Pronunciamiento de Riego en Las Cabezas de San Juan 1q1712

En este episodio vamos a juntar un viaje en el que descubriremos una bonita población andaluza y un hecho histórico que sería muy importante para el devenir de nuestro país.

Así es, hoy hablaremos de historia, de nuestra historia y de una fiesta que surgió a raíz de una sublevación militar sucedida en una ciudad sevillana y que cada año se esdenifica en las cabezas de San Juan. Será su propio alcalde quien nos hable de los preparativos de la recreación, del pronunciamiento de riego que tiene lugar los días 21 y 23 de marzo.

De una manera muy resumida os vamos a explicar en qué consiste este suceso llamado pronunciamiento.

Estamos a principios del siglo XIX, reina por lo tanto en España Fernando VII. El descontento existente en todos los estamentos de la sociedad por la corrupción y la ineficacia del gobierno absolutista que había restaurado al monarca en 1814, incrementados por el incumplimiento de la constitución de 1812 que el rey ni siquiera había jurado y la crisis en las colonias de América, desencadenó en lo que se ha llamado el pronunciamiento de riego, un levantamiento que siguió a otros intentos anteriores protagonizados sin éxito por Spocimina, por Lier, Lazi, Vidal, entre otros. Veamos cómo sucedieron los hechos.

Muchos militares formaban parte de la masonería y esas sociedades secretas habían comenzado en 1818 a iniciar en Andalucía y sobre todo en Cádiz una sublevación. En esa ciudad andaluza estaban preparadas las tropas para salir hacia América con el objetivo de reprimir la insurrección en las colonias. Aquel ejército lo componían soldados que iban forzados, otros ya habían luchado en la guerra de la independencia y a muchos oficiales simplemente se les ascendía con la condición de que se embarcaran. En 1819 una epidemia de cólera declarada en San Fernando hizo que parte del ejército que allí estaba listo para salir hacia el nuevo continente tuviese que ser desplazado a otros puntos de la región, lo que impidió el embarque y facilitó la labor de los sublevados.

Uno de estos era Rafael Riego, comandante del batallón de Asturias, que con una dotación de unos 1.500 soldados se desplazó por varios lugares de Andalucía con el objetivo de que se repusiera la constitución de 1812 aprobada en Cádiz. Poco tiempo después y debido a la falta de colaboración y de ayuda de otros militares, que ni se atrevían a unirse a los sublevados ni tampoco luchaban contra la sublevación, la columna que mandaba estaba casi disuelta, apenas seguían con él medio centenar de soldados.

Aún así el 1 de enero de 1820 Rafael Riego proclamó la constitución de 1812 y lo hizo en una pequeña población sevillana, las Cabezas de San Juan.

A pesar de esa proclamación, aparentemente, el pronunciamiento había sido un fracaso hasta que, a partir de febrero, comenzaron a producirse otros levantamientos en distintos rincones del país, siempre con el apoyo de los masones. El 21 de febrero se proclamaba la constitución en Acoruña, a la que siguieron Ferrol y Vigo. La ola de constitucionalistas continuó en Oviedo, Zaragoza, Barcelona y Pamplona y poco a poco se fue extendiendo por España. La rebelión se convirtió en un éxito y Fernando VII se vería como consecuencia obligado a acatar una constitución que hasta el momento se había negado a jurar.

El 9 de marzo el rey, temiendo por su vida y por la corona, recordando lo que había ocurrido en la Revolución sa, aceptó el triunfo de la sublevación jurando la constitución, lo que significaba el triunfo de los liberales y el inicio de una nueva etapa en España llamada el Trienio Liberal que duraría de 1820 a 1823. La proclamación en las cabezas de San Juan de la Constitución de la Pepa, como se conocía popularmente a la de 1812, es objeto de conmemoración todos los años.