1031 (No tiene título) 3o306h

Empezamos con historias para recordar esta historia no tiene título se llama mil treinta y uno ya sabes que quien te habla es verónica aventura también soy quien redactó la historia y las cuento si se te ocurre algún título puede decírmelo a través del canal de youtube teorías para recordar donde también encontrarás el video de esta historia o en facebook obras de veronika aventura esta historia va de unos campesinos que divisan algo extraño tan extraño que no pueden recordarlo deciros que si tenéis poemarios o novelas u obras de algún otra índole y queréis que yo las lea pues te espero te esperamos a que nos hables en las redes sociales para hacerlo de forma gratuita pues nada sin más empezamos esta historia historia diez mil treinta y uno cuentan que estaban campesinos cenando sopa caliente en la casa del campo acompañado de su esposa mientras el silencio inundaba su hogar el frío se sentía en los cristales de las pequeñas ventanas de la casa de madera mientras maría la mujer de manolo el campesino se afanaba en azuzar el fisco para que calentase más y no se fuera el fuego que daba calor el hombre ya había empezado a comer un trozo de queso fresco que tenía entre sus manos pequeñas y cuadrada de uñas comidas junto a un trozo de pan duro la mujer de cabellos castaños con un moño despelucado y arrugas en la frente había empezado a quejarse porque le había visto a una vecina del pueblo donde ellos solían estar una estufa eléctrica manolo había terminado de comer el queso y la miró con sus ojos pequeños adornado de aquellas cejas pobladas en la casa no se puede poner esa cosa gruñó la mujer se levantó a regañadientes y recogió la mesa esa casa estaban las afueras del pueblo porque eran unas tierras que tenian manolo y maría donde habian plantado sus árboles frutales donde sembraban sus hortalizas allí tenían sus pocas de gallinas que le daban sus huevos y un rebaño pequeño de cabritas para hacer y vender el queso fresco se sentaron los dos en aquellas sillas dura de madera cuando escucharon un ruido extraño era similar a un trueno está tronando preguntó maría manolo miró para la pequeña ventana del diminuto comedor no parece que el cielo esté lleno de nubes volvió a sonar el sonido y maría corrió a la ventana para ver con claridad que el cielo estaba despejado luego corrió hasta la ventana de su cuarto quedaba la parte de atrás el cielo estaba tan despejado como por el otro lado volvió a sonar el estruendo que parecía ser como si un avión rebasar la velocidad del sonido maría volvió al salón y miró a manuel que ya estaba levantado y cogiendo su escopeta de cazador que va a hacer pregunto algún animal que está dando las placas de metal que tengo los lindes de la parcela y eso es lo que suena así que con un disparo sacaba ruido explicó manuel convencido de lo que estaba diciendo entonces los dos abrieron la puerta de su casa y detrás de los árboles frutales que estaban frente a la vivienda se divisaba una luz roja con un atardecer tardío la luz a la vez que sus rayos se disipaban para arriba se tornaba de una zanja de colores anaranjados y amarillentos los dos se quedaron mirando aquella luz extraña que se veía por detrás de sus árboles se volvió a escuchar el estruendo como si pasara por encima de sus cabezas maría miró al cielo para observar que estaba especialmente estrellado luego volvió su mirada al frente a luis rojas raz del suelo comenzó a avanzar hacia ellos manuel cargó su arma y a sabiendas que aún tenía buena puntería apuntó qué vas a hacer preguntó maría asustada no ves que nos