La Base 5x148 | Israel: ni embargo de armas ni sanciones 5m601r

Creo que, de nuevo, tenemos que agradecer que haya periodistas valientes como Olga Rodríguez que se atreven a publicar investigaciones donde demuestran con datos que el gobierno miente.

Lo que dice esta noticia es que el rearme y la colaboración con el genocidio van de la mano.

Y digo que esto no es ninguna sorpresa porque España ha firmado 40 contratos con Israel desde que empezó el genocidio.

El gobierno de España miente respecto a Palestina y gracias a una inmensa minoría de periodistas como Olga Rodríguez, lo sabemos.

Olga Rodríguez lleva muchos meses desvelando contratos con empresas israelíes de armamento así como las facilidades que los puertos españoles han dado y dan a barcos que transportan material de guerra hacia Israel.

Hoy Olga Rodríguez informa de que el nuevo plan de defensa español incluye la compra a Israel de material militar para sistemas de combate.

Según explica la periodista, el contrato con una empresa armamentística pública israelí se firmó en abril de 2024, cuando Israel había asesinado ya a más de 30.000 palestinos en la Franja de Gaza.

La compra forma parte del nuevo plan de seguridad y de defensa que se ha presentado el 22 de abril de 2025 por parte del gobierno que prevé también otras compras de material militar a otras empresas de Israel.

El nuevo plan es la respuesta de nuestro gobierno al rearme y al aumento de gasto militar exigido por la OTAN.

El problema del genocidio que Israel está perpetrando contra los palestinos no solo responde al actual gobierno israelí o al apoyo de Trump a Netanyahu.

El Proyecto Nacional Israelí es, en sí mismo y más allá de quién gobierne, un crimen colonial en la medida en que requiere la ocupación total del territorio palestino y el exterminio o desplazamiento de sus pobladores árabes desde la Franja de Gaza hasta lo que los sionistas llaman Judea y Samaria, Cisjordania.

Ese crimen que define el Proyecto Nacional sionista no es el resultado del gobierno de derechas de Netanyahu ni depende solo de los Estados Unidos y de los estados árabes corruptos que colaboran con Israel.

Ese proyecto es también el resultado de la hipocresía de las supuestas democracias europeas que nunca han dejado de legitimar a Israel.

El gobierno español y el PSOE forman parte de esa hipocresía europea desde siempre.

Javier Solana, uno de los dirigentes del PSOE más dotados intelectualmente y que fue ministro de Felipe González, secretario general de la OTAN y máximo responsable de la política exterior de la Unión Europea, afirmó en 2009 en Jerusalén lo siguiente, Israel, permítanme decirlo, es un miembro de la Unión Europea sin ser miembro de sus instituciones.

Solana dijo entonces lo que siempre han pensado las élites europeas de Israel.

Pero en la hipocresía del gobierno español sobre Palestina hay algo muy positivo y es el hecho incontrovertible de que se avergüenzan de su actuación y son perfectamente conscientes del precio político potencial que tiene apoyar a Israel entre el electorado de izquierdas.

Por eso mienten y por eso tratan de disfrazarse de defensores de la causa palestina.

En este contexto a nosotros nos toca adelantar las líneas y decir la verdad.

El problema no es Netanyahu, el problema es Israel.

Oslo fue una mentira que construyó un sistema de bantustanes dominados por Israel en el que la policía de Fatah es poco más que una fuerza subalterna del poder colonial.

Israel nunca aceptará un Estado palestino soberano y mucho menos construir un Estado plurinacional en el que los árabes tengan los mismos derechos que los nacionales israelíes de origen europeo.

La resistencia armada palestina no solo es legítima ante la opresión colonial, es además la única vía que han dejado a los palestinos para resistir la ocupación y existir como pueblo y realidad nacional.

Hay quien piensa que los palestinos no tienen ninguna opción ante el poder militar de Israel que mantiene a raya a Irán y a Hezbollah.

Hay quien piensa que, sostenido por los Estados Unidos, Israel es invencible.

Hay quien piensa que las opciones palestinas se alejan cuando cada vez más países árabes, en especial tras la victoria de los yizharistas apoyados por Estados Unidos en Siria, apoyan a Israel.

Como casi todos los pesimistas políticos, los que piensan así tienen parte de razón.

Pero no debemos olvidar que el colonialismo es un movimiento político que va contra la historia y que hay millones de árabes en todo el mundo que odian cada día más a Israel.

Los habitantes ses de Argelia tuvieron que volver a Francia y engrosar las primeras bases electorales de Le Pen.

Quién sabe si algún día los israelíes no se verán obligados a volver a Europa.