
Descripción de Albarracín, la ciudad deseada por El Cid 3y4v49
Rojiza, encaramada en una loma de la sierra de su mismo nombre y empapada de una historia que se remonta al siglo II nos espera Albarracín. Destacando por encima de todo, la muralla árabe parece una diadema sobre las casas ocres que descienden hasta el cauce del río Guadalaviar. 1t4h28
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Allá en lo alto, rojiza, encaramada en una loma de la sierra de su mismo nombre y empapada de una historia que se remonta al siglo II, nos espera Albarracín.
¿Sabías que el circampeador sufrió allí una de sus más severas derrotas y que casi pierde la vida intentando conquistarla sin éxito? Más adelante te lo contaremos y también sabremos cómo es vivir en esta población. Nos lo dirá un joven con mucha autoridad, el alcalde de la ciudad. En la cima de la montaña la muralla árabe parece una diadema sobre las casas ocres que descienden hasta el cauce del río Guadalavier y es que Albarracín es pura pendiente de calles empedradas.
Fue declarada monumento nacional en 1961, bien de interés cultural en 1985 y desde luego es uno de los pueblos más pintorescos de nuestro país, epicentro de una comarca de gran riqueza natural en la que hay vestigios prehistóricos, celtíberos, romanos y árabes. La entrada en la ciudad es ya de por sí llamativa puesto que la carretera bordea los restos del acueducto romano con una longitud de 25 kilómetros y semi escondido en la roca.
Semire desde donde Semire destaca uno de sus principales monumentos, el Castillo o Alcazaba, cuyo origen está en lo que fue una medina del siglo X. La ciudadela unida a las torres de la Muela y el andador constituía el núcleo defensivo de la ciudad. Como adelantábamos al principio, esta población tiene un vínculo con Rodrigo Díaz de Vivar.
Fue taifa de Abd al-Malik Aben Racín, de donde deriva su topónimo, quien intentó hacerse con la taifa de Valencia que era el tesoro dorado del Cid, motivo por el que Rodrigo Díaz puso cerco a Alba Racín y en la batalla resultó mal herido en la garganta. Esa fue la segunda vez que el campeador quedó herido de gravedad.
Alba Racín exige dejarse llevar por sus callejuelas, combinación de escalinatas, pasadizos y mansiones, con balcones y ventanas a veces tan próximos que parece que los vecinos pudieran darse la mano desde una casa a la de enfrente.
El paseo por Alba Racín lo iniciamos en la zona baja, en el barrio de Arrabal.
Allí nos acompaña el sonido del río Guadalaviar que bordea la villa y vamos ascendiendo por la empinada rampa llamada Cuesta de Teruel y a continuación por la calle Azagra, donde ya nos encontramos con algunas muestras de preciosos edificios con escudos heráldicos, como la Casa de la Brigadiera, la Casa de los Navarro de Arzuriaga y la Casa Azul y a partir de ahí sube hacia la derecha la característica Calle del Chorro.
El núcleo urbano que se gestó a comienzos del siglo XI es como un escenario de película, cerrado al tráfico y configurado por una red de pequeñas calles que suben y bajan con un aire misterioso, flanqueadas por casas que son clara muestra de arquitectura popular y que a veces parecen desafiar la gravedad, con entramados de madera y tabiques de yeso rojizo que le otorgan una imagen inconfundible. Se conservan algunas puertas de la muralla, como el bonito Portal del Agua, del que se observa el arco y una torre adosada.
A través de esta salida se descendía al río por el lado sur. Muy cerca un mirador permite una buena vista del castillo y la catedral. Otro de sus monumentos destacados es el Palacio Episcopal, actualmente sede de la Fundación Santa María de Albarracín, en el que se realizan cursos y congresos. Está anexo al aseo, levantada en el siglo XIII sobre una mezquita y reconstruida en el XVI. Incluye diversas capillas familiares de los apellidos más importantes de la localidad.
El interior se puede ver en horarios de misa o pagando una visita guiada. Ese entramado de callejones nos conduce por un lado o por otro a la Plaza Mayor del siglo XI de forma irregular y un espacio que antiguamente fue un foso natural de la muralla y actualmente es, además de lugar de reunión, recinto de espectáculos musicales y taurinos en las fiestas patronales que se celebran en septiembre.
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