Faltaba (+) #99 z3e36

Mar de Plata, era del domingo a las seis de la tarde, y fue más, Faltaba, Faltaba Más, ya comienza, Faltaba Más, Faltaba Más.

Muy, muy buenas tardes, bienvenidos a un nuevo programa de Faltaba Más, aquí en el U9, Radio Mar de Plata. ¿Cómo están? Muy buenas tardes, aquí estamos para compartir con ustedes, dos horas en vivo, aquí en el 670M, muchos de ustedes introduciéndonos a través de la web, en el www.lu9mardeplata.com.ar El auto, quizás regresando por la ruta de visitar algún familiar, a vos que ingresaste a tu trabajo, porque hoy te toca el turno noche, a vos que ya lavaste todos los platos y te disponés a escuchar la radio, mientras ordenás el despelote que dejaron los nietos que te visitaron esta tarde. Aquí estamos ya en el otoño, sobre los hombros, ya vendrán los días donde las calles se regarán de esos colchones de hojas.

Contento de recibir a nuestros turistas de cada fin de semana largo, en este marzo, y quiero recordarles que estamos también en las redes como Faltaba Más, nos pueden escuchar en Spotify como Faltaba Más, Faltaba, y el signo Más. Ahí están todos los programas de estas cuatro temporadas en el U9. Dicho esto, vamos rápidamente a presentar el equipo a cargo de la operación técnica de la puesta en el aire, hoy nuestro querido Charlie Santisteven, aquí acompañándonos y en la producción, y acompañándome en el estudio, el alma mater de este programa, mi queridísima Nené Lanzón. ¿Cómo estás Nené? ¿Todo bien? Todo muy bien, con un poco de frío, pero todo muy bien. Bueno, vos preferís el calor siempre. Sí, todo lo bien, el verano, la playa, la luz, el color. Esto me entristece un poquito. Bueno, ideal para quedarse en casa escuchando radio. Sí, por supuesto, y escuchando Faltaba Más.

Queremos saludar a Alejandrina, que ahí nos trajo con el auto, en el remis. Sí, amorosa, amorosa gente, y no escuchaba radio, así que le hicimos escuchar de prepo. Claro, estuvo trabajando todo el domingo, de regreso a casa, dice bueno yo voy a poner el programa, le vamos a dar una oportunidad, a ver, nos va a dar el veredicto después. Bueno, ¿qué te parece Nené? Si de esta manera nos introducimos en la primera historia. Muy bien, vamos a aclimatarnos para escuchar esta historia que tiene que ver con la con la Ruta 2.

No sé cuántas veces recorrí la Ruta 2, esa brecha interminable de asfalto que une el mar con la ciudad, el deseo con la rutina.

La he transitado tantas veces que ya no sé si la ruta la hice yo o si ella me fue haciendo a mí, kilómetro tras kilómetro, como un río que pure las piedras sin que nadie lo note. La primera vez que recuerdo haber pasado por allí fue con mi viejo, cuando todavía el mundo me cabía en la palma de la mano. Iba atrás, con la mejilla pegada en la ventanilla y el paisaje era un cuadro que alguien corría lento frente a mis ojos.

Los molinos giraban como piñones de un tiempo que no tenía prisa y las vacas quietas parecían saber algo que nosotros no.

El Renault 12 zumbaba como una promesa y mi viejo fumaba los Yoki Corto en silencio mientras la tarde caía sobre los campos verde amarillos. Más tarde, la ruta fue escenario de otros viajes, otros cuerpos, otras músicas.