
Julio Ramón Ribeyro - Al Pie del Acantilado (audiolibro) 4g691j
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1959 - La higuerilla marca el lugar donde Don Leandro construirá su nueva casa, una nueva vida, una nueva oportunidad. ivoox: https://go.ivoox.futbolgratis.org/rf/102063641 4q3i5f
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Al pies del acantilado julio ramón ribeiro hernando cortes nosotros somos como le erige como esa planta salvaje que brota y se multiplica en los lugares más san marcos y escarpado vean cómo crece en el arenal sobre el canto rodado en la acequia sin riesgo en el desmonte alrededor de los emuladores ella no pide favores a nadie vine tan sólo un pedazo de espacio para sobrevivir no le dan tregua el sol y la sal de los vientos del mar la pizza en los hombres y los tractores pero ley dirigía sigue creciendo propagándose alimentándose de piedras y de basura por eso digo que somos como grilla nosotros la gente del pueblo allí donde el hombre de la costa encuentra un grillo allí hace su casa porque sabe que allí podrá también el pib nosotros encontramos al fondo del barranco los hijos baños de magdalena veníamos huyendo de la ciudad como bandidos porque los escribas y los policías nos habían echado de quinta en quinta y de corral en corral on vimos la planta creciendo humildemente entre tanta arruina entre tanto cotillo muerto y tanto derrumbe de piedras y decidimos levantar nuestra morata la gente decía que esos baños fueron famosos en otra época cuando los hombres usaban escarpines y las mujeres se metían camisón en ese tiempo no existía en las playas de agua dulce y la herradura dicen también que los últimos concesionarios del establecimiento no pudieron soportar la competencia de las otras playas ni la soledad y los derrumbes y que por eso se fueron llevándose todo lo que pudieron se llevaron las puertas las ventanas todas las barandas y las tuberías el tiempo y solo temas por eso cuando nosotros llegamos solo encontramos ruinas por todas partes ruinas y en medio de todo al principio no supimos que comer y pagábamos por la playa buscando concha y caracoles después recogimos esos bichos que se llaman muy muy y los servimos y preparamos un caldo lleno de fuerza que nos borracho más tarde no recuerdo cuando descubrimos a un kilómetro y una caleta de pescadores donde mi hijo pp y yo trabajamos durante un buen tiempo mientras toribio el menor hacia la cocina de este modo aprendimos el oficio compramos cordel es anzuelos y comenzamos a trabajar por nuestra propia cuenta pescando techos ropa los bonitos que vendíamos en la parada de santa cruz así fue como empezamos yo y mis dos hijos los tres solos nadie nos ayudó nadie nos tío jamás un mendigo ni se lo pedimos tampoco nadie pero al año ya teníamos nuestra casa en el fondo del barranco y ya no nos importa que haya ripa la ciudad fuera creciendo y se llenará de palacios y de policías nosotros habíamos echado raíces sobre la sal nuestra vida fue dura hay que decirlo pienso que san pedro el santo de la gente del mar nos ayudó otras veces pienso que se ríe de nosotros y nos mostró en todos luego ancho sus espaldas esa mañana pepino corriendo el terraplén de la casa con los pelos para todos
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