11-M: El Abogado del Diablo #10: los explosivos, con David Diaz Cabo 5oa4o

Pues un año más, 11 de marzo, la semana del 11 de marzo, esta vez de 2025 y hoy venimos a hablar de una cosa que creemos que tampoco se ha tratado en exceso. Si ves todas las aristas que tiene este caso, el 11M, los atentados de Atucha, una de las piezas clave para entender o tratar de entender un poco lo que pasó son los explosivos. No hay, que yo sepa, ninguna tertulia, ni ninguna charla, ni debate específico sobre los explosivos. Hay un par de vídeos muy antiguos de uno de Libertad Digital que está con los peritos que hicieron la pericial en el juicio.

Tenemos luego otro y alguna después, alguna entrevista con Gabriel Morris, también Perito. No es algo que esté demasiado tratado y vamos hoy, como siempre, a nuestra manera, intentar explicar qué pasa con los explosivos, quién los pone, qué explota, qué no explota, si sabemos a día de hoy lo que pasó. Como os digo, esto es un tema complicadísimo, muy, muy, muy complicado. Quizás, quizás, el más complicado de todo el caso, ¿no, David? Sí, buenas noches o buenas tardes, buenos días, cuando nos vean. Sí, sí, bueno, es que, aparte de ser el más complicado, es que es el meollo del tema, son las pruebas.

Tenemos que saber qué explotó en esos trenes para conocer la verdad. Si fueron nuestros marroquíes, fueron unos de ETA, fueron unos ses, fueron unos servicios secretos de no sé dónde, una operación, una op negra de nuestros servicios secretos. Por lo menos, o por lo menos para saber quién no fue. Si aquí llegamos a la conclusión de que los trenes no están ya gomados secos, pues a lo mejor, tras horas, está en la cárcel a lo tonto. Al final, esa fue un poco la estrategia de su abogado, gran abogado, ya fallecido.

Yo creo que en un juicio normal a este hombre no le podían haber encalomado. Pero bien, ¿por qué nos hemos venido con David y Azcabo? ¿Podemos decir de por qué no vienes? No hay problema, ¿no? Este señor sabe de cosas que hacen. Este señor sabe bastante, bastante, de cosas que hacen ¡pum! ¿Por qué? Porque es artificiero. Bueno, siempre siendo o no, pero bueno, fui artificiero, entre otras muchas cosas. En el ejercito de tierra. Tú eras más experto quizás en desactivar, ¿no? Que en lo que son los propios funcionamientos. No, es al revés.

Los artificieros son los aficionados, bueno, los aficionados, los expertos en poner explosivos, en realizar destrucciones, voladuras, no hacer, bueno, hacer bombas pues también, si nos ponemos. Pero bueno, somos expertos en eso. Y los TEDx, por ejemplo, son especialistas en desactivar explosivos. Obviamente, ambos saben más de, un poco más de una cosa que de otra. Yo de desactivar, pues he desactivado alguna cosa, pero no al nivel que pueden tener ellos, ni los medios que ellos tienen.

En mi época era todo, nosotros no teníamos trajes, ni robots, ni inhibidores, ni el disruptor, ni nada de eso. Nosotros íbamos a pelo con unos alicates, una navaja y unas manos. Como se hacen las cosas normalmente en el ejército español. En cualquier caso, en cualquier caso, con lo que tú sabes de explosivos y lo que yo he trasteado por el caso, pues vamos a ver si le podemos... Ojo, ya aviso, no estamos de acuerdo. Él tiene unas conclusiones, yo tengo otras.

Bueno, por eso es el abogado del diablo. Y seguramente ni tú ni yo vamos a dar con la verdad. Aunque seguramente podamos tocar en ciertos puntos, y nosotros no lo sabremos, ni los que nos estáis viendo, tocaremos ciertos puntos, seguramente, lo que pueda ser la realidad, pero no lo vamos a ver ninguno. Es que todas estas teorías no las va a saber nadie, porque no sabemos cuál fue la realidad. Podemos intuir y tener algunas teorías, pero cuál fue la realidad no lo vamos a destapar hoy, esta noche. O sea, que el que esté esperando aquí...

Pero sí, yo creo que podemos arrojar luz a ciertas cosas que la gente no tiene por qué saber, eso para empezar. Y aclarar temas. Y luego, ya como siempre decimos, pues cada uno que sí puede tener a un sumario que lo lea, si el que quiera verse el juicio que lo vea. Nosotros, en el documental, el capítulo dedicado a esto es el capítulo 4, que es el arma del diablo.