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Buenas noches, persona normal. Permite que te dé la bienvenida al que creo que sí será el último comentario de la saga Search and Rescue Officer. 5 comentarios, ¿eh? De unas 2 horas cada uno, no está mal, ¿eh? Quiero que sepas que he probado de escucharme mis propios comentarios y me cuesta mucho explicar que alguien tenga el más mínimo deseo de darle al play a esto. Me escuché un trozo el otro día y es una especie de errante esquizoide mezcla de nostalgia y tonterías. Una persona rota detrás del micro. A la vez creo que es como un paseo, lo expresé el otro día en el chat de Telegram.

Me gustaría que fuera alguien invidente, ¿no? Quizás por mi filia por el cine terror italiano, ¿no? Cinchia Monreale de La Ciega del Más Allá, qué personaje poderoso con esas hombreras. ¿No sabes de qué hablo, tío? El Más Allá de Lucio Fulci. Párate, esta mierda. ¿Sabes de qué estoy hablando? Chus, diles de qué estoy hablando, tío. El Más Allá de Lucio Fulci, no de Masahiko Bayashi. También muy buena, ¿eh? Kwaidan, buenísima. Esta es de fantasmas del Kaida Negra, ¿no? Esa pelis de fantasmas de los 60 de Japón. ¿Ves? Lo estoy haciendo.

Preciosa esa pelis. No puedo pararme. ¿Te pasa a ti que de repente asocias... La gente pasa mucho con la música. Ay, esta es la época en la que escuchaba Radiohead, ¿no? Qué guay, ¿no? Yo tengo mi etapa a Voice of Canada, ¿no? No quería hacer otra cosa con mi vida. Escuchar Voice of Canada. Cuando llegaba a casa me iba por ahí a pasear y escuchar Voice of Canada y a pensar. Estar nostálgico y melancólico, ¿no? Y así interesante para las chicas.

Pues a mí me pasa con las películas muchas veces porque a mí me da por hacerme ciclos así y recuerdo que cuando nació mi hija, en aquel entonces, se echaba la siesta de verdad, ¿no? Ahora las siestas se pagan caras. Cuando son muy pequeños se pagan, duermen todo el día, ¿no? Luego la gente dice que no. Yo sé que he tenido suerte, ¿no? Ah, dormir todo el día. Ahora, claro, la niña se eche una siesta tendrá consecuencias posteriores que yo generalmente no estoy dispuesto a pagar. Yo estoy, mira, nos pasamos todo el día jugando. Ayer estuvimos jugando con unos tubos, ¿no? Jugamos con los caballitos. Estoy entrando en otro, ya. Vale.

Tiene como unos tubos. Están guapísimos, ¿eh? Como que se contraen y se estiran. Hacen un ritmo muy gracioso. Y se doblan, se pueden juntar entre ellos. Es como un juguete, en verdad.

Como este pavo de Fisher Price que dijo, ostia, pero si a los bebés les flipan las llaves. Y dijo, pues vamos a hacerles unas llaves, ¿no? Hizo esas llaves de plástico gordas que les flipan a los bebés, ¿no? Y este debió ser, ostia, uno de Aliexpress, me imagino, ¿no? Ostia, el material de obra les flipa a los niños. Bueno, pues con su familia de tubos eran los caballitos, ¿no? Hicimos un ciclo imposible en el que llevábamos a los caballitos a comer algas. Luego los escondía debajo de un cojín. Luego nos íbamos a dormir. Yo ahí era, claro, era la hora de la siesta.

Yo me voy a dormir, de verdad, casi aquí, ¿no? No, ya es de día, tal, ¿no? Vamos, uy, está lloviendo. Vamos a ponernos el paraguas, ¿no? El paraguas era ponernos la parte de arriba uno y la parte abajo otro de su pijama en la cabeza, ¿no? Como si fuéramos señoras con bolsas de plástico. Y nada, y seguir por ahí con nuestra vida.

Pues eso, ahora salgo de este nivel, ¿no? Jugar con mi hija, Julieta. Y entonces voy a esta época en la que me veía estas pelis de fantasmas maravillosas, ¿eh? De los sesenta o setenta. Esto la gente de haces no lo tiene muy claro. Terror japonés. Pistoletazo de salida no es Ringu, pero sí que es la película que lo populariza, es Sadako. Dios mío, qué mujer, ¿eh?