PSICOLOGÍA en el TRAIL || AIRE PURO Podcast #7 Daniel F. Rosado 3t1i4k

Buenas, buenas. Bienvenidos a este séptimo capítulo de Aire Puro. Hoy tengo el placer de estar otra vez con el gran Dani. Creo que necesita poca presentación porque ya fue el primer episodio del podcast y estoy súper encantado de estar otra vez aquí. Hablaremos otra vez de psicología deportiva, lógicamente.

Preséntate un poco para la gente que no te conozca, aunque te van a conocer todos. ¿Quién es Dani y qué es lo que haces? Me atribuye mucha popularidad, pero yo me imagino que habrá todavía bastante gente que no me conozca. Yo soy Dani, soy psicólogo deportivo. Trabajo, sobre todo, me especializo un poquito en temas de deportes de resistencia, como por ejemplo carreras de montaña, trail, de maratón, maratón, ultra… Pero bueno, trabajo en otros deportes y demás.

Para mí también es un placer volver a repetir. Eso quiere decir que no salió tan mal la otra vez. Yo creo que además salió una información muy interesante y agradecerte que hayas juntado de nuevo conmigo. Sí, que para quien lo quiera ver y esté viendo aquí el vídeo, dejaremos por aquí el enlace, por si queréis tener un poco también de contexto sobre lo que se habló en el otro episodio. Pero bueno, más o menos tocaremos temas similares y también especializar un poco este episodio más dedicado al trail, al puro trail y al rendimiento deportivo. Y bueno, si quieres vamos ya directamente al grado. Vamos, vamos. Venga, adelante.

En el otro episodio hablábamos mucho sobre el tema motivación, tema éxito, temas que te causen un bien mental, por así decirlo, a la hora de entrenar. ¿Cómo sigues en tu línea de psicólogo deportivo acerca del tema de la motivación? ¿Ha cambiado algo? Bueno, desde prácticamente hace un año hasta ahora, la verdad es que el cambio ha sido exponencial.

Es decir, no es que haya habido un cambio radical, sino que hay un cambio, digamos, de calidad y de profundidad en la visión. Es decir, que la motivación no solo es importante como ya lo era, sino que ahora creo que es necesario profundizar mucho más de lo que la gente piensa en el tema de la motivación antes de, digamos, de actuar, de entrenar, de competir. Porque digamos que es como la base, ¿no? Es como tener un mapa y una brújula.

Si tú sales al mar y tú sales en barco y no sabes dónde vas, no sabes cómo se maneja el barco, no tiene algo que te marque el rumbo, pues entonces, evidentemente, antes de meterte en un barco tienes que prepararte, tienes que estudiar navegación, tienes que estudiar muchas cosas.

Pues la motivación es eso. Entonces, es verdad que muchas veces se pasa de puntillas por el tema de la motivación pensando que la motivación solo es lo típico de si tienes ganas o no tienes ganas de salir, que mucha gente confunde la motivación con las ganas. Pero la motivación es muchísimo más amplia y muchísimo más profunda. Así que incluso, fíjate, está muy relacionada la motivación, absolutamente relacionada con el tema de la propia identidad.

Es decir, que todos sabemos que cada uno tiene su objetivo, pero pensamos más bien en las capacidades físicas. No es que, claro, como tengo tal capacidad física, pues no puedo hacer, me tengo que poner... Pero tú también tienes que ver que qué tipo de objetivos son los que a ti te gustan. Porque tú puedes tener una capacidad X, más o menos, la que tú quisieras tener, pero tú esa capacidad la querrás cambiar o mejorar dependiendo de si la actividad que tú quieres hacer te genera ese deseo, esa necesidad.

Entonces, estamos hablando de nuevo de motivación. Y para que algo realmente se ejecute con ganas, con esa motivación, yo digo que la motivación es una mezcla de una necesidad y de un deseo. O sea, tú tienes que percibir que hay una necesidad real. O sea, el hambre, por ejemplo, o la sed, es una motivación. Y tú percibes la necesidad de beber. Y luego ya, si quieres, mete ahí, ¿no?, como se ha puesto de moda lo de la polémica de la dopamina, que si la dopamina...

No, no, olvídate. La dopamina está haciendo su trabajo mientras tú... O sea, el cuerpo funciona y es eficaz. Entonces, cuando existe una motivación, tú no tienes que pensar si te falta o no te falta según qué neurotransmiso. Eso da igual. O sea, tú cuando comes no piensas cómo funciona la fisiología. Tú sabes que te hace falta azúcar porque también hay una motivación a veces de tengo ganas de dulce o tengo ganas de salado. El cuerpo te avisa. Lo que pasa es que hay que saber.

Hay señales más llamativas. Por ejemplo, el hambre y la sed son muy llamativas. Pero luego, por ejemplo, el tema de otro tipo de motivaciones, pues hay que explorar un poquito más y ser más sensible. Lo que pasa es que estamos metidos en una cultura y en una dinámica en la que muchas veces se confunden los deseos con las necesidades. Y bueno, hay que filtrar.