Rusia y Estados Unidos quieren cambiar el mundo 6d511w

El análisis internacional Javier Granados ¿Qué tal? ¿Cómo están? Muy buenas tardes, abrimos aquí un nuevo análisis internacional para echar un vistazo a lo más destacado de la actualidad del mundo evidentemente marcada por esas pseudonegociaciones entre Estados Unidos y Rusia para detener la guerra en Ucrania. Y digo pseudonegociaciones porque es complicado de entender que una de las partes, Kiev, Ucrania, no se encuentre en las conversaciones.

De este asunto y de las consecuencias nos vamos a ocupar hoy aquí en nuestro análisis internacional.

Pero además de esto, vamos a tocar otra de las aristas que deja estos días el presidente de Estados Unidos y los autoritarismos europeos a los que está respaldando.

¿Están afectando a nuestro sistema de democracia liberal? Vamos a abordar este asunto a través de un congreso que se ha celebrado en las palmas de Gran Canaria donde se ha debatido nuestro futuro político y el poder de las grandes multinacionales tecnológicas.

Es lo que ahora mismo ya se denomina el tecnoautoritarismo.

Todo esto lo vamos a desarrollar enseguida aquí en nuestro programa. En la realización técnica tenemos hoy a Fernando González. Comienza y a partir de ahora el análisis internacional.

El análisis internacional Javier Granados Primer paso para poner fin a la guerra de Rusia en Ucrania ha sido con una reunión entre los responsables de la política exterior de Rusia y de Estados Unidos en Arabia Saudí. Y a la mesa sólo dos invitados, Moscú y Estados Unidos y con la marcada ausencia de Ucrania y también de la Unión Europea.

Sin duda una reunión entre Marco Rubio y Alexei Lavrov que todo indica va más allá de esta guerra entre Rusia y Ucrania.

De esta cita y de las numerosas aristas que se abren a partir de ahora vamos a hablar con Bernardo Navaso. Él es profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Carlos III en Madrid.

¿Qué tal Bernardo? Buenas tardes. Muy buenas tardes.

¿Por qué se ha elegido para esta primera cita Arabia Saudí? Da la impresión que lo más propio era hacerlo pues a lo mejor en territorio europeo.

Bueno, fíjate, es una muy buena pregunta.

Si quieres damos un paso atrás y tratamos de entender que Estados Unidos considera que sus intereses están en otro lado, que por lo tanto quiere llegar a desentenderse un poco del teatro europeo y también de Ucrania, también un poco que es la propia intención de la istración Trump, como ya vimos durante el fin de semana pasado, durante las muestras que ha dado a la hora de imponer aranjeles unilateralmente, el discurso del vicepresidente Vance en Múnich, lo que ya sabemos de Estados Unidos que pivota hacia Asia y su principal objetivo es la contención de China, parece entonces con esa lógica de demostrarse displicente ante la Unión Europea que fuera en algún sitio, pero nunca en territorio europeo.

¿Por qué Riyadh? Ahí ya supongo que sólo podemos especular y la idea bien sabe es que Estados Unidos trata de mantener una relación con aquellos países en Oriente Medio y en el Golfo que podrían apoyar las posiciones de Israel y bueno, quizá en esa tesitura, como un territorio neutral alejado de Europa a la que trata de no prestar atención y aprovechando para cerrar ese tipo de relaciones económicas y comerciales que tiene con Arabia Saudí. ¿Y por qué Ucrania no ha sido invitada? Es esta respuesta que de parecer tan obvia no la sabes explicar, pero que ahí la tesitura es que siempre hemos imaginado, en el sistema internacional hay más de 200 estados y siempre creemos desde el punto de vista del derecho internacional que todos son iguales, pero digamos que hay estados más estados que otro.

El test principal es la capacidad de defenderse autónomamente, de ser libre y soberano.

Muy pocos lo tienen, pero hay otros estados que dependen de un gendarme que hay alguien por detrás que le sustenta financiera y económicamente.

Entonces, el particular por el cual Trump decide no incluir a la mesa es porque, bueno, considera que los intereses de Estados Unidos, como él los entiende, ahora ya son, de nuevo, centrarse en Asia, en Ucrania no hay nada relevante para Estados Unidos. Es decir, si lo comparamos con Taiwán, por ejemplo, en el que, como todo el mundo sabe, la fábrica de semiconductores de TSMC conforma el núcleo fundamental de la economía estadounidense, ahí sí hay intereses reales. En Ucrania no.

Entonces, ¿para qué invitar a alguien que consideras que va a tener un discurso contrario a tus objetivos, que es desatenderte o desentenderte lo antes posible de ese teatro europeo? Además, no tiene ninguna necesidad y luego, por otro lado, la percepción de poder o el tipo de figuras que son Estados Unidos y Rusia, digamos que ellos se consideran que son actores por derecho propio, no tienen ningún problema.