Focus 10, Frederick Aardema 5v4j33

Hola, soñadores y soñadoras, y bienvenida a un nuevo encuentro de este Club de Lectura de Entre Mundos. Aquí estamos una semanita más. Yo soy Pedro y se encuentran conmigo Miguel, Beatriz, Rubén y María José. Esperamos también la visita de Laura, que también estaba interesada. De momento no puede, pues si se une ya le damos la bienvenida.

Y les recuerdo que hoy teníamos entre manos hablar un poco, no exactamente un libro, como estamos acostumbrados, es más bien un artículo, un artículo titulado Focus X, Mind Away, Body Sleep, Mente Despierta, Cuerpo Dormido, y su autor es Frédéric Aréma. Me imagino que ya sabrán, Focus X se refiere a Robert Monroe en su libro, que trata un poco de reflexionar sobre ese fenómeno.

Y bueno, como siempre, primero vamos a empezar a hablar sobre nuestra experiencia, que creo que ha habido unas cuantas, por parte de casi todos. Así que a ver quién quiere empezar.

Miguel, por ejemplo.

Mi experiencia fue muy cortita, he tenido muchos sueños interesantes y tal, pero bueno, no me voy a extender para dejar tiempo.

La experiencia fue breve, pero fue imprevista, y como todo lo imprevisto, pues te quedas perplejo, pero te quedas contento.

En mi caso, simplemente fue en una siesta, en una siesta en la que mi único interés era relajarme y quedarme a dormir, pero como ya llevamos ya un bagaje de años de práctica, pues siempre que he hecho una siesta normal, pues parece como que estás un poco presenciando cómo suceden las cosas.

Y entonces, pues lo típico, te relajas. Aparte coincidía que estaba mi hija tocando el piano una serie de temas bastante sugerentes, lentos, bastante bonitos, y eso me ayudaba a relajarme, claro. Y entonces empecé a ver el tren de imágenes, típicas imágenes sinagógicas, así como rápidas, difusas, que no se centran, no quedan así como bien nítidas y tal.

Y lo curioso fue que yo ahí me quedé dormido, y de repente estaba en la habitación de mi hija, a su espalda, viendo cómo tocaba el piano, el mismo tema, ella llevaba la misma ropa, fue algo nítido y rápido, y me cogió totalmente por sorpresa.

Y tal fue la sorpresa, que hasta me fui para la cama, estaba con la siesta, y desperté de forma bruta, porque fue pasar de ver imágenes difusas, rápidas, sentir que me desconecto, y no sé cuánto tiempo estaría así, pero de repente es un flashazo, como que estás casi en vigilia, con totalmente luz, iluminado, todo un golpe sensorial muy bruto, y además escuchando el tema de mi hija, y claro, ya me fui para el cuerpo otra vez y desperté.

¿Qué ha pasado? ¿Tú crees que pudo ser una experiencia en tiempo real o en tiempo parecido? No lo sé, yo lo que pensé dije, ostras, qué imaginación tengo más buena, que me imaginé todo así de repente, pero siempre te queda la duda de pensar si fue alguna otra experiencia, pues esto, que te has ido en tiempo real, pues es que no lo sé, me falta experiencia en esto para poderlo decir, porque fue el tiempo en que dices, qué pasa, y ya te has vuelto, o sea, que no fue más que esto, fue un segundo, entonces pues no lo sé, pero me ha quedado una cosa que me ha roto así un poco los esquemas, porque normalmente no me suele pasar cuando he hecho una siesta que me pase eso.

¿Y la habitación de tu hija estaba todo igual? Sí, era lo mismo, el mismo piano, ella con su misma ropa y espaldas, yo viendo, además yo no me sentí con cuerpo, o sea, yo me sentí allí, pero no vi cuerpo, yo no tuve manos, no me sentía el brazo ni cuerpo, nada, era como que estaba allí escuchando nítidamente y viendo cómo tocaba el piano y tal, como si fuera una imagen doméstica normal, como si yo me acercara allí y vea lo que estaba haciendo, lo mismo.

Podría ser una especie de visión remota también, ¿no? Lo que pensé fue eso, una visión remota, me fue por ahí los tiros, pero claro, yo no tengo la garantía, sería también muy fácil para mí imaginármelo, porque es algo bastante cotidiano, que toque el piano y que yo me acerque a la habitación y que vea lo que está haciendo.

Las proyecciones, las proyecciones mentales.