Sin amor ni pío | Serie: Co.Living | Mauricio Quintero 643v2r

Nos hemos venido desarrollando esta serie y hemos aprendido que Dios nos diseñó con un propósito especial y es no estar solos, ¿cierto? Es poder estar en comunidad, es poder aprender a crecer juntos, a estar pendientes los unos de los otros, que va en contravía de pronto de todo lo que la sociedad nos está bombardeando día a día, ¿cierto? Tú lo puedes hacer solo, puedes ser independiente, lograr tus metas, alcanzar tus sueños y en todo momento eres tú, tú, tú, tú, vamos, tú puedes. El empoderamiento, tu mente, sale adelante y lo que estamos aprendiendo es todo lo contrario, ¿cierto? El todos sobre el yo, era la primera enseñanza que el pastor Marcos nos estaba enseñando.

Y también estamos aprendiendo de esa identidad en Cristo que era tan importante para entender cómo ser parte de esta red, de esta comunidad, porque si no tenemos clara esa identidad, pues es muy difícil conectar, ¿cierto? Es muy difícil estar en el canal correcto para hacerlo, ¿cierto? Entonces, para mí esta serie ha sido muy especial, porque a diferencia de lo que nos decía el pastor Marcos en las preguntas, si tú eres sociable, si entras a un taxi y empiezas a hablar con él, el del taxi, con el del Uber, o si estás en un ascensor y puedes entablar una comunicación, una conversación, para mí eso es muy difícil, yo soy todo lo contrario, yo entro al carro y lo primero que hago es desconectarme, ¿sí? Me conecto a esto, me desconecto al mundo, para evitar tener esas conversaciones, y es algo que Dios ha venido hablando a mi vida, uno piensa que esto es obvio, que esto es algo que deberíamos hacerlo con naturalidad, ¿cierto? Pero es algo que tenemos que revisar, es como el comer, es como el respirar, nadie debería enseñarnos a comer, pero es evidente que no sabemos comer, es evidente que a veces no sabemos respirar bien, y es evidente que a veces no sabemos relacionarnos bien, entonces por eso es tan importante esta serie tan bonito, debemos tener que volver a revisar por qué nos cuesta tanto, ¿cierto? Y hoy tenemos un tema muy especial, y es el tema del amor, y es que el amor es la base para construir esas relaciones, ¿cierto? El amor es ese elemento que une y derriba tantas diferencias que tenemos, y en realidad es ese sueño que Dios tuvo desde un comienzo para nosotros, cuando nos creó, nos diseñó en base al amor. ¿Yo te puedo molestar, pastor? Con ese vasito de cristal Entonces vamos a Mateo 22, 37, Mateo 22, 37, 39, aquí los fariseos le están preguntando a Jesús, Jesús, ¿qué es lo más importante? ¿Qué es el mandamiento más importante? Esto no con una intención de aprender, yo quiero saber qué es lo más importante para mí, no, la intención de ellos era ver Jesús en qué se equivocaba, y podemos ahí caerle encima, ¿cierto? Y Jesús les dice, en esta cita, ama al Señor tu Dios, ¿a quién? Al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente, y les dice este es el primer mandamiento y el más importante, pero también hay un segundo mandamiento que es igualmente importante, ama a tu prójimo como a ti mismo, entonces es un mandamiento muy claro, amar a Dios, amar al prójimo y el amor por sí mismo también está incluido ahí, ¿cierto? Si usted en esta mañana de pronto siente que en su vida no hay propósito, Dios le acaba de regalar propósito, ama a tu Dios, ama a tu prójimo y amate a ti mismo también, ¿cierto? Porque si no te puedes amar a ti, pues va a ser muy difícil amar al de lado y así sucesivamente, ¿cierto? En 1995 salió una campaña publicitaria acá en Colombia muy famosa, que tenía unos personajes muy particulares, no sé si algunos lo recuerden, todavía no, ¿verdad?