4 minutos más o menos. Puede ser algo menos o puede ser algo más, en función de lo que tengáis que contar. De cualquier modo, sentiros libres de tomaros el tiempo que necesitéis, siempre y cuando no sea mucho, evidentemente, para que vuestra contracrítica sea lo mejor posible.

Os pido eso sí, que os lo preparéis un poquito antes y que no se escuche ruido de fondo. Os pido también que me digáis cómo os llamáis, es decir, vuestro nombre de pila. No hace falta que me digáis el apellido ni nada de eso. Y si además me decís desde dónde estáis enviándome la nota de voz, pues mejor todavía. Si además de llamaros por vuestro nombre, pues podré decir desde dónde nos llamáis, desde dónde nos comunicáis y nos hacéis la crítica.

Bien, pues dicho esto, vamos a pasar ya al contraplano, que como digo, tengo algunas películas. Quizá, quizá no llegue al final, es una posibilidad, pero bueno, al menos vamos a intentarlo. Muy bien, pasamos ya al contraplano.

Empezamos el contraplano de hoy con Andrés, que es un contraescucha de Guadalajara, que nos recomienda una película clásica, una película del año 1966, una peli realmente buena. Bien, vamos a escuchar primero a Andrés, que nos la cuente, que nos hable de ella, nos va a hablar muy bien, os lo digo ya y luego ya remato yo a la vuelta. Mi audio es para recomendarle a los contraescuchas la película Un hombre para la eternidad, en inglés a Man for all seasons, del año 1966, protagonizada por Paul Schofield, Robert Shaw, Leo Madkern en los papeles principales, con guión de Robert Bolt y dirigida por Fred Zineman.

Se trata de todo un clásico y para mí una gran película. Aborda la historia ni más ni menos que de Sir Thomas More, conocido en España como Tomás Moro o como Santo Tomás Moro, ya que está canonizado por la Iglesia Católica. En cuanto a esto, a la historia, como seguro que es bien sabido, Sir Thomas More era un reputado jurista inglés, abogado, filósofo, juez, pensador, intelectual y escritor, que vivió a caballo entre el siglo XV y el siglo XVI, contemporáneo del rey Enrique VIII de Inglaterra, de quien además era amigo personal, consejero, y llega a ocupar el cargo de Lord Canciller con dicho rey.

Pero el rey Enrique, casado con Catalina de Aragón, se quiere divorciar para casarse con Ana Bolena, y ete aquí que dicho divorcio no es conforme con la doctrina católica, lo cual Sir Tomás More, nuestro Santo Tomás Moro, se niega a respaldar y se niega a ayudar al rey en su litigio contra la Iglesia Romana. Todo ello desencadenará que el rey provoque la separación de su reino de la Iglesia Católica, pasando a ser la monarquía británica la cabeza de la iglesia de los cristianos de aquellos lares, como un movimiento protestante de los que ya asistían en el norte de Europa, y Sir Tomás termina preso durante mucho tiempo en la Torre de Londres, sometido a presiones para reconocer como legítima la actuación del rey, y finalmente, bueno pues, es sometido a un juicio absolutamente falsario y amañado, en el cual resulta condenado a muerte y será decapitado.

La fotografía, el decorado, la puesta en escena, especialmente los trajes y el vestuario, con grandes sombreras recreando la moda de la época, me parecen fantásticos. Igualmente hay que destacar algunas escenas que en imagen son icónicas, muy bien rodadas, como la visita al cardenal Gusley, que por cierto es Orson Welles en una breve aparición, en la cual todo es lúgubre, oscuro, y la llegada del rey, cuando llega a visitar a Sir Tomás en su propia residencia, se van a hacer