"La Caída de Babbulkund" de Lord Dunsany 5c5t6a

No gira y gira en el creciente decir con el halcón que no puede oír hablar con nero estos se deshace en nada se sostiene la locura se desata sobre el mando una oscura decida marea de sangre y todas partes la ceremonia de la inocencia se ahoga por qué los mejores carecen de toda convicción mientras los peores están llenos y apasionada intensidad la revelación está cerca la segunda venida esta azar la ceja esta bendita apenas pronunciadas estas palabras una vasta imagen del espíritu de kia tome vista en algún lugar las arenas del desierto una forma con cuerpo de león y cabeza de hombre una mirada vacía y despiadada como el sol movía sus pausado sus muslos mientras por doquier circunda las sombras de las indignada sabes te harto y así de nuevo la oscuridad pero ahora sé que veinte siglos de sueños de piedra fueron contraria dos hasta la pesadilla por el placer de una corona estos chaves tía cuya ahora al final cabizbaja camina hacia belén para nacer la segunda venida un poema de william ti mil novecientos diecinueve o y ahora la esperada noche encontraremos en tres sueños el orto same predecesor de los grandes creadores de mitos maestros de maestros de la literatura fantástica su tinta se describen siluetas inabarcable estemos dos imposibles que se alzaron ni cayeron en nos habla de los tiempos remotos en los que llegó la hora de la humanidad se levantaron imperios ciudades como jamás había visto el amor de los viejos dioses dio óvalo a los nuevos que se asomaron desde las montañas y los ríos y se pasearon por los cielos ir a los océanos y los tíos este dulce reían y jugaban y también se distraiga la vanidad y el pecado a imagen y semejanza de los hombres que los habían soñado y de su furia yo vi a él fue josé los volcanes y alentaban a los hijos de quienes les rezaba contra el enemigo la razón en la guerra y para avanzar sobre las cenizas de sus adversarios pase cayó la poderosa cartago así se hundió y el régimen las arenas del roba alcalde y así se desvaneció en tres sueños la ponen dakar cosa así se perdió la gloria de sarna las profundo hace y entre las ruinas de todas ellas se refleja una y otra vez la soberbia de los hombres que se creen inmortal invencibles pero es tan ciegos porque solo ver lo que quieran ver sordos porque olvida todo el susurro de la tierra y no escuchan nada salvo a necios y locos por qué tan en silencio el devenir palpitante de los dos que se apagan hasta que muera el último de todos ellos no quede ningún periodos de manejar para recordar