Testigos de la fe - 3 de marzo de 2025 6s2w57

Bienvenidos a Testigos de la Fe, el programa que fortalece nuestra defensa de la fe católica.

Nos acerca a experiencias significativas y nos recuerda que todos somos testigos de la fe que hemos recibido.

Prepárense para vivir momentos de testimonios, reflexiones y aprendizaje espiritual, aquí en Testigos de la Fe.

Amables oyentes, qué maravilla podernos encontrar nuevamente en su programa Testigos de la Fe, en este espacio que nos ofrece la diócesis de Sonzón, Río Negro, para poder estar comunicados, actualizados, en temas de manera especial y particular que tienen que ver con nuestra vida de fe, con nuestra vida de iglesia, con nuestra vida pastoral y con muchos otros aspectos que resultan siendo interesantes para diversos ámbitos de nuestra vida.

Les habla el Padre Jorge Guzmán, en este momento vicario de la Catedral de Río Negro, y bueno, es un placer nuevamente estar con ustedes en este espacio.

La vez pasada que estuve con ustedes en este programa Testigos de la Fe, estuvimos reflexionando un poco sobre a qué cosa nos invita este año del jubileo de la esperanza y de la unción de los enfermos de manera especial en nuestra diócesis de Sonzón, Río Negro, y habíamos terminado hablando un poco sobre algunas indicaciones concretas, especiales, de cómo hacer una visita a una persona enferma.

Yo los invito a que en este momento, antes de pasar adelante, a tratar ahora sí de profundizar y de hablar de manera particular de los aspectos importantes para tener en cuenta a la hora de visitar a un enfermo, algo a lo que nos llama este jubileo de la esperanza del año 2025, nos pongamos en la presencia del Señor, vamos a entrar en o con Su Palabra, hacer un momento de reflexión con la Palabra que nos ayude a estar en sintonía con esa voluntad de Dios, con el corazón de Dios para este momento de programa.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo, inspirame siempre lo que debo pensar, lo que debo decir, cómo decirlo, lo que debo callar, cómo debo actuar, lo que debo hacer para gloria de Dios, bien de las almas y mi propia santificación.

Espíritu Santo, dame acierto al empezar, dirección al progresar y perfección al acabar. Amén.

Queridos oyentes, vamos a compartir en este momento un fragmento de la Palabra de Dios que nos ayuda a ponernos en contexto respecto a la situación de tantas y tantas personas enfermas que hacen parte de nuestra vida cotidiana, de nuestra realidad, de nuestras familias, de los distintos ambientes en los que nos movemos.

Vamos a tomar del libro de Job, en el capítulo 11, los versículos del 1 al 6 y del 13 al 20.

Si usted ahí en su casa tiene a la mano la Sagrada Escritura, la Biblia, vamos a ubicarnos, repito, en el libro de Job, es un libro del Antiguo Testamento, y vamos a buscar el capítulo 11. El número grande corresponde al capítulo, capítulo 11.

Y después, en los números pequeñitos que están escritos entre los renglones del texto, esos corresponden a los versículos. Job, capítulo 11, versículos del 1 al 6 y del 13 al 20.

Dice la palabra.

Te mofarás sin que nadie te confunda. Tú dices, Mi conducta es pura.

Ante tus ojos soy irreprochable. Pero ahí, si Dios hablara, si abriera los labios para responderte, si te revelara los secretos de la sabiduría, que desbaratan toda sagacidad, sabrías entonces que Dios calla incluso parte de tus pecados.

Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org