#4 - Continúa la educación de Paul McCartney 5r1v9

Esto es Querido McCartney, el podcast hermano de Strawberry Fields Beatles Podcast y de Querido Lennon. Aquí conoceremos la vida del que es para mí el mejor músico del siglo XX, Paul McCartney.

Mi nombre es Eva Paula Bonora, y os narraré con mucha ilusión y mucho amor la vida de esta gran leyenda viva. En el último episodio de Querido McCartney hablamos sobre el poder adquisitivo de los McCartney y sobre su vida familiar. Pero sobre todo nos centramos en la educación de Paul en la escuela, en el coro de la iglesia y en casa, donde aprendía música de la mano de su padre Jim. Hoy continuaremos con la educación de Paul y la figura del pater familia, quien imponía su ley en casa.

Aunque generalmente era Mary quien se encargaba de la educación de los niños, Jim era el cabeza de familia y su palabra iba a misa. Obligaba a sus hijos a ser corteses con gestos anticuados ya para la época, como el de levantar sus gorritas escolares para saludar a las damas, incluso cuando se las cruzaban en la calle y ni siquiera las conocían. Paul recordaba, decíamos, ¡ay papá, por qué tenemos que hacerlo, ninguno de los otros niños lo hace! Pero lo hacíamos. Jim también se preocupaba de que sus hijos fueran honrados y honestos, incluso en los momentos más irrelevantes.

Por ejemplo, una vez Paul se encontró un billete de una libra en la calle y su padre le hizo ir a la comisaría a entregarlo. Por supuesto, como seguía siendo costumbre en los hogares británicos, Paul y Michael no se libraron de recibir algún cachete o azotaina si se habían portado mal, pero nunca por parte de su madre Mary. Normalmente, Paul solía librarse de estos castigos físicos con su labia y Mike, que era más impulsivo, no corría tanta suerte.

Asimismo, el pequeño siempre se metía en problemas en la escuela. Sin embargo, Paul hacía uso de esa habilidad suya de camelar al personal con las palabras para librarse de peleas y matones en el colegio. Lo consiguió muchas veces, aunque no siempre. En una ocasión, dos chavales más grandes que él lo atacaron en el sendero de Dungeon Lane, cerca de su casa, y le robaron el reloj. Paul tuvo que identificarlos en el tribunal ante la vista de todos. Aunque no era de los que pegaban, a Paul no le faltaba valor.

Como vimos en episodios anteriores, Mary McCartney era partera o matrona, y eso hacía que trabajara muchas horas extra, que tuviera que salir rápidamente con la bici, lloviera o nevara, para ir a atender a las parturientas a cualquier hora del día. Jim estaba en