Stephen King - Soy la Puerta (audiolibro) q3e2a

Soy la puerta stephen king richard y yo estábamos sentados en el porche de mi casa mirando las dunas del golfo el humo de sus cigarros rosca mansamente que el aire alejando los mosquitos el agua tenía un fresco color celeste y el cielo era de un color azul más profundo y auténtico era una combinación agradable tú eres la puerta repitió richard reflexiva mente estás seguro de que mataste al chico y de que no fue todo un sueño no fue un sueño y tampoco lo maten ya te lo explicado ellos lo hicieron yo soy la puerta richard suspiro lo entre arrastre si recuerdas donde si organismo el bolsillo de la pecera y extrajeron cigarrillo mis manos estaban torpes con sus ventajas vez escocia espantosa totalmente si quieres verla tendrás que traer el buque de las dunas no podrás empujar esto señale mi sillas de ruedas por la arena el bosque richard crea un bolso de mil novecientos cincuenta y nueve con neumáticos grandes como cojines lo usaba para recoger los moteros que traía la marea decir que había dejado su actividad agente inmobiliario en maryland y pie carola y confección naves culturas con los maderos de la playa que luego vendía los turistas este invierno precio desorbitado un hecho o cigarro y miró al golfo no quieres volver a contar la historia suspiro y trate de encender mi cigarrillo me quitó las guías y el aviso de dos patas y velando profundamente el prurito de mis dedos era lo que se dor está bien sentí anoche a las siete estado aquí afuera contemplando el golfo y fumando igual que ahora y remonta temas atrás exhortó más atrás hablan del vuelo sacudió la cabeza richard ya lo hemos repasado una y otra vez no hay nada su rostro arrugado y fisura dato era tan enigmático como una de sus esculturas de madera pulida por el océano es posible que recuerdes dijo es posible que ahora recuerdes te parece quizás así y cuando hayas terminado podremos ir a buscar la tumba tú repetí tenía un acento hueco atroz más tenebroso que todo lo demás más tenebrosa que aquel tétrico osea no por donde cor y yo habíamos llegado así a cinco años tenebroso tenebroso tenebroso bajo las ventas mis nuevos ojos escrutar o ciegamente la oscuridad que las ventas le imponía escocia y yo entramos en la órbita impulsados por el retorno dieciséis que los comentaristas denominaban el cohete en padres the golden era una mole si señor comparado con el el viejo saturno uno ve parecía un juguete y para evitar que arrastra consigo la mitad del capo kennedy villa que lanzarlo desde un kilo de setenta metros de profundidad sobrevolamos la tierra verificando todos nuestros sistemas y después dos disparamos rumbo a venus el senado que atrás debatiendo un proyecto de ley sobre nuevos presupuestos para la exploración del espacio profundo mientras la cámara de la nasa rogaba que descubrir algo cualquier cosa no importa que