Conclave II: Tras las puertas cerradas 6c683r

Roma, verano de 1269. El calor es insoportable. En el Palacio Episcopal de Viterbo los cardenales llevan ya más de un año sin ponerse de acuerdo. No hay papa, no hay salida y la paciencia de la ciudad ha llegado a su límite. Ese día los magistrados ordenan sellar las puertas, literalmente, clavan tablas, encadenan s, retiran los tejados para que el sol y la lluvia caigan sobre los ilustres encerrados, les reducen el vino, el pan, las camas… Hasta que el encierro deja de ser simbólico y se convierte en un castigo físico. Solo entonces, al borde del colapso, los cardenales eligen a Gregorio X.

Y él, nada más asumir, promulga una constitución, u vipericulum. Nace así el conclave moderno, no como un rito, sino como una solución de urgencia frente al desgobierno. Aquella escena de Viterbo resume mejor que ninguna otra lo que vamos a recorrer hoy. Como la elección del papa ha sido y sigue siendo un ejercicio extremo de poder contenido, de legitimidad vigilada, de encierro sagrado. Porque si en el primer programa recorrimos la historia, las reformas, las teologías y los mecanismos del conclave, en este segundo episodio vamos a cruzar esas puertas selladas.

Hoy hablaremos del espacio, de la capilla sextina, donde se bota bajo la mirada del juicio final. De la residencia Santa Marta, donde los cardenales duermen vigilados. De las salas, criptas, estufas, balcones y cámaras, donde se representa el poder petrino como si de una liturgia arquitectónica se tratara.

Recorreremos también los fundamentos canónicos y teológicos que sostienen esta estructura invisible. ¿Por qué el papa no es ungido como un rey? ¿Porque su poder es supremo pero no sacramental? ¿Puede el Espíritu Santo equivocarse o abstenerse? Compararemos el conclave con los sistemas de otras confesiones cristianas, los sínodos ortodoxos, los nombramientos anglicanos, los pastores electos de las iglesias protestantes, porque el modo de elegir a quien representa a Dios en la tierra dice mucho sobre cómo se concibe la iglesia misma. Durante siglos, el mundo ha mirado hacia Roma buscando señales. Humo blanco, campanas, una ventana abierta. Pero lo que sucede dentro del cónclave ha permanecido, siempre, tras muros cerrados. En el primer programa recorrimos su origen, evolución y mecanismo. Hoy cruzamos esas puertas.

En este segundo episodio entraremos en los pasillos del poder sellado. En los espacios, los rituales, las normas invisibles, las intrigas y las razones teológicas que sostienen este mecanismo único de decisión. Porque el conclave no es solo una elección, es una liturgia de poder, una arquitectura de silencio y una teología que se mueve entre el mármol y la estrategia.

Esto es que vuelen alto los dados. Bienvenidos, comenzamos.