
Descripción de El feminismo radical se muere 6z6g38
No hay duda de que el movimiento feminista radical está perdiendo fuerza en algunos sectores. Sin embargo, no nos engañemos, sigue siendo influyente en ciertos ámbitos académicos, los medios de comunicación y muchas instituciones públicas. Pero, si todavía se mantienen en pie de guerra, es porque cuentan con un apoyo financiero desmesurado y globalizado que los sostiene. LIBROS RECOMENDADOS "Cómo ser una mujer del Renacimiento", de Jill Burke "La mafia feminista", de Cristina Seguí "La mujer", de Edith Stein OTROS PÓDCAST RELACIONADOS 🤔 Mujeres hartas del feminismo 🧚🏻 https://ivoox.futbolgratis.org/mujeres-hartas-del-femismo-audios-mp3_rf_135552358_1.html 🤔 Simone de Beauvoir y estos tiempos modernos 🧚🏻 https://ivoox.futbolgratis.org/simone-beauvoir-estos-tiempos-modernos-audios-mp3_rf_133732815_1.html REDES SOCIALES X (antes Tuiter) @SomosLibro y @hptr2013 Canal en Telegram https://t.me/lol33s ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/1029497 6k5p5w
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Un año más la sociedad ha superado un viejo nuevo 8 de marzo y como siempre ha dejado su estela de violencia y la presencia histriónica que les caracteriza.
Y también un año más ha demostrado que el globo feminista radical se desinfla.
Cada vez son menos 2 participantes y los disfraces, pancartas, bailes, eslóganes e insultos han reducido su intensidad.
En un día tan señalado como no, Pedro Sánchez, el presidente más feminista de la historia con el gobierno más feminista de la historia, ha alejado su huella de impostura cuando declaró que no podemos dar ni un paso atrás.
Estas papanatadas facilonas, frases hechas sin contenido ni argumentación, lo traicionan y lo delatan por sí solas.
Quien defiende la independencia e igualitarismo de la mujer es el mismo que luego se convierte en un ardoroso proteccionista heteropatriarcal con su cónyuge ante la ley.
El mismo que se retiró unos días fake poniéndola de pantalla ante la opinión pública e incluso pone a disposición de su defensa jurídica el poder que le otorga su cargo de presidente, proporcionando privilegios que ninguna otra mujer en España podrá tener.
Es Pedro Sánchez quien ordena que la abogacía del Estado se querelle contra Juan Carlos Peinado, el juez que instruye el caso de Begoña Gómez.
Es Pedro Sánchez quien provee una guardia pretoriana para que el coche oficial de su mujer esté protegido de la prensa al llegar a los juzgados y quien ordena que entre por las puertas del garaje, algo que no ha sucedido jamás con ningún otro cargo de mayor relevancia social y política.
No seguiremos con el salseo político aunque sea bochornoso y muchos se arrelaman ante comportamientos tan aceitosos y pringosos como este.
Lo importante es qué sucede de fondo con el feminismo, por qué se hunde y qué sucede en las sociedades progresistas ante este fenómeno que ha causado tanto daño físico y moral además de ruinas personales e incalculables costes a las arcas del Estado.
No hay duda de que el movimiento feminista radical está perdiendo fuerza en algunos sectores.
Sin embargo, no nos engañemos, sigue siendo influyente en ciertos ámbitos académicos, en los medios de comunicación y muchas instituciones públicas.
Pero no podemos olvidar que si todavía se mantiene en pie de guerra es porque cuentan con un apoyo financiero desmesurado y globalizado que lo sostiene.
Las razones que explican esta tendencia de caída no son sólo políticas.
Sus principales representantes, como en España Irene Montero, son una de las causas del desgaste.
Muchas de sus reivindicaciones han sido incorporadas en la legislación y en el debate público, lo que hace que sectores de la sociedad consideren que su lucha ya ha cumplido sus objetivos y que ahora se repiten una y otra vez con los mismos discursos desgastados para mantener su privilegiada posición política y social.
Otra razón es la fragmentación interna entre las diferentes familias feministas.
Esto quedó en evidencia hace pocos años cuando se introdujeron en la agenda feminista de cuarta ola a hombres transexualizados o autopercibidos como mujeres, con todos los derechos que la ley otorga a cualquier mujer.
Esto ha generado abusos, en muchos casos hilarantes, de hombres burlándose del sistema mientras que el propio sistema no puede hacer nada sin contradecirse a sí mismo.
Y es que cuando se legisla desde el odio, el sectarismo y el empoderamiento, ¿qué puede salir mal? Los tiempos están cambiando y el progresismo atraviesa una evidente crisis existencial.
Se hunde bajo el peso de sus propias políticas y está sufriendo en muchos países el descalabro de su esencia.
En muchos lugares ha surgido una reacción contraria al feminismo radical, tanto desde sectores conservadores como desde personas que antes se consideraban feministas pero que ahora critican ciertos excesos, imposiciones ideológicas.
Como consecuencia, el feminismo radical está perdiendo apoyo popular a marchas forzadas, encuestas y estudios lo demuestran, de hecho, España sigue siendo todavía el país de Europa donde más personas se identifican como feministas, el 51%, aunque esta tendencia muestra un retroceso enorme.
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