
La carta | Serie: Siéntate, camina y ponte de pie | Pr. Marco Amaya 6h6a63
Descripción de La carta | Serie: Siéntate, camina y ponte de pie | Pr. Marco Amaya 114e1q
En esta enseñanza, arrancamos la serie Siéntate, camina y ponte de pie, basada en la carta a los Efesios. Pablo, desde la cárcel y con la madurez de los años, nos deja un mensaje poderoso sobre nuestra posición en Cristo, en el mundo y frente al enemigo. 🔹 Siéntate: Descansa en lo que Dios ya hizo por ti. 🔹 Camina: Vive una vida que refleje su gracia. 🔹 Ponte de pie: Permanece firme en la batalla espiritual. Dios nos da herramientas para enfrentar los desafíos de la vida. ¿Estás listo para aprender a usarlas? ¡Dale play y comencemos este viaje juntos! #SiéntateCaminaPonteDePie #Efesios #LaCarta Tienes alguna pregunta, escríbenos a [email protected] Síguenos para disfrutar de todo nuestro contenido y acompáñanos de manera presencial, cada domingo, 10:00 AM. ©️Iglesia Cristiana Viva Cra. 22 164 24 Brr. Toberín Bogotá, Colombia Si quieres conocer más acerca de nuestra comunidad visita nuestro sitio web: www.somosviva.org 4p4v62
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
El día de hoy vamos a iniciar una nueva serie, una nueva serie que tiene por nombre
Siéntate, camina y ponte de pie. Y el día de hoy nuestra primera enseñanza se llama La Carta.
Pero antes de iniciar yo quiero hacerles una pregunta, por favor levante la mano
todos aquellos que tengan más de 35 años, levánteme la mano.
Más de 35 años, levánteme la mano.
Bueno, listo, por favor bájen la mano y ahí empiezan todos, 25 hace 10 años, no, ya 35.
Podemos mentirnos, podemos decir no pasa, pero sí va a pasar, estamos creciendo.
Y no es que me haya levantado deprimido, ni mucho menos, pero es que
personalmente los 40 se cumplen este año, a fin de año pero llegué a los 40,
o sea ya los 40 ya son el cuarto piso, ya hay cosas que empiezan a generar eso,
ansiedad. Y todo el mundo empieza con los temas, los 40 hermano, ya no hay nada que hacer,
eso los 40, eso son terribles, se acabó la vida. Y es que es verdad, o sea, hablo de mí.
A medida que uno va creciendo empiezan a pasar cosas raras, el cuerpo cambia,
la mente, pero sobre todo el cuerpo. Empieza a salir pelo donde antes no había pelo,
o sea, yo cada vez que voy a la peluquería, el peluquero me empieza a decir, hermano,
me va a tocar hacerle descuento por la cabeza, pero cobrarle más por las orejas.
Qué mamera, o sea, esas orejas son llenas de pelos y no, yo estoy por ahí y pronto,
no, otra vez. Y me dice el peluquero, entre más se pase la máquina, más le van a salir. No importa,
me los dejo crecer y los paso para arriba. Pero es que es una mamera. Y aparte,
cuando hay mucha luz y yo me despido como, Dios mío, se ven más espacios blancos allá arriba.
Y es que, aún en el pelo, le empieza a molestar el cuerpo por partes que uno como que ni conocía.
La vez pasada me levanté con dolor de lengua. Me estaba doliendo la lengua. O sea, ¿la lengua?
Y no era que me la hubiera mordido. Me levanté un día y me dolió la lengua, no podía hablar bien.
O sea, ¿cómo le duele a uno la lengua? ¿Castigo divino? ¿Será que estaba muy grosero,
muy chismoso? Pero el caso fue que me levanté un día y me estaba doliendo la lengua. Qué fastidio.
O sea, y es más, yo trabajo con personas muy jóvenes porque yo trabajo con mucho
programador-desarrollador y usualmente los desarrolladores tienen entre 22 y 28 años.
Y no puedo conectarme a la sesión. ¿Por qué? Porque me duele la lengua. ¿Le duele la lengua?
O sea, a un pelado a los 22 años no le duele nada. Se cae de un segundo piso,
cayó mal y se levanta y no me dolió y siguen adelante. Es más, uno antes, siendo sincero,
yo podía pasar noches de derecho. Dormía cuatro horas y al otro día me levantaba,
qué maratón hay que correr, qué hay que hacer. No tenía sueño, no estaba cansado.
Hoy no duermo seis horas y me levantó al otro día enguayabado. Por no dormir,
ni siquiera por tomar, sino por no dormir. O sea, sí. Otro. Es una mamera. Al otro día no está con sed,
con dolor de cabeza, le duele el cuerpo y por no dormir. Y lo peor, a veces también se levanta
uno malo por dormir mucho. En estos días que Antonia durmió conmigo, Antonia duerme terrible.
Estaba torcida y yo la miraba. Y al otro día se levanta y no pasó nada. Yo llego a dormir mal y
al otro día estoy así. O sea, Stephen Hopkins en una bobada al lado mío al otro día. Y camina
uno. No, qué fastidio. O sea, dormir mal o dormir mal acomodado es un complique. Y si nos vamos a
otros terrenos más profundos, como la comida, ya está. No puedo comer lo que comía cuando estaba
pelado. ¿Cuántos años tienes tú, Juanse? ¿22? Bendita juventud. Ya a los 22 años me mandaban
a todoterreno con una gaseosa y qué hay para picar. Hoy en día me como una de McDonald's y
quedo lleno. Lleno como que agrieras. Yo alguna vez en una salida me comí. ¿Ustedes conocen los
burritos?
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