7 MIEDOS de la Oposición en la RECTA FINAL (Y su solución) 3t11v

Lo fácil ahora es rendirse. Lo fácil es decir, ya está, no llego. Pero si estás viendo esto, tú no eres la media. Tú piensas en grande. Y si sigues, si resistes, quizás esta plaza no te cambie solo el año, te cambie la vida. Vamos a ver siete grandes miedos de la oposición en la recta final, donde muchos opositores se quedan, donde muchos opositores abandonan, y lo más importante, la solución. Son miedos frecuentes, así que quédate hasta el final, porque te va a ayudar a que la recta final te dé esa inercia que necesitas para ponerte frente al tribunal y decir, yo voy a ser tu futuro compañero de centro educativo.

El primer miedo es que pienses continuamente que no estás preparado y que lo olvidas todo. Esa sensación de no saber nada. Tenemos que aterrizar la sensación etérea, la sensación poco concreta, ¿cómo lo podemos hacer? Evocando más que la media, es decir, haciendo minisimulacros cada poco tiempo, donde intentes repasar de una forma activa, evocar cada día compartiendo lo que vas aprendiendo en tu grupo de opositores, con tu compañero más cercano que también esté opositando.

En definitiva, no tienes que buscar esa certeza, esa comodidad de saberte todo, porque no va a llegar, sino que con la incerteza del miedo de tener ciertas lagunas tienes que ir avanzando, tienes que ir repasando de manera activa, porque ya os digo que si os dejasen dos, tres, cuatro años más para estudiar, cogeríais eso que os dejan, pero realmente vas más preparado de lo que parece. Segundo, mi programación no es original, no destaca esa inseguridad estética, esa inseguridad de que me he equivocado en cierto punto. Te tengo que decir que la programación, que el documento es importante, pero no es lo más importante.

Tienes que cumplir lo que marca convocatoria, lo que realmente marca la diferencia es cómo lo vendes, es cómo expones, es cómo presentas con convicción y sentido didáctico todo tu documento. Así que el documento hazlo de la mejor manera posible, pero no se te puede ir ahí el 90-95% de tus esfuerzos, sino que tienes que equilibrar y una vez cierres el documento ya está y te tienes que centrar en saber venderlo. Cada año tengo multitud de ejemplos a mi alrededor de opositores, opositoras que tienen programaciones mediocres, que exponen bien y sacan plaza y viceversa.

Opositores que han invertido muchísimo tiempo en un grandísimo documento y por no saber exponerlo se quedan a las puertas o incluso suspenden. Tercer miedo muy frecuente, estar agotado, el pensar que ya no puedes más. Es el último mes y sería perder una gran oportunidad que te rindieses hoy. Y te tengo que decir que toda tu competencia está igual, está agotada, está con ganas de dejarlo. Solo te pido que des esa milla extra porque merece mucho la pena. Aquí cada vez hay menos competencia, hay opositores que se están quedando por el camino, hay opositores que abandonan, hay opositores que toman malas micro decisiones frente a este agotamiento.

En vez de estudiar una hora más, cogen y se van a distraerse. Pues bien, esas personas ya no son tu competencia. Si tú realmente te lo tomas en serio y añades esa milla extra... Yo recuerdo semanas antes de mi examen de supuestos, estuve viendo uno de los supuestos que literalmente salió al 90% de similitud. Es decir, yo me miré dos, tres, cuatro días antes de mi examen un supuesto que me habían dicho de la academia si quería hacer, lo hice y el día del examen, gracias a esa práctica, pude resolverlo con muchísima facilidad.

No infravaloréis este último ratito, no infravaloréis estas últimas semanas porque realmente te da más de lo que parece. Cuarto miedo. Los demás son mejores que yo. Es una comparación que no tiene ningún tipo de sentido. Tú no te puedes comparar con personas que no sabes cómo estudian, que no sabes cómo van a hacer el examen, que no sabes cómo gestionan los nervios, que no sabes si tienen un gran documento, cómo exponen... Lo único que puedes hacer frente a esa inferioridad continua es compararte con tu yo anterior, es decir, compararte con tu yo de ayer. Cada día exponer un poquito mejor, cada día hacer un simulacro extra, cada día tener un recurso extra para el supuesto y ya está.

Poner esos límites cada vez que te sientas pequeño o pequeñita, ponerte delante del espejo y decir yo voy a hacer lo que esté en mi mano, que por mí no quede y luego ya veremos. Quinto miedo. No sé cómo destacar con temas flojos, no tengo recursos frente a los supuestos. Esto, de nuevo, conforme te vas formando...