El Santo Sepulcro. El escudo sagrado · La Gran Esfinge. Esculpiendo al rey león v585k

La Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén es uno de los monumentos más sagrados del mundo y recibe alrededor de tres millones de visitantes todos los años. Esto no es un museo, es un lugar sagrado.

Y es aquí donde los constructores de la antigüedad y de la Edad Media fueron creando gradualmente una basílica de 8.000 metros cuadrados sobre lo que se dice que es la tumba de Jesucristo. No existe otra catedral en ningún continente del mundo que se parezca a ésta. Es un complejo enorme con varias edificaciones. En esta desconcertante superestructura al montar el rompecabezas se producen revelaciones a la vuelta de cada esquina.

Para mí como arqueóloga la parte más emocionante de la iglesia es esta zona de aquí. Durante más de 1.700 años este increíble monumento ha sobrevivido a innumerables peligros gracias a la pericia de sus constructores. En realidad es una historia de construcción, destrucción, construcción, destrucción y reconstrucción. Es asombroso que la iglesia del Santo Sepulcro siga aquí hoy en día.

¿Cómo se ha protegido la tumba de Jesucristo durante dos milenios? ¿Cómo es posible que se hayan construido estructuras una encima de otra y en un terreno tan inestable? En la época de Jesucristo este lugar era en realidad un cementerio. Estos seis enormes pilares sostienen toda la construcción. Si simplemente se pusiera una columna directamente en el suelo se uniría en el terreno. Utilizando la última tecnología de escaneo y radar de penetración terrestre radiografiaremos por primera vez este enorme rompecabezas de piedra.

Se trata de un método realmente nuevo, gracias al escaneado incluso podemos caminar a través de las paredes. Al arrojar luz sobre su construcción veremos cómo sus expertos constructores hicieron de esta antigua superestructura sagrada un escudo protector. Superestructuras antiguas, el Santo Sepulcro, el escudo sagrado. Al principio en el laberinto de las calles de Jerusalén es difícil de ver, pero con sus dos cúpulas de color gris azulado rematadas con cruces doradas y un campanario achatado que da al patio, la imponente iglesia del Santo Sepulcro emerge en el horizonte.

Junto con la cercana explanada de las mezquitas o monte del templo y el muro de las lamentaciones, el Santo Sepulcro es uno de los monumentos más emblemáticos de la Ciudad Santa. Esta basílica centenaria es una superestructura compleja e inmensa. Se encuentra en Oriente Medio, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, en el corazón del barrio cristiano, en un área de tan sólo 120 metros de largo por 70 metros de ancho, aproximadamente del tamaño de un campo de fútbol.

Las dos cúpulas del Santo Sepulcro albergan más de 20 santuarios y capillas distribuidas en varios niveles. Desde la capilla de San Bartán, en las profundidades del edificio, hasta la cima de la cruz de la cúpula central, la altura del Santo Sepulcro es de más de 50 metros. La escritora María Armelle Bollier es una de las mayores expertas en el Santo Sepulcro. Debajo de la gran cúpula ella no ve una iglesia como cualquier otra, sino un escudo de piedra diseñado para proteger el lugar más sagrado de la fe cristiana.

Aquí estamos en la rotonda. Es un lugar único porque tiene algo que no se ve en la mayoría de las iglesias. Este pequeño edificio, el edículo, protege lo que queda de la roca en la que fue depositado el cuerpo de Cristo cuando le dieron sepultura. Según los cristianos en este recinto está la tumba de Jesucristo y por lo tanto también el lugar donde resucitó. Toda la finalidad de la iglesia del Santo Sepulcro es preservar este santuario.