Warhammer 40.000: Imperium Maledictum - Quemadura química 5 6l1l6q

¡Bendito Emperador! ¿Pero en qué estaba metido Raquel? ¿La Inquisición? ¿Lo buscaba la Inquisición? Nedaveus había oído desde niño toda clase de historias para no dormir sobre los sagrados sordos. Trabajadores que habían sido ejecutados por el más ligero de Slyth en su adoración al dios Emperador, nobles que habían sido convertidos en servidores por tratar con los odiados senos o, incluso, planetas enteros destruidos por haberse alejado de la luz del Emperador.

Los inquisidores estaban en todos lados, podían saberlo todo y nadie estaba libre de su infinito poder. Eran el terror encarnado, el nombre que invocaba su tía abuela cuando no se portaba bien y ahora habían llegado a su puerta. Se habían cobrado uno de sus dedos y no podía creer que hubiera pagado un precio tan pequeño por sus transgresiones.

Soyozaba y se dolía, intentando cortar la hemorragia. Pedía auxilio a San Macarius, cavilando sobre qué hacer. ¿Intentar desaparecer para siempre? ¿O permanecer en Rokkar, a la espera de que regresaran a por él? Maledictum, libro de próxima publicación por parte de DeMirth, ya lo están anunciando en alguna tienda.

Quinta sesión en esta investigación que están llevando a cabo nuestros acólitos inquisitoriales y hoy nada más que vamos a contar con Ismisa Grace y con Zariel Octavia, o lo que es lo mismo con Mark y con Zub. Nos va a faltar Sombra de Huesos, que es Oscar, porque está malito y normalmente esperaríamos, pero ya llevamos una semana que no jugábamos y por no tener esto muy parado y que vaya pasando el tiempo he preferido que aunque solo haya dos jugadores le demos a la partida. Así que buenas noches, chicos.

Buenas noches a todos los expertos del Imperio Inquisitorio.

Bueno, vamos a retomar la partida donde lo dejamos en la escena anterior, que fue en un momento ahí álgido climático. Recordaros, por si no lo tenéis en este momento en la cabeza después del tiempo que ha pasado, que estabais investigando todo esto de la droga está gratis. No se sabe dónde procede, aunque estéis tirando el hilo poquito a poco ya sabéis que quien la suministra a los trabajadores es un tal Raquel.

Os topasteis con él, escapó a vuestro intento de captura y acabasteis en la sesión última decidiendo ir al Manufactorum de baterías el 6.938 o 6.398, ahora mismo no recuerdo exactamente si el 9 o el 3 iban antes, pero bueno. Confirmando lo que yo dije de que lo estáis inventando para trolearme a mí. No, no lo estamos inventando, está fijado, pero es que en este momento no recuerdo exactamente el número y tampoco me voy a detener mucho a mirar.

Fuisteis a ese Manufactorum, os describí un poco cómo era el lugar, aquello era inmenso, ocupaba varias plantas de la colmena o de los niveles bajos de la colmena. El interior era un conjunto de líneas de montaje, cadenas de montaje de baterías de rifle láser. Aquello también era una mega estructura llena de pasarelas en varios niveles, se respiraba un aire tóxico, precisamente de todo ese trabajo, los únicos que llevaban respiradores