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Ganar perdiendo | José Bencosme

Ganar perdiendo | José Bencosme 6zc5l

9/4/2025 · 46:08
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VIVA

Descripción de Ganar perdiendo | José Bencosme 481t2j

¿Alguna vez has sentido que perdiste algo por seguir a Jesús? Esta enseñanza te mostrará que a veces, perder a los ojos del mundo… es ganar en el Reino de Dios. 🙌 Hoy nos vamos a Betania, un lugar donde todo cambia. Un pequeño pueblo entre Jericó y Jerusalén, pero con una gran historia de transformación. Fue en Betania donde Jesús resucitó a Lázaro… donde una mujer rompió un frasco de alabastro para ungir a Jesús… y donde entendemos que el sacrificio tiene sentido cuando sabes a quién se lo estás entregando. 💧"María no solo dio el perfume… ¡rompió el frasco!"🍶 Su entrega fue total, sin reservas, sin cálculos. Una adoración tan costosa que hasta fue criticada por otros. Pero cuando sabes quién es Jesús, ya no te importa lo que otros piensen. Solo quieres honrarlo. Tienes alguna pregunta, escríbenos a [email protected] Síguenos para disfrutar de todo nuestro contenido y acompáñanos de manera presencial, cada domingo, 10:00 AM. ©️Iglesia Cristiana Viva Cra. 22 164 24 Brr. Toberín Bogotá, Colombia Si quieres conocer más acerca de nuestra comunidad visita nuestro sitio web: www.somosviva.org 44492h

Lee el podcast de Ganar perdiendo | José Bencosme

Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

Hoy quiero hablar de un tema que es un poco complicado de explicarlo, pero también es un tema muy importante que como cristianos tenemos que ir entendiendo. Y quiero comenzar a introducir el tema hablando de que en la vía hay lugares que cambian nuestras vidas, hay lugares donde tú llegas que cambian tu ánimo también, cambian tu forma de ver las cosas.

No sé, si echas memoria un poquito para atrás, tu universidad, tú pasas por la universidad y te vienen muchos recuerdos de todo lo que viviste, si estudiaste en la universidad o algo. Te vienen todas las experiencias, el colegio, te vienen todas esas cosas que te cambian el humor. Tú empiezas a recordar, oye qué chévere la pasé ahí, o qué mal la pasé, porque pudiste haber pasado una universidad un poco fuerte. Hay cosas buenas también que nos pasan, por ejemplo, en la iglesia donde nos casamos. Todavía estoy hablando de cosas buenas, no sé para algunos, pero la iglesia donde tú te casaste, tú normalmente pasas y dices, ay yo me casé ahí, yo me recuerdo todo eso, y son cositas que van cambiando tu forma de ver las cosas.

A los que nos gusta el fútbol, ir a un partido de fútbol, ver un partido de fútbol, ver tu equipo, es algo que tú puedes tener un día nefasto, pero tú vas al día, al estadio y no sé, se te olvida todo y te cambia todo y te distraes, se te cambia todo lo que venía de antes. También obviamente hay lugares malos, hay lugares donde también te ponen triste. En la personal, una sala de espera a mí me desespera. Una sala de espera para mí es lo peor, que tú agarras el numerito y te dice C15 y van por el C13, y te dicen, bueno, faltan dos, pero entonces empieza a salir el J44, el P45, y pasas ahí dos horas esperando y te dicen, Dios mío, pero nada más faltaban dos, ¿por qué yo sigo acá? Eso es algo que a mí, por lo menos en lo personal, me desespera.

Es algo que me cambia el ánimo, independientemente cómo esté. Y algo que es muy importante, es que más allá de los lugares y más allá de las situaciones y donde podamos ir, hay algo que es muy importante y es que Jesús es capaz de cambiar cualquier situación donde Él llegaba. Y hay una ciudad que se llama Betania. La ciudad de Betania estaba a tres kilómetros de Jerusalén y a 77 kilómetros de Jericó. ¿Qué quiere decir esto? Estaba como ahí, un poquito más cerca de Jerusalén, que es la ciudad prometida, o digamos, una ciudad muy importante para el pueblo de Israel, pero era una ciudad donde Jesús, siempre que llegaba, hacía algo.

Siempre que Jesús llegaba a Betania, sucedía algo. ¿Qué sucedía en Betania? Para traerles a memoria. En Betania es donde Lázaro fue resucitado. Es algo muy importante en la Biblia y es algo que todos quizás conocemos la historia. Para los que no las conocen, se las cuento rapidito. Lázaro cae enfermo. María y Marta le escriben a Jesús un whatsapp en el grupo. Le arroban a Jesús y le dicen, Lázaro, perdón, Jesús, Lázaro está enfermo. Jesús, en sus afanes, perdón que diga afanes, pero digamos en sus quehaceres del ministerio, lo dejan visto. No responde. Lázaro muere.

Luego llega Jesús, después de los tres días, después de unos días, llega y resucita Lázaro. En Betania sucedió esto. Hubo una resurrección. También sucedió algo que es muy importante y fue donde Jesús fue ungido. Y es de lo que vamos a hablar el día de hoy. Vamos a ir rápidamente a Juan 12 del 1 al 8. Este verso es muy importante y este evento que sucedió es muy importante. Tan importante que fue relatado en tres de los evangelios.

Mateo, Marcos y Juan del 1 al 8. Juan 12 del 1 al 8. Voy a leer en Reina Valera. Me gusta la Reina Valera porque siempre es como la más viejita y la más cercana a la original. Algo muy personal pero las leo en Reina Valera. Dice, seis días antes de la Pascua vino Jesús a Betania donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos. Y le hicieron allí una cena.

Marta servía y Lázaro era uno de los que estaba sentados a la mesa con él.

Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús y los enjugó con sus cabellos. Y la casa se llenó del olor del perfume. Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote, hijo de Simón, el que había resucitado de los muertos.

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