Tu propósito de vida: lo que nadie cuenta… 2f1p61

Y si el propósito de tu vida no fuera algo que tienes que encontrar allá afuera, sino algo que ya vive dentro de ti, Eckhart Tolle propone una forma completamente distinta de entender el propósito de nuestra vida.

Nos invita a dejar de buscar sentido en las metas futuras o en los logros para descubrir que el sentido profundo de vivir nace en el momento presente.

En este episodio vamos a explorar con calma, con profundidad, lo que él llama los dos propósitos de la vida, el interior y el exterior, y vamos a ver por qué uno de ellos debe sostener siempre al otro.

¿Pero qué es esto del propósito interior? Textualmente nos dice, tu propósito interior es despertar, ese es el aspecto más importante de tu vida.

Este propósito no depende de tus circunstancias, es el mismo para todos los seres humanos.

El propósito interior tiene que ver con un acto sencillo y a la vez superpoderoso, estar plenamente presente.

Es decir, vivir lo que está ocurriendo aquí y ahora, con atención, sin distracciones internas ni externas.

Imagina que estás tomando un café, pero en lugar de disfrutarlo estás pensando en una discusión que tuviste ayer o en lo que tienes que hacer mañana.

Normal, ¿no? Eso es algo que solemos hacer la mayoría del tiempo, estamos físicamente en un sitio, pero nuestra mente está en otra parte y no vivimos el presente, lo pasamos por alto.

Vivimos desde el ego casi todo el tiempo.

Ya sabes que el ego es esa parte de ti que cree que solo vales si logras, si encajas, si te iran, siempre quiere más, siempre tiene miedo de no ser suficiente, por eso no sabe vivir tranquilo en el presente.

En cambio, cuando logras estar atento a lo que estás haciendo, cuando escuchas sin pensar en lo que vas a responder, cuando caminas sintiendo cada paso, cuando respiras y sientes tu cuerpo, entonces aparece algo muy diferente.

Aparece una sensación de paz, de plenitud, de simplemente ser tú sin tener que demostrar nada.

Estoy convencida de que conoces esta sensación.

Pues justo este debe ser tu propósito interior, reconectar con esa parte tuya que ya está bien tal como es.

Tu ser, tu alma, esencia, espíritu, presencia, incluso Dios, al final da igual el nombre que le pongamos, lo importante es que no es una idea sobre ti, sino una experiencia directa de ti mismo, de ti misma, cuando estás libre de todo el ruido mental.

Y desde ahí, desde ese espacio tranquilo y consciente, puedes hacer lo que quieras en tu vida, trabajar, crear, ayudar, pero ya no desde la ansiedad o desde la carencia, sino desde la serenidad.

A ver, en resumen, tu propósito no es lograr más, sino vivir más plenamente lo que ya eres y que ya tienes.

Y esa forma de estar en el mundo transforma no solo tu experiencia interna, sino también todo lo que haces por fuera.