El peligroso giro de Israel hacia la autocracia 4r1x2d

Israel muestra su fortaleza exterior a través de la brutalidad militar, ha vuelto a bombardear Gaza de una manera indiscriminada y también Líbano mientras que mantiene sus posiciones en Siria y la tensión con Irán y todo esto deja en un segundo plano sus problemas interiores como las leyes para tener un control en la justicia que ha provocado desde hace años manifestaciones casi diarias de miles de personas.

Soy Iago Soler y hoy en El Observador analizamos los problemas interiores de Israel y para tratar todos estos puntos de Israel, este país que tanto se ha hablado en los últimos años, contamos hoy de nuevo con la participación de Laura Colomé analista principal en Geopol 21 de Oriente Próximo. ¿Cómo estás, Laura? Hola, ¿qué tal? Un placer volver a estar aquí.

Oye, vamos a ir tocando punto por punto el puzle que tiene Israel en el interior de su política. Si quieres empezamos un poco con el SIMBED, el Servicio de Inteligencia y Seguridad Interior de Israel, ese cuerpo tan importante y primordial y que ha estado también en el centro de la polémica desde los ataques de Hamas del 7 de octubre que desencadenó la guerra en Gaza. ¿Qué ha pasado con este cuerpo? Sí, en los últimos días, bueno ya meses, estamos viendo una guerra entre Netanyahu y el SIMBED.

Todo se inició más o menos el 23 de febrero cuando el ejército israelí presentó un informe de la investigación interna llevada a cabo sobre el ataque de Hamas del 7 de octubre donde esta investigación reconoció el fracaso total del ejército para prevenir el asalto y además se argumentaba que durante años se había subestimado las capacidades del grupo. Esta investigación trata cuatro temas principales.

El primero es el desarrollo de la percepción de las FDI sobre Gaza durante la última década. El segundo son las evaluaciones de inteligencia de las FDI sobre Hamas desde 2014 hasta el 7 de octubre, el estallido de la guerra. Posteriormente la inteligencia y el proceso de tomas de decisiones en vísperas del 7 de octubre y finalmente ya se analiza el mando, el control y las órdenes dadas durante las batallas entre el 7 y el 10 de octubre.

Entonces a raíz de este informe, de la presentación del informe, el jefe del Shin Bet, Ronen Barr, anunció que renunciaría a su cargo una vez finalizada la guerra. Si bien es cierto que esta investigación se centró en sacar conclusiones a nivel operativo y no se centró en examinar las políticas implementadas por líderes políticos, vimos durante esa semana que hubo ya varias acusaciones entrecruzadas de quien era el responsable a nivel político.

Para unos Netanyahu y para otros el jefe del Shin Bet. Entonces las tensiones entre ambos fueron creciendo hasta el 14 de marzo, momento en que Netanyahu acusó al jefe del Shin Bet de chantaje. Pero solo ya dos días después vimos que Netanyahu anunció la intención de despedirlo, según él, debido a una desconfianza continua y agregó que esta desconfianza ha ido creciendo con el tiempo.

Como era de esperar, los ministros claves de Netanyahu rápidamente apoyaron la decisión, mientras que el propio Barr, el jefe del Shin Bet, afirmó que el primer ministro estaba exigiendo lealtad personal en la medida que corría el riesgo anular el interés público. Entonces, por su parte, la fiscal general Galí Baharava Miara envió una carta al primer ministro indicando que se tendría que aclarar la base legal de su decisión antes de tomar cualquier medida.

Y también emitió una dura advertencia señalando que el papel del Shin Bet no es servir a la confianza personal del primer ministro. Todos los analistas yo creo que creemos que este despido es una venganza personal de Netanyahu contra el jefe de inteligencia. Barr es cierto que ya había reconocido su fracaso a nivel de seguridad ante el ataque de Hamas, pero además había solicitado iniciar una comisión estatal de investigación sobre la cual los funcionarios israelíes deberían también asumir la responsabilidad política de los ataques.