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Las apariencias engañan: Barbie y Ken Asesinos 293e3p
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Cuando Leslie Mahaffy desapareció en junio de 1991, las autoridades pensaron que se trataba de una fuga voluntaria. Tenía solo 14 años y ningún indicio apuntaba a un crimen. Pero dos semanas después, su cuerpo apareció descu*rtizado y sellado en bloques de cemento en el fondo de un lago. El caso se cerró como un hecho aislado… hasta que, diez meses después, otra adolescente desapareció a plena luz del día. Kristen French, de 15 años, fue vista por última vez en St. Catharines, una localidad cercana a Burlington. Su desaparición sí fue tratada como un posible secuestro desde el principio, aunque el desenlace fue igual de trágico. Fue entonces cuando la policía comenzó a atar cabos. Las similitudes entre ambos casos no podían ignorarse. Y detrás de esos crímenes se escondía una pareja que, de puertas para afuera, parecía salida de una revista. Pero nada era lo que parecía. ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/2339289 651r5l
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Bienvenidos un día más a La Crónica Oscura, un podcast en el que os cuento las leyendas, los crímenes y las historias de terror más perturbadoras de la historia.
El caso de hoy empieza el 15 de junio de 1991, día en el que Leslie Mahaffey desapareció sin dejar rastro en Burlington, Ontario.
Nadie la consideró una víctima de un crimen violento o un secuestro.
Desde el principio, las autoridades creyeron que se había escapado de casa, hasta que dos semanas más tarde apareció descuartizada y cubierta de cemento en el fondo del lago Gibson.
La investigación concluyó que se trataba de un crimen aislado y no premeditado.
Pero todas las alarmas saltaron cuando tan solo diez meses después del hallazgo del cuerpo de Leslie, en abril de 1992, Kristen French, de 15 años, fue secuestrada en St. Catharines, un pueblo ubicado a apenas una hora de Burlington.
A diferencia de lo que ocurrió con la primera víctima, su caso sí fue investigado desde el minuto uno, aunque el desenlace fue exactamente el mismo.
Kristen fue encontrada sin vida en una zona boscosa junto a una carretera de Burlington.
Con este segundo hallazgo, y también gracias a los resultados de ambas autopsias, se concluyó que ambas chicas habían sido víctimas de un mismo asesino.
Bueno, de los dos mismos asesinos, porque sí era una pareja la que había cometido estos crímenes.
Una pareja que, además, representaba perfectamente el concepto de las apariencias engañan.
En este episodio voy a contaros la historia de Kristen French y de los conocidos como Barbie y Ken asesinos.
Pero antes de empezar, recordaros que podéis seguir y puntuar el podcast si queréis conocer más historias como esta, y que si no quieres perderte nada, también puedes activar la campana de notificaciones.
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Y ahora sí, dicho esto, no me enrollo más y comenzamos directamente con el caso de hoy.
Kristen Dawn French nació el 10 de mayo de 1976 en St. Catharines, una ciudad ubicada en la provincia de Ontario, en la zona de Niagara Falls, en Canadá, siendo la segunda hija del matrimonio formado por Doug y Donna French.
La familia French era la representación viviente de la típica familia perfecta.
Todos estaban superunidos y se querían muchísimo, pero además los French estaban superinvolucrados con su comunidad, y en el vecindario todos los conocían y los apreciaban un montón.
Este entorno sano en el que creció Kristen contribuyó a que, desde muy pequeña, desarrollara una personalidad muy sociable, extrovertida y cariñosa.
A medida que fue creciendo, Kristen también demostró ser una crack en todo lo que hacía.
No solo se convirtió en una estudiante de cuadro de honor con una media de calificaciones perfecta, sino que era una auténtica atleta.
Desde pequeña practicaba patinaje artístico, deporte que le apasionaba y en el que además ganó muchísimas medallas, y al comenzar en el Instituto Holy Cross y sin abandonar el patinaje, se unió también al equipo femenino de remo, convirtiéndose además en un miembro muy valioso de este.
Kristen era buena estudiante, toda una atleta y, por si fuera poco, una persona completamente entregada a los demás.
Siempre anteponía las necesidades de sus amigos a las suyas propias y todos los que la conocían la describían como una chica de naturaleza bondadosa.
Y con este pequeño contexto llegamos al 16 de abril de 1992.
A Kristen le quedaba menos de un mes para cumplir los 16 años, aunque ella en ese momento estaba mucho más centrada en la competición de remo que tendría lugar precisamente el día de su cumpleaños.
Ese 16 de abril ella salió del Instituto Holy Cross y se dirigió caminando directamente hacia su casa, dispuesta a empezar a disfrutar de sus vacaciones de Semana Santa.
Pero dieron las 3, las 4 de la tarde y Kristen no llegaba.
Su madre, preocupada porque no era habitual en ella llegar tan tarde sin haber avisado antes, llamó inmediatamente a la policía.
Los agentes conocían a los French y sabían que no era habitual en Kristen desaparecer sin avisar a nadie o escaparse de casa.
Así que inmediatamente decidieron recorrer el trayecto que solía recorrer la chica al volver a casa del Instituto.
A unos dos kilómetros de este Instituto del Holy Cross, en el aparcamiento delantero de una iglesia luterana, encontraron un zapato que Donna identificó como el de su hija.
Y muy pronto varios testigos se acercaron al lugar para contar que sobre las 3 menos 4 de la tarde...
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