PACO RONCERO: "Queremos las Tres Estrellas Michelin" 383s2t

Buenos días y muchas gracias por estar un día más con todos nosotros en la primera impresión. Ya sabéis que como cada semana entrevistamos a líderes sociales, a gente que nos inspira y de la que aprendemos, gente que además es generosa porque comparte anécdotas con todos nosotros y sobre todo ya sabéis que todo o casi todo es mentira menos la primera impresión.

Bueno, nuestro invitado de hoy es cocinero y es runner. Hace ya algún tiempo, un día se levantó y divisó en el número 112 que no es el número de emergencias sino el número que pesaba en la báscula y decidió que era hora de hacer ejercicio después de 14 años sin haber hecho nada y de cambiar y se puso se puso con ello y comenzó una trayectoria tanto personal como profesional que le ha llevado pues ahora que le tengo delante yo creo que a pesar 40 kilos menos aproximadamente que en aquel momento ahora le preguntaré a tener dos estrellas Michelin y todos los premios que uno pueda imaginar porque al final creo que tiene también más premios que Rafa Nadal.

Duerme poco, antes le llamaba Javi o que ahora se llama Paco y cuando está tranquilo comiendo hace pelotitas de pan en cualquier restaurante. Compartimos una afición en común y escu una vez en las creo que fue en el 2008 el que corrimos a San Silvestre juntos. Hoy tenemos en la primera impresión a Paco Roncero. Paco, ¿cómo estás? Muy buenas, muy bien. Oye, ¿de dónde has sacado de las pelotitas? Eso es muy personal. He hecho bien el research. Has hecho bien en tu trabajo, lo has hecho bien, sí, sí, lo he realizado.

Pero es verdad que tienes la manía de empezar a hacer pelotitas. Bueno, ¿sabes qué pasa? Que esto es algo que a mi madre le pasa igual. Yo tengo que hacer algo con las manos, no es que haga pelotitas, yo tengo que hacer algo con las manos. Entonces, si tengo pan, pues hago pelotitas con la amiga, si tengo la cáscara de naranja, me pongo a hacerle trocitos y le hago mil trozos a la cáscara de naranja. Igual que con las pelotas.

Yo cojo una pelotita y de ahí hago cientos de pelotitas, luego las uno, luego las vuelvo a hacer. Y además hay una cosa muy graciosa que me pasó en un hotel en La Habana, hace muchísimos años, y es que había un cocinero español y fuimos a cenar en el hotel y ese cocinero nos quería agasajar. Entonces nos puso hay unas langostas y tal. Y entonces yo me comí, nos comíamos nuestra langosta y mientras estaba relajado, estábamos tranquilos, pues yo empecé a hacer pelotitas, muy chiquititas.

Y cuando terminé, pues las puse en la cabeza de la langosta que ya me había comido. Entonces se llevan el plato a la cocina. Nosotros los cocineros, cuando vemos si viene alguien a comer así y tal, siempre miramos cómo han venido los platos, si se lo han comido todos. Y entonces de repente llega el chaval todo asustado, todo sudando.

Y yo, Paco, lo siento, perdón, que es que nos hemos encontrado en la cabeza de la langosta algo que no sabemos qué es, parecen gusanos. Y yo, tranquilo, relájate, que son pelotitas. ¿Qué estaba haciendo yo? Claro, se había humedecido y el chaval, bueno, lo pasó fatal el pobrecillo, pero sí, sí, hago mis pelotitas. ¿Hiciste running por Cuba o no? ¿Por La Habana o no? Sí, sí, sí, sí, claro, sí. Esa experiencia única, hacerlo por La Habana.

Yo salgo, yo siempre llevo las zapatillas, Nere y yo siempre llevamos las zapatillas y siempre intentamos salir a correr a cualquier sitio que vamos. ¿Son 20 minutos? 20 minutos, media hora, media hora. Lo que pasa es que en verano, claro, nosotros en agosto nuevamente, sobre todo antes, que hacíamos mucho el maratón de Nueva York, empezábamos nuestro entreno aproximadamente entre el 10 y el 15 de agosto, ya un poco más específico. Porque es en noviembre. Claro, entonces ahí es cuando empezamos a prepararlo.

Y aunque tienes una base, pero porque todo el año corremos, pero bueno, ahí es cuando empiezas más específico. Entonces, donde nos pille, nosotros nos ponemos nuestras zapatillas y salimos. Oye, ¿es verdad que hay dos tipos de corredores? ¿Los que se han lesionado y los que se van a lesionar? Bueno, y estoy yo que me lesiono siempre, porque claro, yo hice mucho el bruto, porque en realidad no pesaba 112 kilos, pesaba ya 120 kilos, pero hice un click en mi cabeza y claro, yo empecé a correr