Últimamente no duermo mucho, tengo un montón de cosas en la cabeza y en cualquier caso siempre he tenido tendencia al insomnio. Estos últimos días ha sido tan malo que en el mejor de los casos duermo dos o tres horas. Anoche era mi viernes, terminaba mi semana laboral y había planeado quedarme despierto pero no tenía intención de pasar la noche en vela.

Estoy trabajando en un proyecto personal de escritura y perdí la noción del tiempo.

Me tomé un descanso hacia las 3 de la mañana, me levanté para estirarme, comer algo y cagar.

Como mucha gente suelo dejar la tele encendida con el volumen bajo porque me gusta tener ruido de fondo. El silencio puede ser tan tóxico como la cacofonía. Vivo en un pueblo muy pequeño y las noticias locales todavía tienen la despedida tradicional cuando el programa termina por la noche. Una bandera estadounidense ondeando mientras suena el himno y un mensaje deseando buenas noches a los espectadores. Después de eso solo ponen la carta de ajuste hasta las 6 cuando empieza la programación para madrugadores. Cuando pasé por el salón el himno acababa de terminar.

Me hice un sándwich y de camino de vuelta al dormitorio me paré para cambiar de canal, pero la emisora no estaba mostrando la esperable carta de ajuste así que me senté para ver qué pasaba. Aquí el servicio forestal suele emitir alertas de emergencia cuando hay un caso de persona desaparecida o hay algún problema en el parque.

Nuestro pueblo está rodeado por tres de sus lados por un bosque muy denso, así que cualquier cosa que pase en el parque nos afecta casi de inmediato y las alertas no son algo raro. Pensé que tal vez alguien había tenido un problema en uno de los campamentos y supuse que no me costaba nada ver de qué se trataba antes de volver al trabajo. Si era algo serio, de todos modos me iban a llamar. Mejor enterarme antes.

Me comí el sándwich y silencié la tele para no tener que escuchar el tono de alerta. Quien estuviera al mando en la misión no estaba usando el mensaje pregrabado habitual así que seguía parpadeando la pantalla estándar de emergencia. Me pareció raro que lanzaran la alerta a esas horas. Normalmente si pasa algo grave siendo tan de noche activan las sirenas de tornado y los policías van puerta por puerta.

Es un pueblo muy pequeño así que no es un mecanismo descabellado. Las únicas veces que recuerdo que hubo que hacer eso fue cuando un tornado tocó tierra cerca del límite del pueblo y el año pasado cuando un incendio forestal cruzó la frontera del estado y se acercó más rápido de lo esperable. Pero nunca había visto una alerta después de las 10 de la noche así que era extraño ver una emisión de emergencia sin oír las sirenas a la vez.

La pantalla estándar parpadeó un segundo lo que suele señalar el final del tono de alerta y el comienzo del mensaje real así que le volví a dar volumen. Alcancé a escuchar el final del tono antes de que cambiara ese pitido intermitente o como se llame ese sonido plano. Apareció un mensaje por un instante pero no me dio tiempo a leerlo y obviamente no se pueden rebobinar las emisiones de emergencia. Luego apareció otro mensaje.

Me reí y empecé a sacar el móvil del bolsillo para hacerle una foto. Conozco a la gente que gestiona el sistema de alertas y sé que los superiores les echan la bronca por las faltas de ortografía. Pero antes de que pudiera tomar la foto el mensaje desapareció y fue reemplazado por otro en tiempo real. Quien estuviera escribiendo lo hacía rápido y con muchos errores. Fue entonces cuando empecé a rayarme un poco.

El mensaje desapareció y hubo una breve pausa. Le mandé un mensaje a un amigo mío que también suele quedarse despierto hasta tarde y le dije que pusiera las noticias. Apareció un nuevo mensaje, esta vez prescrito. El mensaje se cortó ahí. Mi amigo no respondía. Empecé a mirar las noticias en el móvil buscando si había algo muy loco de última hora pero no encontré nada. El tiempo estaba tranquilo, no había incendios. Me vibró el móvil y vi el mensaje. Mi amigo estaba viendo la alerta y también estaba desconcertado así que lo llamé. Empezamos a hablar mientras seguíamos viendo la emisión.