Lidia Falcón en el IV Congreso PFE: Claves para un feminismo revolucionario 6l3p5j

Vivimos bajo la dictadura del capitalismo, supongo que ya lo sabéis.

El capitalismo, que es un sistema devastador, es el que organiza las guerras, invade los países, se lleva las materias privas, condena la miseria a millones de personas y tiene unos beneficios extraordinarios a costa de la sangre, el sudor y las lágrimas de los trabajadores y de las mujeres.

Pero el éxito mayor que tiene es porque engaña a todos los demás para que crean que no hay alternativa a ese sistema.

Y todas nosotras y todos nosotros somos colaboracionistas del sistema.

Todos nos levantamos por las mañanas a las 5, las 6 o las 7 de la mañana para que el mundo siga girando y trabaje y funcione como quieren los que nos mandan.

Yo empiezo con esta arenga porque realmente me siento muy desesperada de ver la situación internacional que nos rodea y los crímenes que se cometen diariamente aquí al lado, al lado de nuestros hermanos.

¿Cómo consentimos, cómo es posible el expolio a que vamos a ir, ya estamos yendo, con el aumento de los gastos de armamento? Bueno pues, ¿qué hacemos? Pues somos nosotras y nosotros los que mantenemos el sistema y nosotras fabricamos a todos los seres humanos, lo sabíais.

Sin nosotras no hay especie humana y todo lo hacemos gratuitamente.

Por más de cuatro decenios de trabajo podemos asegurar que ni las motivaciones que nos llevaron a crearlo, ni los objetivos que nos hemos propuesto, ni la ideología que elaboramos han cambiado sustancialmente.

Porque desgraciadamente tampoco ha cambiado la situación de nuestro país y ha empeorado notablemente la de otros.

Los grandes poderes mundiales, el complejo militar e industrial, las multinacionales de todas las energías, petróleo, gas, electricidad, renovables, los transportes y de una manera muy influyente la banca, han obtenido estos años de pandemia y guerras que han provocado una brutal inflación, el mayor porcentaje de beneficios de la historia, mientras las clases trabajadoras pierden cada día poder adquisitivo gracias a todas estas circunstancias.

Llevar su oposición en las instituciones, en las próximas elecciones incluirán los planteamientos del Partido Feminista en sus programas electorales.

¡Que el sistema no puede funcionar sin nosotras! Pues que cuando mande por la mañana el presidente del gobierno o el presidente del Banco de Santander se encuentra que no tiene luz, y luego no hay agua, y luego no hay gas, y luego no hay metro, y no hay autobuses, y no hay tren.

Porque todo eso funciona porque los trabajadores y nosotras, que somos unas tontas, lo ponemos en marcha cada día, y mantenemos con vida la pobre o desgraciada vida de nuestros enfermos, de nuestros viejos, y criamos a nuestros niños.

Por favor, camaradas, compañeros, amigas, amigos, no hay que repetirlo en todas partes.

Hay que declarar la huelga general contra todo el poder capitalista que está asesinando el planeta.

Pues ahora España va a tener el 2% del PIB en el presupuesto de defensa.

Porque la memoria, pronto la prohibirán la memoria, pero no la memoria histórica que ya está prohibida, sino la memoria personal.

En plena dictadura de Pinochet quería enviar a Navantia, a la empresa esta de Cádiz, unos submarinos o unos destructores, para que los arreglaran.

Y entonces los trabajadores de Navantia se declararon en huelga diciendo que ellos no trabajaban para una dictadura.

Hoy, camaradas, ¿qué nos ha pasado en estos 50 años? ¿Qué nos ha pasado? Como decía Rosa Luxemburgo en el año 19, que el mundo se enfrentaba al dilema de escoger entre socialismo o barbarie.

Ya sabemos que el mundo escogió la barbarie.

Hoy se enfrenta al dilema de escoger entre feminismo o barbarie.

Y yo espero que todos y todas escojamos el feminismo.

Muchas gracias.