Renegado del Cine T4E14 El Orfanato 04-04-25 1x6b4o

Y bueno, tras escuchar el, bueno, nada más y nada menos que un diálogo de cine de una película que está muy, muy escondida, escondida, pero que existe.

No está a la altura de la primera parte, pero sí que es verdad que una risa sí que nos echamos.

Aterriza como puedas 2, era el diálogo, la segunda parte de Aterriza como puedas.

Viaje a la luna, fíjense cómo son las cosas. No está a la altura de la primera parte, pero bueno, una risilla sí que es verdad que nos echamos.

Y así damos paso al humor, al humor crítico, cuidado, de Antonio Castejo, el renegado del cine.

Que bueno, ya estás mejor, estuviste ahí un poquito la salud, te lo agradecimos que no esparcieras virus ni nada por el estilo.

Todo un detallazo por tu parte, todo un detallazo.

Y dijo Luis, más tiempo tiene para ver pelis y tal. Pues nada, supongo que habrás hecho los deberes y habrás visto pelis.

El renegado del cine, Antonio Castejo, vienes a hablarnos de una película española, hicimos el encargo, El Orfanato.

Y dijimos, ya que hace poquitos meses estuvo, que muy poca gente lo sabe, Belén Rueda en El Mirador.

Sí, sí, lo dijiste. Lo dije, lo dije. Bueno, a ver qué te pareció esta película. A mí me pareció maravillosa.

A ver qué le parece a Antonio Castejo.

Pues empieza con un montón de niños jugando en un orfanato al 1, 2, 3 palito inglés.

Aunque viendo cómo se desarrollan los hechos después, perfectamente podría ser luz roja, luz verde del juego del calamar.

Me estoy adelantando. Uno de esos niños es Belén Rueda, de pequeña, que se va de ahí porque la adoptan.

Salto en el tiempo y vemos que están en el mismo orfanato, pero ahora ya adulta.

Belén Rueda lo ha comprado o algo para abrir una residencia para niños discapacitados.

Se ve que la mujer tiene debilidad por esos niños, lo cual está muy bien.

De hecho tiene un hijo adoptado que también tiene una enfermedad.

Cuando fue a adoptar le ofrecieron uno sanísimo, pero ella dijo, no tendréis por ahí alguno que se vaya a morir pronto.

Qué bestia diréis. Pues no, qué bestia no. Fue una decisión tomada.

El niño tenía sida y la peli está ambientada en una época en la que la gente con sida se moría rápido.

Que luego se muere y ella llora. Pues ya sabía que te iba a durar menos que los profesores de mentes peligrosas.

Si no lo llevaba ni al colegio.

Me estoy adelantando otra vez.

El orfanato está al lado de una playa y Belén va allí con el crío.

Hay una cueva oscura y tenebrosa y la madre le da una linterna y le dice, Ale, pa' adentro.

Pero ella se queda afuera, la cabrona.

Luego no le dejará ver Stranger Things por si tiene pesadillas.

Descubrimos que el niño ve fantasmas de otros críos por todos lados.

Es como Whoopi Goldberg en Ghost.

¿Pero por qué lo ve? No sabemos. A lo mejor que las pastillas esas que le dan para el virus llevan LSD.

Un día va una vieja al orfanato con una gafa de culo de vaso.

Parecía salida de una película de Javier Fésez.

Pensé que iba a decir, entonces he entrado en la NASA.

Como milagro de Petito.

Madre mía, qué sorpresa. ¿Te acuerdas de esa película, Toby? Dice ser de Asuntos Sociales y quiere entrevistarse con Belén.

Lleva el informe del hijo, de su adopción, de su enfermedad, todo.

Por los pelos en ese informe pone también lo de su sexto sentido.

Belén rueda, se harta de la vieja y la echa.

Pero luego, de madrugada, oye ruido en el jardín y se la encuentra en un almacén que tenía ahí.

¿Qué hacía? Los Asuntos Sociales no se ciñen a la jornada de 8 horas.

¿Se quería ahorrar el hotel? Nos quedamos sin saberlo porque en cuanto Belén la descubre, sale corriendo.

¡Olivia! ¡Olivia! Tanto cinéfilo.

El hijo dice que los niños invisibles son 6.

Uno de ellos, llamado Tomás, le dice al zagás que Belén rueda no es su madre.

Y buscando y buscando encuentra los papeles de la adopción.

Y ella se lo cuenta.

Hay padres que lo quieren ocultar siempre.

Yo tengo una amiga así. Adoptó a una niña y ella dice que no se lo va a contar nunca.

Y yo, Olivia, que ha adoptado a una niña china.

¡Nunca! A la papilla con palillos. ¡Nunca! Le ha puesto de nombre Conchita.

¡Dice que nunca! Y a la niñera tampoco.

El hijo de Belén Rueda no sabía que era adoptado y tampoco lo de la enfermedad.

Y nosotros tampoco teníamos por qué saberlo porque no se vuelve a hablar del tema en toda peli.

¿Sabéis quién era Anton Chekhov? Idea.

Fue un escritor que elaboró el principio de guión que llevaba su nombre con la frase que si en el primer acto mencionas un rifle colgado en la pared, en el tercero debe dispararse.

Pues con la enfermedad del niño, el rifle se queda sin disparar.

Llega el día de la inauguración y hacen una fiesta de máscaras.

Un niño con una máscara más fea que tiene una tela Versace vomitando y con el nombre de Tomás, uno de los amigos imbéciles que he nombrado antes, bordado en la ropa, acrede a Belén Rueda y ella cree que es su hijo disfrazado.

Pero como lleva máscara, no se sabe.

Y si es su hijo disfrazado, vale.

Pero si no, es que Belén Rueda también ve fantasmas.